Reseña del libro “La guardia”, de Nikos Kavadías
“Un olor me acarició. Cuerpo de mujer… Te quita el miedo, te calma, te da protección. A su lado y sobre él te olvidas de que un día morirás.”
Hay historias que llegan a ti justo en el momento en el que andas buscándolas. Es lo que me pasó a mí con este libro. Me encontré con un ejemplar de La guardia en la puerta de la preciosa librería madrileña ‘Amapolas en octubre’, gracias al proyecto The Book Fairies, una increíble iniciativa para incentivar y acercar la lectura en todo el mundo de manera gratuita. Y lo curioso es que quería ir justo para ver los libros de esta editorial: Trotalibros. Sus apuestas son bastante interesantes y me quería perder entre los títulos que habían publicado hasta el momento para elegir el que más me inspirara. Quiso la casualidad (que algunos llamarán destino) que me topara con este. Y ha sido uno de los libros que me han acompañado en mi viaje de este verano.
La guardia no ha sido en absoluto la lectura que me esperaba: al principio, los personajes no me caían demasiado bien y me sentí desubicada con algunas tramas, además de cierta confusión en general con lo que estaba ocurriendo a lo largo de las páginas. Sin embargo, una vez que leí varios capítulos, me sumergí en la historia, en las mentes de sus personajes, y empecé a entender su verdadero trasfondo. Al principio, se me hacía muy difícil conectar con los personajes, unos marineros que, o son misóginos o parece que solo utilizan a las mujeres para acostarse con ellas al acabar cada travesía. Pero lo cierto es que este elemento es importante para entender sus auténticos miedos y miserias.
Porque la historia profundiza en multitud de temas a lo largo de diálogos muy bien ejecutados y realistas, tanto que te parece estar en cada guardia con cada uno de los personajes, a pesar de sentirte muy lejos de ese tipo de vida. Uno de ellos, que me parece el más importante en esta novela, es la soledad que les acompaña, que define su estado de ánimo y la coraza que construyen a su alrededor para no hacer sufrir a aquellas personas a las que han amado. En parte, se podría decir que ‘se arman de valor’ para aparentar que no tienen sentimientos o que estos no importan, que el estilo de vida que llevan les obliga a priorizar otras cosas.
Ha sido muy interesante porque esta tristeza y soledad se percibe a lo largo del libro, en todos sus capítulos y de diferentes formas. Nos muestra lo duro que es el trabajo en el mar, las cosas y personas que se deben sacrificar, para también revelarnos que es una elección. Y que ellos siempre han sido libres para tomarlas. Y la extraña felicidad, que podríamos llamar sensación de tranquilidad, paz y cercanía, que sienten en cada guardia al vivir de sus recuerdos y al compartirlos los unos con los otros. Ha sido una delicia haber sido partícipe de todo esto porque creo que es un libro con un potencial emocional enorme, que quizás no sea la lectura más ligera para verano, pero que no me arrepiento de haber escogido pues ha sido toda una sorpresa.
Ha sido muy fácil leer a este autor, que personalmente desconocía, con un gran manejo de los diálogos, las descripciones y las pequeñas historias dentro de una gran historia. No te das cuenta de estar pasando de una a otra porque quieres saberlo todo de la vida de estos marineros, encontrar sus vulnerabilidades y que estos tengan ganas de sentirlas y compartirlas, de desnudar completamente sus sentimientos, miedos, deseos y preocupaciones. Porque esta es una historia sobre las vulnerabilidades que escondemos en nuestro interior, el peso de los recuerdos, de aquellas personas que han marcado nuestras vidas. Pero también de aquello que no somos capaces de superar, del ancla que depositamos en el fondo del mar para no avanzar y encontrarnos con las peores partes de nosotros mismos. Creo que es una apuesta interesantísima que hace reflexionar sobre nuestra humanidad, nuestros defectos y virtudes y cómo nos exponemos al mundo que nos rodea.