La hora del mar

La hora del mar, de Carlos Sisí

Contéstenme a la siguiente pregunta, pero con sinceridad: ¿conocen ustedes a Stephen King? A aquellos que lo conozcan les doy mi más sincera enhorabuena, han pasado ratos de miedo de los de verdad agarrados a las solapas de un libro. A aquellos que desconozcan de su existencia, les contestaré con otra pregunta: ¿a qué esperan? Pero un momento, un momento. Se preguntarán por qué narices les hablo del “maestro del terror” por antonomasia cuando estoy hablando de un libro que no es suyo, ¿verdad? La respuesta, queridos seguidores, no es otra que la siguiente: den la bienvenida, ustedes, todos ustedes, al perfecto sucesor de ese maestro que algunos guardamos en nuestros corazones. Pero, por si les quedaba alguna duda, les diré que Carlos Sisí es el sucesor de los años dorados de el autor de “El resplandor” o “Carrie”. ¿Les parece una presentación desmedida? Pues pasen pasen, pasen y lean. O a lo mejor no, lo que encuentren puede resultarles escalofriante.

Días antes de la noche de San Juan, el mar se despierta rodeado de peces muertos. Lo que parecía simplemente un desastre medioambiental, resultará ser todo un pulso a la humanidad en la que una pregunta rondará la cabeza del espectador durante toda esta historia: ¿qué hemos hecho mal para que la Tierra se rebele de esa manera?

Me explico: a mí me encanta pasar miedo. Es una sensación que estamos hartos de sentirlo con el cine, pero con los libros no resulta más complicado. Pero, ¿y si les digo que “La hora del mar” es una de esas especies raras, casi en vía de extinción, con la que tus músculos se agarrotarán, tu respiración irá elevándose en ritmo, y tu corazón te bombeará a mil por hora con todo lo que sucede en ella? No suelo regalar palabras a las novelas. Cada una me hace sentir de una determinada manera. Pero esta obra de Carlos Sisí, ha conseguido hacerme detener el tiempo durante horas (mis ojeras atestiguarán, durante la vida y la muerte, el sueño que me ha quitado este hombre) y necesitar saber más y más de una historia que, en principio, puede parecer una más rodeada de tantas novedades en una librería, pero que sin duda se ha convertido en uno de esos clásicos que compartir con el resto de lectores, y que ocupa un espacio destacado en mi estantería. ¿Por qué? Porque “La hora del mar” lo tiene todo: una historia interesante que te lleva a reflexionar sobre el hombre y las consecuencias de sus acciones, unos personajes con los que identificarse y a los que odiar o querer, no hay término medio en estas cuestiones, una escritura pulcra, dinámica, que te envuelve con sus palabras y no te deja hasta que tu mente, en un momento de lucidez te dice “eh, eh, que tú y yo mañana tenemos que ir a trabajar y si seguimos, ya verás…”, y por último, porque si de algo estoy seguro es que, el trabajo bien hecho, el esfuerzo por contar historias tan buenas como esta, tiene que tener su merecido, una gran recompensa, y es que todos ustedes, ávidos de historias que llevarse al buche, se hagan con ella y pasen el buen rato que yo he pasado.

Si tienen el mismo gusto que yo, leerán “La hora del mar” y pensarán que el terror sigue vivo. Si no lo tienen, se lo dice una persona que tiene algún que otro criterio, se perderán una historia apasionante donde aprender mucho, donde gozar de lo lindo con la imaginación que Carlos Sisí desprende en cada una de sus páginas, y donde entender que la buena literatura no la tenemos tan lejos como nos creíamos.

Además, sólo les diré una cosa, cuando terminen este libro, no volverán a mirar al mar de la misma manera. Palabra de persona que empieza a temer las orillas.