Reseña del libro “La historia del mundo en 50 perros”, de Mackenzi Lee
Si hace unas semanas os recomendaba Lamer las heridas, una novela que hablaba de cómo los perros pueden cambiarnos la vida, en esta ocasión os traigo un libro de no ficción que ahonda, más si cabe, en el amor a los perros. Se trata de La historia del mundo en 50 perros, de Mackenzi Lee, cuyo subtítulo avanza el tipo de historias que nos vamos a encontrar: «Del perro que hizo posible la invención del teléfono al que asistió a Sigmund Freud en terapia».
Por si aún cabe alguna duda: sí, este libro tiene mucho de historia y mucho de perros. A veces, Mackenzi Lee explica un episodio histórico donde algún perro (o perros) tuvo importancia y, otras veces, es el perro (o perros de una misma familia o raza, por ejemplo) el protagonista absoluto. De este modo, la autora no solo da a conocer momentos de la historia más o menos conocidos, sino que nos muestra cómo se veía a los perros en determinadas épocas o países. Porque, como ella muy bien señala en el prefacio, «la manera en que hablamos, tratamos y recordamos a los perros dice más sobre nosotros que sobre ellos».
Para ponernos en antecedentes, La historia del mundo en 50 perros comienza con un capítulo dedicado a cómo se cree que fue su domesticación (hay varias teorías). A partir de ahí, se suceden cincuenta historias de perros. Con ellas descubrimos cuál es el primero del que se tiene constancia histórica con nombre y todo; lo relevante que es este animal en la mitología china, algo que choca frontalmente con la costumbre de comérselo en algunos territorios; la curiosa leyenda sobre un can que se convirtió en rey de Noruega; por qué san Roque es el patrón de los perros; numerosos casos de perros que participaron en guerras (¡incluso como paracaidistas!); anécdotas sobre las mascotas de varios personajes célebres, como presidentes o reyes; las atrocidades que se llegaron a cometer experimentando con ellos; el origen de los albergues para animales; cómo el perro de Alexander Graham Bell llegó a pronunciar alguna frase entera (y por qué esto estuvo estrechamente relacionado con la aceptación de la lengua de signos en la sociedad), y, en cambio, Hitler no logró que los suyos tuviesen telepatía; cuáles son los perros más memorables del cine (que han conseguido cobrar más que sus compañeros humanos), alguno que otro literario y, por supuesto, se hace mención especial a los perros de servicio y de terapia, cuya labor es encomiable.
En este recorrido por 50 perros y momentos históricos, maravillosamente ilustrado a color por Petra Eriksson, Mackenzi Lee contagia su pasión por los perros. Además de aprender historia y curiosidades perrunas, la lectura resulta divertidísima por el sentido del humor de la autora, que lo narra todo con sencillez, desparpajo y un toque de crítica cuando es necesario.
Por todo ello, La historia del mundo en 50 perros, de Mackenzi Lee, es un libro ideal para los lectores curiosos, para los aficionados a la historia y, cómo no, un indispensable para que los apasionados de los perros lo sean aún más.