Angela Carter murió hace solo veintisiete años, sin embargo, ya se ha convertido en un clásico, y ese reconocimiento tan inmediato lo consiguen muy pocos escritores. Si la autora británica ha alcanzado el olimpo de los elegidos ha sido gracias a su prosa exquisita, con esa aura gótica que parece de otro tiempo, pero con la que describe personajes femeninos que transgreden los límites que la literatura les ha impuesto a lo largo de siglos y siglos, al igual que la vida ha hecho con las mujeres. Todos esos elementos de tabú y liberación aparecen en La juguetería mágica, que la editorial Sexto Piso acaba de publicar en una edición preciosa, igual que hizo con su colección de cuentos La cámara sangrienta, ilustrada por Alejandra Acosta, de la que ya me deshice en elogios hace un par de años.
Advierto que el título puede llevar a confusión, porque en esta novela aparece una juguetería, pero no es mágica; al menos no en el sentido que nos viene a la mente en un primer momento. Aunque me parece un título tan precioso como la portada en la que figura, no lo veo del todo atinado, puesto que hace pensar que una historia dulce y entrañable se esconde entre sus páginas, cuando en realidad nos vamos a encontrar con un cuento oscuro, lleno de pasiones contenidas. Hasta tal punto me sorprende el título, que he consultado el original. The Magic Toyshop se titula en la versión original, así la traducción es acertada. Será entonces cosa mía que no le vea sentido.
Sea como fuere, la historia que nos relata Angela Carter en La juguetería mágica es la de Melanie, que al cumplir quince años toma consciencia de cómo su cuerpo de niña se ha transformado en el de una mujer. Pero de la noche a la mañana, un cambio mucho más radical sacude su vida: sus padres mueren, y ella ha de mudarse a Londres, junto a sus hermanos, Jonathon y Vitoria, para vivir en la casa de su tío Philip, dueño de una juguetería. Allí conoce a Margaret, la esposa muda de su tío, y a los hermanos de esta: Finn y Francie. Todos ellos pelirrojos e irlandeses.
A Melanie le cuesta adaptarse a la austeridad de su nuevo hogar, pero sobre todo a la tiranía de su tío Philip, un hombre irascible y violento, que los trata a todos como si fueran los títeres de su teatro. En este ambiente sórdido y opresivo, la protagonista irá dejando atrás las fantasías infantiles y descubriendo las incertidumbres y miserias de la vida adulta.
Los seguidores de Angela Carter no pueden perderse la oportunidad de leer de nuevo La juguetería mágica gracias a la magnífica edición de Sexto Piso, en tapa dura y con cinta marcapáginas. Y si hay lectores que aún no la conocen y dudan con qué obra iniciarse, les recomiendo totalmente hacerlo con esta historia. Les sorprenderá cómo Angela Carter consigue que la pérdida de la inocencia y el despertar sexual femenino se conviertan en un cuento misterioso y retorcido.
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