Reseña del libro
Lo reconozco: la razón por la que me lancé a leer La mejor persona es su autor, Xavi Puig, conocido por ser el fundador y director del periódico satírico El Mundo Today, ese medio cuyos titulares, aunque rocen lo absurdo, hacen caer a más de uno porque plasman de forma certera el trasfondo de nuestra sociedad. Además de eso, Xavi Puig lleva más de veinte años escribiendo comedia, por lo que, pese a ser esta su primera novela, confiaba en que me iba a encontrar una buena historia.
La mejor persona es una de esas novelas de las que más vale saber poquísimo, así que intentaré andarme con ojo. El protagonista es Antonio Camuñas, del que conocemos su día a día a través de los correos electrónicos que manda a alguien. Alguien que no diré quién es, aunque pronto quede clarísimo, porque descubrirlo es una de las gracias de este libro. Se podría decir que Antonio Camuñas es una persona anodina pero ni mucho menos normal. Al menos así lo creen en su oficina, donde lo conocen como el rarito. Sobre todo a partir de una partida de paintball con sus compañeros, donde tiene un repentino ataque de ira y arremete contra dos de ellos. A raíz de eso, su jefa le recomienda ir a una psicóloga, la psicóloga le recomienda ir al gimnasio y adoptar un animal… Y la vida de Antonio Camuñas se va complicando hasta extremos inesperados.
A lo largo de las doscientas treinta y cinco páginas de La mejor persona, conocemos la historia de Antonio Camuñas a través de sus propias palabras, con los pros y los contras que eso conlleva. Por una parte, a ratos empatizaremos con él, lo compadeceremos, incluso le gritaremos: «Antonio, por favor, no seas tan iluso». Pero, por otra parte, a medida que pasen las páginas, nos surgirán dudas, pues, al fin y al cabo, tenemos solo una versión de los hechos y, para qué negarlo, la versión de Antonio tiene poco de objetiva. De este modo, Xavi Puig nos mete en la cabeza de su protagonista y, aunque haya momentos en los que parezca que no pasa absolutamente nada, presentimos que algo va a estallar. Y quizá otros lectores descubran el qué antes que yo, pero yo estaba tan dentro de la historia de Antonio Camuñas que, la verdad, me sorprendió. Y ese final le da al conjunto un nuevo significado. Con todo esto espero no haber dicho demasiado, puesto que La mejor persona bien merece que se la descubra poco a poco.
Empezar una lectura con expectativas altas siempre es peligroso, pero me alegro de que esta vez se hayan cumplido. La mejor persona es una novela muy fácil de leer, con escenas que nos hacen reír o compadecernos del pobre Antonio Camuñas porque, en el fondo, nos creemos más listos que él, pero entonces Xavi Puig nos demuestra que no. Me parece un buen debut literario, una novela ideal para esas épocas con cierto bloqueo lector y una demostración clara de que las cosas rara vez son lo que parecen y de que nunca conocemos los hechos, sino las versiones que nos dan de ellos.