Reseña del libro “La dama pálida”, de Mario Peloche
Así que, La mujer pálida, eh. Con ese título ya me olía yo que la cosa no iba de dramas existenciales rusos ni de romances decimonónicos. Al principio sí que pensé incluso en Bécquer y sus leyendas, pero pronto llegué al vampirismo. Si una dama está pálida es por falta de sangre –no precisamente por la de la regla– y si le falta sangre, es porque alguien se la ha “tomado prestada”.
No iba desencaminado, pero los tiros no iban por ahí del todo. No eran vampiros de capa, ataúd, crucifijos, ajos y estaca, los que aquí iba a encontrarme, sino otra vampira más real. De carne y hueso. Una mujer más Drácula que el propio conde transilvano que, curiosamente, era un antepasado suyo y con quien además también compartía título: Erzsébet Báthory, la llamada condesa sangrienta.
A los que nos gusta el tema de los chupasangre también nos va el tema de Báthory, una mujer a la que se atribuyen más de 650 crímenes y de la que se cuenta que secuestraba, torturaba y mutilaba a muy jóvenes e incluso virginales muchachas para bañarse en su sangre pues creía que de esa forma su piel, y su cuerpo, no envejecerían o lo harían a un ritmo más lento. (Por cierto, recomiendo la peli La condesa, dirigida e interpretada por una Julie Delpy que lo clava).
Aunque hay documentación sobre el tema no se sabe dónde empieza la leyenda y donde la realidad. Se le atribuyen más de 650 aunque en el juicio al que fue sometida solo la acusaron de 30. Debido a su condición de noble y a la ayuda prestada en su momento a su país no fue condenada a muerte sino a pasar el resto de su vida emparedada en la torre de su propio castillo sin contacto exterior con nadie. Ahí pasaría sus últimos casi cinco años de existencia, y eso es lo que recoge este La dama pálida.
El libro nos va a poner en la piel de Báthory, de su marido, del cura que cada año la visita, de su primo (palatino del rey Matías), de un joven contrahecho juzgado por complicidad a la hora de proporcionarle víctimas a la condesa,… a la vez que no se va a decantar por ninguna de las opciones (realidad o leyenda) y va a dar detalles de ambas.
Por un lado tendremos la muy posible teoría de que toda la acusación contra Báthory no era sino un complot pues tenía poderosos enemigos que codiciaban sus riquezas y sus muy golosos territorios de carácter estratégico.
Por el otro lado el mito, exagerado o no, de todos los horrores que se rumoreaba que sucedían en el castillo, aderezados con episodios de brujería, en una época en la que la línea entre esta y la religión era muy fina.
Peloche consigue en un capítulo ponerte a favor y al siguiente en contra de la condesa y plantar la sospecha tanto de una opción como de otra. ¿Es posible que desaparecieran jóvenes campesinas y no pasara nada ni nadie dijera nada, pero todo se fue al traste cuando comenzaron a desaparecer jóvenes de la nobleza? No sé. Es un poco como lo que pasó con los nazis, ¿no? Los campesinos vivían con miedo pero no hacían nada…
Opiniones al margen, se nota que el autor se ha documentado muy mucho para poder aferrarse a los hechos históricos sin aburrir en ningún momento y lograr conformar una potente novelización de este triste episodio.
Además, quiero resaltar que La dama pálida se lee con mucha facilidad, se estructura en capítulos cortos que enganchan que da gusto, con un lenguaje directo, con las descripciones limitadas a lo estrictamente necesario (cosa que agradezco) y un vocabulario escogido y cuidado pero a la vez asequible que te empuja hacia una lectura cómoda y agradable a pesar de lo terrible de lo que se nos cuenta.
Parece mentira y es muy admirable que, a pesar de todo lo escrito y visto sobre el tema, sigan apareciendo libros como este, con puntos de vista distintos y un enfoque tan fresco y original que hacen que, a pesar de conocer la historia de antemano, avances en la lectura con el mismo interés que si fuera una trama nueva por descubrir.
Muy recomendable tanto para todos los que ya conocían la leyenda como para quienes quieran adentrarse en ella de una forma amena y muy currada.