Reseña del cómic “La espada de hielo”, de V.V. A.A.
Solo cuando tienes en tus manos La espada de Hielo eres consciente de lo que has echado de menos en tu vida a Mickey Mouse y sus amigos. Los recuerdos de tu infancia y la de tus hijos (si los has tenido y ya son mayorcitos) llegan de golpe a tu mente y te hacen sonreír y bailar al son de sus cancioncillas.
La edición de La espada de Hielo que os traigo hoy es una muy especial y limitada que Panini Cómics pone a la venta por primera vez en un único tomo, con todo lo que se ha publicado hasta ahora de la historia. Los responsables son: Massimo De Vita (guión y dibujo), Marco Nucci (guión) y Cristian Canfailla (dibujo y tinta). En ella podemos encontrar, la historia original que dio comienzo a la aventura en 1982 titulada La espada de hielo, las secuelas publicadas años después: El torneo de Argaar (1983), El retorno del Príncipe de las nieblas (1984) y La bella durmiente del cosmos (1993), además de la obra que cierra la historia y que fue publicada en 2022, La leyenda de la Espada de Hielo.
40 años han pasado desde que se publicara el comienzo hasta que hemos podido ver su final, por tanto, estamos ante un acontecimiento literario.
¿Qué nos cuenta La espada de Hielo? La historia de una dimensión paralela a la nuestra, en un lugar llamado Ululandia, donde Mickey y Goofy serán los héroes que estábamos esperando para devolver la armonía en el universo (aunque sea en uno paralelo).
Más de 400 páginas a todo color donde vamos viendo el paso de los años de las viñetas y el modo en que fue avanzando el arte de dibujarlas.
Es divertida, es fantasía, es aventura. Tiene momentos heroicos, momentos “Goofy”, momentos románticos y momentos para todos los gustos.
La espada de Hielo es puro entretenimiento y ahora, con esta edición especial de Panini Comics, la podemos leer completa, de principio a fin, ¡qué afortunados somos!
Yo he vivido cada viñeta con mucha ilusión porque son personajes que han formado siempre parte de mi vida y ha sido muy gratificante reencontrarme con ellos en estas condiciones. Recuerdo haber leído la primera parte cuando era una niña y tener la oportunidad de completar una historia tan divertida y llena de aventuras, no solo me ha devuelto a la niñez, sino que me ha hecho sentir nuevamente el espíritu de libertad y la pasión por la lectura.
Acercarse ahora a La espada de Hielo, pero completa; ir desgranando la aventura poco a poco y siendo testigo del paso de los años en el diseño y presentación, es casi un experimento sociológico. Además de permitirnos ser conscientes de que Mickey Mouse y su troupe, siguen siendo inmortales, no importan los años que le pasen, no importa la variedad de dibujantes y de guionistas que se sumen al proyecto, su esencia sigue intacta y se agradece el respeto demostrado por unos personajes que son y seguirán siendo siempre de todos y cada uno de nosotros.