No pensaba que ya hacía tanto tiempo que leí HARU, y ya hace algo así como un año y medio desde que vine a contarles que una noche de verano en la que soplaba el Cierzo con fuerza había terminado un libro muy especial de Flavia Company. Una autora que había hecho un cambio radical de registro literario y que me había dejado en un duermevela reflexivo tras la lectura de su nueva obra.
Haru no se olvida fácilmente, es un libro que hoy sigo recomendándoles con ávido interés. Porque recuerdo que había una historia interesante, una forma de contarla endiabladamente literaria, y un contenido que me maravilló por aquello de aprender a diferenciar de forma activa las emociones de los sentimientos. Pero recuerdo con un especial cariño ese mundo ideado por Flavia, en el que la igualdad de género es un tema absolutamente superado. NI tan siquiera encuentras en la historia algún lejano vestigio de desigualdad por razón de sexo, y yo me preguntaba ¿Qué mundo será ese donde parece ser que la igualdad está ya superada? … ¿Era aquel un libro para despertar a otro tipo de literatura?
Andaba yo a la espera de ver por donde volvería la autora, y me encuentro con esta interesantísima obra, “La escuela de Haru”. Una obra independiente del original, pues nos reencontramos con Haru, aquella adolescente que siendo muy jovencita partió desde su hogar con destino a un Dojo donde emprendió el camino de la espiritualidad a través del tiro con arco, la búsqueda de la perfección, la vida a través de la conjunción de cuerpo y alma. No es necesario conocer la historia de esta mujer, pero aquí está ahora, en el Dojo, tras una existencia intensa cierra el circulo de su vida y regresa como profesora, educadora y formadora de jóvenes con inquietudes espirituales.
Esta Escuela que podríamos llamar de alto rendimiento espiritual empieza donde terminó aquella otra historia de Haru. Esta es la historia de La escuela de Haru.
Nueve capítulos en los que iremos descubriendo como cada una de las cosas que nos ordenan hacer nuestros maestros han de tener un fin, como el que claramente queda reflejado en la obra. Tener un fin y llevarnos a la profunda reflexión, trabajar duro para que nuestro cuerpo y nuestra alma avancen en la misma dirección.
Cuatro alumnos, dos chicas y dos chicos, Ya querríamos que nuestras escuelas pudieran ser tan personalizadas, ¡¡cuatro alumnos por profesor!! Mizuki (Bella Luna), Takeshi (Hombre fuerte), Sasuke (El que ayuda) y Yumiko (Niña del arco y la flecha). Todos ellos llegan al Dojo con sus vicios y virtudes, vicios que serán corregidos y virtudes que serán potenciadas por Haru (Primavera), su paciente maestra, que les transmitirá con su enorme paciencia y empatía el amor por la disciplina, el esfuerzo y el estudio.
Un bellísimo libro ilustrado por Luciano Lozano, que nos cuenta en su presentación que nació cuando el hombre viajó a la Luna por primera vez, y que cree que será por eso que le gusta tanto viajar, de hecho ha ido a Japón en un par de ocasiones y quedó ya enamorado de la estética japonesa, y eso se nota en la obra.
También Flavia hace también una pequeña presentación en la que cuenta que la música le llevó a las palabras y estas a los poemas y los poemas a los cuentos y los cuentos a las novelas… Y es el proceso lógico para muchos escritores que se inician desde la pureza del lenguaje, iniciarse a través de la poesía, arte en sentido puro, para hacer ese circulo vital que nos terminará haciendo volver a esa poesía de la que partimos, pero ahora sí, con carga experiencial y vital.
Existe al final de la obra una guía de lectura dirigida al lector, en caso de ser adulto o en su función como educador o animador a la lectura. Una guía que nos ayudará a movernos por estos nueve capítulos en los que descubriremos la importancia de pasar por la vida contemplando y reflexionando sobre todo y todos aquellos que nos rodean.
Un bellísimo texto de Favia perfectamente integrado en las exquisitas imágenes que nos ofrece Luciano, un conjunto que hará las delicias de cualquiera que lo tenga entre sus manos. Una gran obra que nos ofrece la colección Pequeño Fragmenta, unos artistas en estos menesteres de hacer literatura para todos.
un libro que te ayuda a olvidar tus problemas
Pues creo que tienes razón Cristian, ya que es mucho lo que cuenta y sobre todo muchas cosas para observar a través de las ilustraciones.