Hoy vengo a hablaros de La historia oculta. Integral 5, de Jean-Pierre Pécau, lo que quiere decir que ya he leído los cuatro integrales anteriores. Como muchos no habréis leído las reseñas que les dediqué y los que sí lo hayáis hecho seguramente no os acordéis (han pasado seis meses desde la última entrega), veo oportuno dar un repaso rápido a lo que hasta ahora ha dado de sí esta ucronía con toques de fantasía, humor y acción (mucha acción), para que os convenzáis de que pocas historias ofrecen una trama tan ambiciosa y bien hilada como esta.
En La historia oculta. Integral 1 nos remontábamos al último periodo del Neolítico, cuando los cuatro hermanos protagonistas eran todavía niños y adquirían su poder e inmortalidad a través de cuatro marfiles: oros, bastos, espadas y copas. Ese primer volumen relataba los acontecimientos que tenían lugar entre los años 1350 antes de nuestra era y 1527, cuando los hermanos dirigían los designios del mundo levantando y destruyendo civilizaciones a su antojo. La historia oculta. Integral 2 se desarrollaba entre 1588 y 1919, un periodo en el que los cuatro arcontes perdían paulatinamente su poder a medida que se hacían réplicas de sus barajas y se iban sumando seres humanos a esta partida por el dominio del mundo. La historia oculta. Integral 3 se centraba en la Segunda Guerra Mundial, donde los arcontes aparecían por primera vez como los únicos capaces de poner un poco de orden en una humanidad abocada al caos y la destrucción. Finalmente, en La historia oculta. Integral 4 se narraban los últimos episodios del conflicto bélico mundial y, a punto de llegar a los años cincuenta del pasado siglo, la acción principal se trasladaba a la guerra árabe-israelí, otro polvorín en el que los arcontes tenían un papel decisivo.
Así llegamos a La historia oculta. Integral 5, donde el cada vez más complejo guion de Jean-Pierre Pécau está ilustrado con sumo detalle por Igor Kordey. Compuesto por «Operación Kadesh», «El fin de Camelot», «La era de acuario» y «La puerta del agua», este integral arranca en el desierto de Egipto en 1942 y concluye en los primeros envites de los años setenta.
Como siempre, para crear su versión alternativa de las razones que han motivado los grandes cambios de la historia mundial, Pécau juega con esas historias y personajes reales que han dado pie a infinitas teorías conspiratorias. En esta entrega desfilan personajes por todos conocidos: la familia Kennedy, Nixon, John Edgar Hoover, Howard Hughes o Martin Luther King, e incluso el hijo del actor Errol Flynn y Borges y su ficticia (o no) ciudad de Kor. El FBI, el Mossad, la Unión Soviética y la mafia tienen especial protagonismo. Además, asistimos a momentos históricos relevantes a los que no se les han dedicado demasiadas páginas en la literatura: la Revolución húngara, en 1956, y la invasión de Checoslovaquia, en 1968. Y como no todo va a ser sangre, también se recrea el Verano del Amor, el festival hippie de 1967. Puede que La historia oculta sea ficción, pero sus raíces históricas son de tal envergadura que es también una forma muy original de repasar los grandes conflictos que se han ido sucediendo en nuestro mundo.
A esta novela gráfica aún le quedan muchos capítulos. Algo me dice que llegará hasta diciembre de 2012, la famosa fecha del calendario maya. Tendré que esperar para saber si, en la ucronía creada por Pécau, ese día supondrá el fin del mundo o el punto de inflexión hacia una nueva era. De lo que estoy segura es que este reverso de la historia me sorprenderá hasta la última página.