Hace un par de meses os hablé del integral I de La historia oculta, de Jean-Pierre Pécau. Os conté que se trataba de una ucronía donde el enfrentamiento de cuatro hermanos inmortales por controlar los marfiles del poder —copa, espada, basto y oro— era el motor de la historia de la Humanidad y de sus respectivos giros. Sin embargo, el desarrollo de esta premisa tan interesante no había acabado de entusiasmarme porque las elipsis de la narración y los acontecimientos históricos a los que hacía referencia, y que yo desconocía en su gran mayoría, me hacían perder el hilo. Me alegra decir que esas pegas han desaparecido casi por completo en La historia oculta: Integral II, compuesto por los volúmenes «1666», «El águila y la esfinge», «Nuestras señora de las tinieblas» y «Los siete pilares de la sabiduría».
Al igual que en la entrega anterior, la particular guerra de los cuatro arcontes tiene como campo de batalla el mundo y como víctimas potenciales a civilizaciones enteras. En esta ocasión, el primer volumen del integral comienza con el ataque de la Armada Invencible en 1588 y el último concluye en 1919, recién acabada la Primera Guerra Mundial. Pero en estos tres siglos las cosas ya no son lo que eran para los cuatro hermanos, que ven cómo la gente va dejando de lado la superstición para creer en la ciencia y en la técnica. Eso, unido a las réplicas de su baraja (acontecimiento explicado en el Integral I), hace que sus poderes estén más dispersos y, en vez de dominar el mundo, ahora solo sean capaces de generar caos y destrucción. Su pérdida de influencia ha llegado hasta tal punto que, a pesar de las rencillas familiares, deben plantearse volver a unir sus fuerzas para no desaparecer.
Aunque siguen habiendo saltos temporales y decenas de personajes y autoreferencias, La historia oculta: Integral II me ha parecido mejor hilada. Sobre todo, lo que me ha facilitado enormemente la lectura ha sido reconocer a los jugadores que participan esta vez en la partida de cartas que dirige el rumbo de la Humanidad, bajo el mando de los arcontes o dándole la vuelta a sus planes, como es el caso de Newton, Napoleón o Hitler. En La historia oculta: Integral II hay mucha más acción, magia y monstruos que en el primer integral, y humor, bastante humor, un aspecto casi olvidado en la anterior entrega y cuya presencia se agradece para aligerar tanta muerte, odio y traición.
En mi primera reseña de esta saga dije que no descartaba leer el integral II, y lo he hecho. Y en esta os afirmo que no dejaré escapar el integral III, que se publicará en breve. Se avecina la Segunda Guerra Mundial y estos cuatro arcontes inmortales se desbocan, más si cabe, en los periodos de caos, así que estoy deseando leer si su afán de poder les hará cargarse el mundo o serán los seres humanos los que acaben rompiendo definitivamente la baraja.