La montaña festiva

La montaña festiva, de Alisa Ganieva

la-montana-festivaHace unos cinco años y unas doscientas reseñas empecé mi colaboración con Libros y Literatura hablándoles de una prometedora autora rusa que estaba incluida en una recopilación de cuentos de autores jóvenes que se llamaba El segundo círculo y que me había impresionado por su frescura y por el retrato que hacía de su Daguestán natal. Aquellos cuentos los firmaba con el pseudónimo Gula Jirachev, pero se trataba en realidad de Alisa Ganíeva, autora de esta magnífica novela que mantiene esa frescura colorista tan honesta y pegada a la realidad que en aquel momento tanto me gustó. Resulta especialmente gratificante comprobar cómo se van consagrando autores por los que uno apuesta cuando son jóvenes promesas.

La montaña festiva es un retrato realista del Daguestán actual, tan fiel a la realidad como sólo puede serlo la ficción porque el leit motiv de la novela es un punto de partida ciertamente distópico, pero algo me dice que gracias a ello la autora tiene la libertad narrativa suficiente como para permitirse retratar la realidad del Cáucaso. Ese arranque distópico en su literalidad pero sorprendentemente descriptivo como metáfora es la construcción de un muro por parte de Rusia mediante el que aislarse de un Daguestán sumido en una terrible esquizofrenia entre su herencia laica postsoviética y la deriva islamista extremista que tan conocida nos es a todos para nuestra desgracia.

Al principio resulta gratificante leer la descripción que hace Alisa Ganíeva de una sociedad plural, viva, en la que conviven diversas sensibilidades y con un irresistible encanto oriental, aunque desde el primer momento se intuye que hay algo a punto de romperse. Pero es reconfortante comprobar que no todo son lo que lo personajes llaman “barbudos”, islamistas radicales. Pero es una sociedad en ebullición constante, un pueblo que todo lo discute y todo vehementemente. Sin embargo resulta desesperanzador contemplar la evolución hacia el desgobierno primero y hacia el extremismo después de unos personajes a los que uno ha conocido previamente. No es lo mismo comprobar algo que uno sabe por verlo en un periódico que leyéndolo a través de unos personajes a los que el talento de Alisa Ganíeva ha convertido en algo nuestro. Tal vez esa sea la gran aportación de La montaña festiva, acercarnos a una situación probablemente trascendental a través de las vivencias y las situaciones de unos personajes que podríamos llamar “normales”, ciudadanos de a pie.

No es el islamismo radical el único fantasma que sobrevuela La montaña festiva, también el machismo, un machismo terrible y omnipresente, aparece en cada línea y Alisa Ganíeva lo retrata de un modo tan natural que parece, porque probablemente lo sea, algo aceptado y cotidiano. Y es una faceta más de la batalla entre ley y charía, algunos personajes femeninos tratan de defender sus escasas y tímidas conquistas en el campo de la igualdad, pero pronto se ve que las mujeres son doblemente víctimas, como suelen serlo en cualquier barbarie.

La inmersión en este nuevo oriente a través del estilo fluido y contundente de Alisa Ganíeva es extraordinariamente interesante, literariamente es un verdadero placer pero además, desde el punto de vista de la actualidad, es necesaria.

Andrés Barrero
@abarreror
contacto@andresbarrero.es

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