La verdad es que nunca he sido muy friki de los cómics. A pesar de que me gusta mucho la ilustración, los cómics no son lo mío. Creo que el único que me ha gustado y que he comprado en mi vida ha sido Ghost world de Daniel Clowes (y porque tengo dos amigas muy frikis, ¡hola, queridas!). Por lo demás, no conozco demasiado sobre este mundillo, pero eso ha sido precisamente lo que me ha hecho querer leer este cómic. Para que no se diga que soy una lectora cerrada. Allá voy.
A Franz Kafka sí que lo tengo más trabajado, así que vengo con los deberes hechos, amigos. Leí La metamorfosis cuando apenas era una adolescente y lo cierto es que deja huella. Desde que lo leí aquella primera vez, creo que lo habré releído ya un par de veces y siempre me ha fascinado este corto e intenso relato.
La mejor carta de presentación de esta historia son las primeras líneas del mismo: “Cuando Gregorio Samsa se despertó aquella mañana, tras un sueño agitado, se halló en su cama transformado en un insecto terrífico”. Puede que este sea uno de los comienzos más famosos de la literatura universal. Efectivamente, con este comienzo tan impactante y extraño, arranca este relato. Esa misma mañana, sus padres, su hermana y uno de los jefes de la empresa en la que trabaja como comerciante, tratan de entender por qué no se ha levantado como todos los días para ir a trabajar. Cuando descubren que Gregorio se ha convertido en un horrible insecto, lo encierran en la habitación. La hermana, Grete, trata de cuidarlo a pesar de la desazón que le produce llevándole comida a la habitación. Hasta que finalmente, su propia hermana, empieza a sentir asco por él. Su familia decide desalojar su habitación, llevándose los muebles, lo único que le recordaba que alguna vez había sido humano.
La relación se endurece, pues ni los padres ni la hermana pueden ver en ese repulsivo bicho a quien un día fue su hijo y hermano. Poco a poco, Gregorio Samsa es confinado a la soledad de su habitación. Un día, cuando intenta salir de ella, su padre, enfadado por haber asustado a la madre, le tira una manzana hiriéndole en el caparazón. Tampoco quiero yo destriparos el final de este genial relato, así que os invito a leerlo. En La metamorfosis, Franz Kaffa, sin grandes alardes literarios, nos muestra las claves del existencialismo, movimiento literario al que el autor pertenecía. Una obra realmente absurda y genial que podemos disfrutar también, gracias a la editorial La otra H, en forma de cómic.
Me parece una idea brillante la de hacer cómics de las grandes obras de la literatura universal. Creo que, de esta forma, se puede conseguir que otra clase de lectores se acerquen y conozcan grandes joyas literarias. Con esto no quiero decir que no haya que leer a los clásicos, ni mucho menos. Pero creo que como aproximación o iniciación, convertirlas en cómics es una buena idea, sobre todo para buscar a un público más joven. Si tengo que elegir entre que los jóvenes no lean nada de los clásicos o los lean, aunque sea, en forma de cómic, me quedo con la segunda opción, donde va a parar.
Esta edición, originalmente japonesa, me ha parecido muy buena. Me han gustado los dibujos (que de eso se trata), pero también la forma en la que el relato ha sido adaptado. Algo interesante de esta publicación es que se han añadido elementos de la vida real de Kafka, así como referencias a otras de sus obras.
Como ya os he dicho, la adaptación al cómic me ha gustado bastante. Además, esos elementos añadidos al relato original me parecen muy curiosos y creo que el resultado es, en general, sobresaliente.