Reseña del libro “La mitad evanescente”, de Brit Bennett
En La mitad evanescente, la autora estadounidense Brit Bennett nos transporta a esta historia ambientada entre Nueva York, Los Ángeles y sobretodo en Mallard, un pueblito completamente desconocido y alejado, situado en el sur de Estados Unidos. En dicha aldea, sus habitantes de piel negra tienen una obsesión y ésta es la de emparejarse con personas negras que tengan la piel lo más clara posible. Pues bien, las gemelas Stella y Desiree Vignes, nuestras protagonistas, cuentan con dicho requisito y Desiree, deseosa de salir de ese pueblo asfixiante, convence a su hermana para que dejen atrás el pueblo y huyan a Nueva Orleans para ser libres de una vez. Sin embargo, el destino de las gemelas se truncará cuando Stella abandone a Desiree y los caminos de las hermanas se separen irremediablemente.
Esta novela llegó a mis manos porque la tenía incluida en mi interminable lista de pendientes desde que supe de su existencia el verano pasado. Nominada a los premios National Book Award 2020 y al Women’s Prize for Fiction 2021, y llena de buenísimas críticas en la red, es una novela que he devorado en dos días. Se trata de una historia en la que se abordan muchos temas sociales y que gracias a la lucha de sus respectivos colectivos, empiezan a encontrarse encima de la mesa y comienzan a dársele voz sobretodo en redes sociales. Asimismo, La mitad evanescente es un retrato de la raza, del género, de las clases sociales, pero sobretodo, de la identidad. Desde que abandona a su hermana, Stella Vignes se hará pasar por blanca, se casará con un hombre blanco y se encargará de que a su familia y a ella misma se les perciba siempre como blancos. Sin embargo, esa identidad que ella rechaza, el hecho de que a pesar de tener la piel clara, pertenece a la comunidad negra, de algún modo la perseguirá en todo momento, porque al fin y al cabo, resulta imposible negar lo que uno es, y para Stella su origen la atormenta. Por su parte, Desiree, huirá de su marido maltratador y volverá a Mallard de la mano de una niña negra, una niña con la piel mucho más oscura de lo que los habitantes de Mallard quieren tolerar. Asimismo, esta novela nos llevará a través del tiempo, entre los años 60 a los 90 de la mano de las gemelas y también de Jude, la hija de Desiree y sus vivencias en la universidad, enamorándose por primera vez, en las experiencias que tiene con las personas de su entorno por su color de piel, como también seguimos a Kennedy, la hija de Stella en su sueño por conseguir ser una estrella de cine. De nuevo, una vez me reitero, como en otras reseñas siempre digo, hasta aquí prefiero contar de esta historia ya que considero que la magia de esta novela radica en el hecho de cómo las historias de estas cuatro mujeres se encuentran entrelazadas entre sí, pero como cada una va buscando su camino.
A su vez, debo decir que esta novela ha sido lo que esperaba y al mismo tiempo algo distinto. Por un lado, esperaba una historia en la que se trataran los temas que anteriormente he indicado, pero al mismo tiempo, decir que ha habido momentos en los que no lograba entender por qué algunos personajes actuaban del modo en que lo hacían. Sin embargo, una voz en mi interior me recordaba que no estoy en la posición de estas mujeres, que probablemente nunca las llegue a comprender del todo y como aprendizaje me llevo la lección de que hay que leer sin juzgar e intentar entender que una desde una posición socialmente privilegiada no puede hacer juicios de valor.
Así pues, es una lectura muy recomendable. Se la recomendaría a aquellas personas que aun interesadas en estos temas, sepan poco de género, de raza, de sexualidad, porque considero que La mitad evanescente puede ser una novela que abra la mente a muchas personas, mientras que a las que ya conozcan, les haga disfrutar, dado lo bien escrita y necesaria que es esta historia y darle voz a estas mujeres.