Si tengo algo bueno como lectora es que puedo leer de todo. Tengo mis géneros preferidos, por supuesto, pero no suelo hacerle ascos a nada y, sobre todo, no suelo decir que no a nada. Es verdad que si me das algún libro de mis autores favoritos, o que tengan asesinatos, o tal vez algo del género young adult, se me hace la boca agua. Pero gracias a indagar en estilos que no son lo mío he descubierto cosas maravillosas.
Pero una cosa os voy a decir: no sé cuántos libros habré leído a lo largo de toda mi vida, pero os aseguro que ninguno se parece al que traigo hoy. Hoy vengo a hablar de La estafeta literaria, escrito por Santiago García Lucio y editado por la Editorial Fragua.
Lo primero que hay que decir es que este libro es un Trabajo de Fin de Máster editado. Por lo tanto es un ensayo que se dedica a hacer un estudio descriptivo-comparado. Su sinopsis comienza así: “La Estafeta Literaria ni ha contado con demasiada fama posterior, ni ha sido objeto de extensas páginas en los manuales sobre el tema”. Así que yo me imagino que el autor, al toparse con ese tema inexplorado, decidió usarlo como base para su TFM y desarrollarlo.
Lo segundo que hay que aclarar es que yo, sinceramente, no tenía ni idea de lo que era La estafeta literaria. Después de leer la sinopsis me di cuenta de que era como una etapa que se había vivido pero no sabía muy bien cuándo, ni dónde, ni en qué contexto, básicamente porque la sinopsis presupone que todo el mundo ya sabe lo que es ese término. Bien, pues yo me imaginé que sería una especie de etapa en la literatura española. Pero los tiros no van totalmente por ahí. Exactamente el autor nos lo define como “medio de comunicación cultural franquista financiado por el régimen”. Así que bien, sabiendo esto (que agradecí que se explicara en la primera página), empecé a leer con interés el ensayo.
Me topé con un estudio muy bien hecho y muy bien escrito sobre ese medio de comunicación. Primero, como en todos los trabajos de investigación, el autor se dedicó a explicar por qué se había decantado por estudiar ese tema en concreto y qué metodología iba a seguir. Como dije antes, en concreto iba a optar por el método descriptivo-comparado. Porque, como me enteré más tarde, España no fue el único país en el que hubo un medio de comunicación de este tipo. Principalmente Francia fue la inspiración de aquellos que quisieron sacar adelante este medio. También leí sobre los diferentes perfiles políticos-ideológicos que el medio tuvo durante las diferentes etapas en las que estuvo vigente (ya que hubo varias etapas que se pueden diferenciar). Y, por último, me introduje de lleno en las conclusiones del autor.
La verdad es que Santiago García Lucio hace un trabajo de investigación magnífico porque dentro de su ensayo ha llegado a recopilar hasta las secciones que se publicaban en las diferentes etapas, llegando a resumir incluso su contenido. Y también, dentro de este punto, los redactores de las publicaciones adquieren un papel muy importante, ya que también son motivo de estudio.
Yo recuerdo cuando tuve que hacer mi TFG, elegí la rama del Derecho Sanitario. Tuve que investigar durante muchísimas horas, tantas que perdí la cuenta. Fueron meses agónicos en los que únicamente era capaz de pensar en Los test genéticos directos al consumidor, que era el tema que tenía que desarrollar. Pero ya estaba un poco curtida, porque antes hice un posgrado (porque a mí lo de seguir un orden lógico nunca me ha gustado demasiado) en Derecho Internacional Público y tuve que investigar muchísimo sobre la delincuencia intracomunitaria. Así que, hablo desde la propia experiencia cuando digo que el trabajo que ha hecho este autor es increíble. Para investigar -y que el resultado sea el apropiado- es necesario que en la persona que lo va a hacer confluyan dos ingredientes principales: el interés por el tema y el tiempo necesario para invertir horas incontables en él. Pero, más que lo segundo, lo imprescindible es lo primero. Sin interés, hacer un trabajo de investigación es algo inviable. Tengo que admitir que, antes de meterme con el TFG de Derecho Sanitario, empecé con uno de Derecho Romano. Y casi muero en el intento. Porque el tema en concreto que me tocó desarrollar no me interesaba en absoluto, y mira que hay cosas en el Derecho Romano que llaman mi atención… Así que el resultado fue el que tenía que ser: deserción y búsqueda de un tema más apasionante.
Por eso, de verdad que entiendo el mérito del autor del libro que estoy reseñando hoy, porque demuestra que el tema le es de tremendo interés y eso al final se demuestra en el contenido de La estafeta literaria. Soy de la opinión de que si una persona no cree en su propia investigación el resultado será un desastre. Así que desde aquí quiero dar mi enhorabuena al autor y también quiero animar a todos los apasionados del tema a que inviertan un ratito en leer este ensayo, pues estoy segura de que saldrán muy enriquecidos.