Reseña del libro “La metamorfosis infinita”, de Paul Pen
Menudo título, eh. No puede uno evitar pensar en otros como El poder de confiar en ti, El arte de no amargarse la vida, El poder del ahora, Cómo hacer que te pasen cosas buenas, Buenos días alegría o El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda. Así, por ejemplo. Libros de autoayuda y mandangas de esas. ¿O es que acaso La metamorfosis infinita no sugiere algo parecido? ¿Algo similar al eterno cambio que se opera en nuestro interior, amigo escorpio? Pues este libro tratará de ayudarnos a gestionar ese cambio. Por los cojones. Este libro no va para nada de ese palo. Nada más ver el autor Paul Pen (El aviso) ya deberías saber que no va para nada por ahí. Y si os fijáis en la portada a media altura y leéis “Anatomía de una venganza” menos aún. Así que nada de autoayuda.
¿Entonces qué vamos a encontrar aquí, yo que esperaba una ayuda para gestionar apropiadamente mi ser interior, oh, rayos y truenos y más rayos, diréis? Pues una historia de amor de una madre a su hija. Una historia escrita por esa madre, en primera persona, que pierde a su hija después de que una manada de salvajes la viole y asesine. Es la historia de la rabia de una madre coraje que, ante una sentencia del todo injusta, ante el clamor popular reflejado en manifestaciones de apoyo y repulsa al crimen por todo el país, planea una venganza ayudada por unos particulares cómplices.
El libro se estructura en tres partes. En la primera vamos a conocer los antecedentes. El pasado de la madre, el abandono del padre, la convivencia de madre e hija (de nombre Alegría), el relato del crecimiento de esta, las, valga la redundancia, alegrías y las penas de la niña, la noticia que coge a la madre con el culo torcido y que tendrá una ligerísima cuota de participación el trágico suceso del futuro…
En la segunda parte descubriremos a cinco de las siete personas a las que la madre eligió como cómplices y que aceptaron participar en la justa y necesaria venganza.
“Desde que los llevaran a comisaría esa misma noche, los cinco acusados permanecieron en prisión preventiva hasta la celebración del juicio. Lo que ellos no sabían en ese momento es que estar encerrados quizá les estaba salvando la vida. Porque fue en el preciso instante en el que los primeros rayos de luz iluminaron el hospital durante aquel asqueroso amanecer del primer día sin mi hija, cuando prendieron en mí las ganas de venganza que me han traído hasta donde estoy ahora.”
Y en el último tramo, se narrará la preparación y ejecución de la venganza. Los nervios, los ánimos, las reafirmaciones, las convicciones, el método elegido, la forma desechada…
La metamorfosis infinita es un libro que se lee muy rápido. Paul Pen consigue trasladarnos el optimismo vital de Alegría, las ganas de vivir incluso más allá de la propia vida, traspasando los muchos lados malos de esta vida que nos ha tocado vivir. Pero también nos hace comprender a su madre. Todos en su situación clamaríamos justicia y venganza, cosas que al fin y al cabo muchas veces son lo mismo, y tomaríamos la justicia por nuestra mano en caso de que la ley, en forma de juez, se riera de nosotros y nos meara en la cara como hace en este caso.
En definitiva, un libro capaz de sacar lo mejor y lo peor de uno mismo a la vez. Una lectura ágil y entretenida que no puede soltarse desde que se empieza a leer y que no te da un minuto de paz.