Hoy tengo mucho sueño. Más del que normalmente suelo tener, quiero decir. Y todo por un motivo: anoche me quedé leyendo hasta muy tarde. Normalmente a las doce de la noche cierro el libro, esté como esté la cosa de interesante. Apago la luz y mañana será otro día. Pero anoche no. Ni siquiera miraba las manecillas del reloj, que se iban arrimando vertiginosamente a unas horas indecentes. Así que hoy visto ojeras moradas, bostezos y tontería en la cabeza. Muy bonito todo. ¿Y sabéis gracias a quién ha sido esta vez? Sí, de nuevo, ha sido gracias a Laura Gallego.
Empecé la saga Crónicas de la torre hace unas semanas. Era una serie que tenía pendiente desde hacía muchos años (recordemos que esta saga ya ha cumplido los diez añitos), pero ya sabéis, la lista de libros pendientes que tengo en mi cabeza engorda una media de dos libros por día, por lo que abarcar todos es casi imposible. El caso es que los veía en las librerías pero, al final, me dejaba seducir por otros títulos, sin saber todavía la razón. Este verano decidí acabar con esa situación. Decidí tachar unos libros que llevaban en mi lista desde que yo era adolescente (vale, tampoco ha pasado tanto tiempo, tenéis razón).
Pero hablemos de la saga, que es a lo que hemos venido. La primera parte, El valle de los lobos, me encantó desde la primera página. Me tuvo en vilo durante las pocas horas que me duró y llegué al final emocionada y con una curiosidad que ni me cabía en el pecho. La segunda parte, La maldición del maestro, me demostró la evolución de Laura Gallego como escritora. Vi cómo cogía experiencia con las tramas, añadiendo más personajes y elaborando las historias. Observé un cambio muy grande entre la primera y la segunda parte. La primera me pareció más un cuento y la segunda, gracias a la mayor complejidad de la trama, me pareció algo mucho más maduro y elaborado. Aún así, me gustó muchísimo más el primer tomo que el siguiente, lo que quiere decir que no debemos dejarnos guiar por las apariencias.
Y la tercera parte… ay la tercera parte. La llamada de los muertos es todavía más elaborada que las anteriores. Aparecen más personajes y los que ya conocíamos surgen evolucionados y mejorados. Todavía seguimos con las tramas que dejamos abiertas en las dos partes precedentes y se resolverán todos los misterios que quedaron en el aire. En este tomo encontramos a Saevin, un aprendiz de la torre que tiene un aura muy especial a su alrededor. Dana lo supo en cuanto le vio y por eso decidió visitar al Oráculo de la Ciudad Sin Nombre. Lo que allí descubrió no hizo más que empeorar la situación, ya que el Oráculo le dijo que la maldición del maestro todavía estaba viva y que pronto caería sobre todas sus cabezas.
En esta parte las dos dimensiones, la de los vivos y la de los muertos, se ven peligrosamente cercanas y solo el mejor mago podrá decidir el destino de todos los habitantes de la torre. Pero el problema es que hay grandes magos en los dos bandos… por lo que la batalla será muy emocionante.
Laura, en este libro, toma un tono un poco más maduro. La historia se torna más sombría y los personajes han evolucionado muchísimo. A pesar de ello, para mí, la primera parte sigue siendo la mejor. La llamada de los muertos es un gran final para una gran saga, como debe de ser, pero es que la primera parte… es una historia tan bonita y a la vez tan sencilla, que cautiva desde la primera página. Además echo de menos a algunos de los personajes que en los anteriores libros tenían un papel más importante (véase la historia entre Dana y Kai, por ejemplo). No quiero con esto decir que la tercera parte sea mala, ni mucho menos (esto quiero que quede bien claro). Solo digo que si me dan a elegir entre una de las tres partes, yo, me quedo con la primera. Todo tenemos nuestros favoritos, ¿no es así?
Pero gracias a las tres lunas, o a los tres soles, o a no sé quién ya, Laura Gallego decidió continuar con esta saga para tener a los fans un poco calmados. Y nos regaló una especie de cuarta parte —ya explicaremos esto en la siguiente reseña— en la que Fenris, nuestro amado Fenris, es el gran protagonista. Por lo que yo voy a ello para poder contaros cuanto antes mi impresión.
Laura gallego es una genia!!
Así es, Daniela. Es maravillosa.