Reseña del libro “La herencia de Orquídea Divina”, de Zoraida Córdova
“Estaba bien saber que todas las familias eran iguales en ciertos aspectos. Estaban los que sentían demasiado, los que sentían muy poco y los que sabían cómo lidiar con esos sentimientos.”
Hacía bastante tiempo que no leía una novela que mezclara de manera casi perfecta la fantasía y la realidad, de tal forma que termines normalizando y aceptando como real ese especial escenario en el que te sitúa el narrador de la historia. La última que leí de este estilo fue Un mar sin estrellas, también publicada por Umbriel. Y es cierto que tenía ganas de volver a una lectura así, que me permitiera desconectar del mundo real, del día a día y todas sus preocupaciones. Y con esta lo he conseguido.
He escogido esta frase que he incluido al principio de la reseña porque creo que el principal tema que trata esta novela es la familia. En concreto, las distintas relaciones que formamos entre los diferentes miembros, las consecuencias de determinadas decisiones en los mismos y la influencia de la familia en nuestra personalidad y los caminos que elegimos a lo largo de nuestras vidas. Creo que se nota que este es el principal tema en el que se quería central Zoraida Córdova, algo que se puede observar desde el principio, cuando comienza con las presentaciones de los distintos personajes que forman parte de la familia protagonista y explora las relaciones entre ellos.
Y, algo que me ha encantado es que, a lo largo de las páginas, refleja la realidad de todas las familias, no importa cuál sea realmente la relación: cuando nos encontramos ante un problema grave que no sabemos cómo solucionar, aparece nuestra peor cara y surgen los conflictos. Y creo que, sobre todo en estos momentos, ha sido cuando he logrado conectar más con los personajes, sobre todo con Marimar, Rey y Tatinelly, ya que todos nos encontramos ante este tipo de situaciones en cualquier momento de nuestras vidas. Y eso que también he disfrutado muchísimo, sobre todo, con la complicidad, confianza y bromas entre Marimar y Rey, de sus buenos momentos, que me recuerda a la relación que tengo con mi hermana y me ha sacado más de una sonrisa.
Pero, aparte de esto, y, aunque creo que este es el gran pilar de la historia, la autora consigue atraer nuestra atención por el secreto de la matriarca de la familia Montoya, la gran protagonista de la novela. La maldición que la persigue a ella y a sus descendientes me ha mantenido en vilo a lo largo de las páginas y no solo esto: el personaje de Orquídea engancha desde el primer capítulo por su gran fortaleza, inteligencia, espíritu de supervivencia y complejidad. Es una mujer misteriosa, con un gran sexto sentido y de armas tomar, que no deja indiferente a nadie, sobre todo a su familia, ya que les “regala” un misterio por resolver que, incluso, pondrá en peligro sus vidas.
“Todo el mundo confundía su silencio con estupidez, pero Orquídea era afilada como los cuchillos que llevaba en el bolsillo. Veía la verdad en las mentiras de la gente. Veía el pecado en sus hazañas.”
También destacaría el elemento de fantasía, que inunda la historia y las vidas de los personajes, y que parte de este secreto que nos acompaña durante casi toda la novela. No es difícil viajar al lugar en el que nos sitúa la autora, Cuatro Ríos, y perderse entre sus calles, casas y respirar también la magia que respiran sus habitantes. De hecho, como lectora, me transporté a ese ambiente tan bien descrito por la autora y logré imaginarme cada rincón hasta el punto de querer viajar realmente hasta allí y vivir lo mismo que tanto Orquídea como su familia vive.
Y, respecto al lenguaje utilizado, tanto las descripciones que realiza la autora como la forma de ahondar en los pensamientos y emociones de los personajes me han parecido claras y sencillas, con los detalles justos para querer seguir leyendo. Además, al estar tan bien estructuradas las distintas partes en las que se divide la lectura, y como los capítulos son generalmente cortos y se acaban en el momento idóneo en el que necesitas saber más, me he sentido muy bien guiada por la autora en todo momento.
En resumen, La herencia de Orquídea Divina ha sido una novela que no esperaba, que me ha enganchado desde la primera página. A medida que avanzaba con la lectura, quería saber más sobre sus personajes y el secreto y el misterio que rodeaba a Orquídea, un personaje tan fuerte y complejo que me ha atraído desde el primer momento. Me ha encantado cómo escarba en la peor cara de los distintos personajes, pero también cómo nos revela sus vulnerabilidades y sus sueños y miedos más profundos.
Y también cómo profundiza en el poder de la familia a la hora de definir nuestra personalidad y las distintas decisiones que tomamos a medida que pasan los años, tanto para bien como para mal. Cómo cargamos con los errores de nuestros padres, abuelos o hermanos, pero también cómo nos relacionamos con otros familiares “cargando” con esa mochila detrás. Por último, destacaría el desenlace de la historia, que me ha dejado con muchas preguntas. Y creo que el mejor tipo de literatura es aquel que es capaz de plantearte nuevas cuestiones.