Reseña del libro “La doctrina del fuego”, de Toni Cifuentes
A simple vista, parece que la sinopsis de La doctrina del fuego, de Toni Cifuentes, no dice mucho, pero una vez concluida la lectura, me he dado cuenta de que no podía haber una más acertada. Por eso, no me he resistido a copiar aquí una parte y comentarla: «Humor, terror y aventuras se entremezclan en una trama llena de personajes y elementos como (toma aire) un caballero obeso, un conejo, soldados aburridos que cuentan estrellas, un joven musculoso y aspirante a actor, una niña enamorada, una reina ninfómana e infiel y un rey al que le importa un pepino, un pirómano enloquecido…». Y sigue y sigue añadiendo personajes y elementos, cada vez con letra más chiquitita, para hacernos una idea del interminable elenco que aparece en esta historia. Y como bien apunta el inicio de la sinopsis, es una mezcla de humor, terror y aventuras. Toni Cifuentes pasa de un género a otro de manera imperceptible, tan bien integrados están.
Pero, entonces, ¿de qué va La doctrina del fuego? En la contracubierta aparece toda la información que se necesita saber de la trama: «Una novela atípica sobre el nacimiento de un culto dedicado al fuego». No conviene conocer más detalles para disfrutar de esta historia. El lector tiene que abrir el libro como aquel que se sentaba a escuchar las gestas narradas por un juglar. La prosa de Toni Cifuentes destila ese regusto de cuento clásico, como deja claro desde la primera línea —«Era la época de los castillos, de los caballeros y de las batallas sangrientas que duraban años. Era el tiempo de los monstruos y de la magia»—, pero en verdad es una novela atípica y, sobre todo, ambiciosa, pues el extenso elenco de personajes hace que se nos acumulen las piezas de este puzle y que solo en los capítulos finales comencemos a encajarlas… más o menos. Está claro que el autor busca lectores que no precisen de explicaciones cerradas para quedar satisfechos.
Entre aventura y aventura, escenas bastante explícitas de vísceras y sangre y una permanente ironía en la narración, subyace un retrato crítico de las religiones, los fanatismos y la codicia. La doctrina del fuego es una novela con muchas capas y simbolismos, tanto es así que incluye un análisis al final, firmado por Francis D. Stroke, un profesor retirado de la universidad. O eso creí en un primer momento, ingenua de mí. Pero no, se trata de una nueva pieza del puzle, otro requiebro del autor, que inventa a este analista para, más que dar respuestas, añadir nuevas preguntas. Porque, en ese análisis, Toni Cifuentes vuelve a servirse de la metaliteratura y el humor para romper convencionalismos y, aunque no lo parezca, sigue hablando de temas serios.
En mi opinión, La doctrina del fuego es un juego literario con mucho trasfondo. Advierto que se trata de una lectura compleja, a pesar de que resulte amena, por lo que es especialmente recomendable para lectores exigentes a los que les guste dejarse llevar por una prosa cautivadora y poner de su parte para reconocer guiños, rellenar huecos y sumar nuevas interpretaciones.