La naranja mecánica, de Anthony Burgess
Título: La naranja Mecánica
Autor: Anthony Burgess
Editorial: Booket
Páginas: 201
ISBN: 9788445078822
Había visto la película, y no, no había leído el libro, un tema que ya, este fin de semana he dejado solucionado. La naranja mecánica, una película que, la primera vez que la vi me dejó profundas heridas en el alma, son esas cosas que pasan cuando uno se precipita en “videar” (ver) cosas que no son apropiadas, ni mucho menos, para la edad que se tiene.
El libro me ha gustado mucho, y comprendo que fueran los propios Rolling Stones los que en primer lugar se hicieran con los derechos de esta novela. No es difícil imaginar a Mick Jagger como Alex, y al resto de la banda como sus “dragos” (Amigos) El texto de Burgess es absolutamente bestial y muy visual y también es lógico que Kubrick no dudara un momento en comprarles esos derechos para llevarla al cine. Estupenda historia también, como ven, el propio recorrido de este libro.
Muy, pero que muy interesante y recomendable, aun cuando no vayan ustedes a leer la novela (que deberían), es la introducción que el propio Anthony Burgess hace en esta edición en la que nos explica cómo nace la novela y cómo evoluciona hasta llegar a ser la súper afamada película en la que hoy todos piensan. Que de no haber sido por la película, cree el autor, que la novela ya estaría muerta y enterrada y borrada de la memoria literaria del mundo… Y yo creo que puede ser pero tampoco se puede asegurar.
Nos cuenta este interesante autor que la novela consta(ba) de tres partes, con siete capítulos cada una de ellas, si bien el editor le obligó a eliminar el séptimo capitulo de la parte tercera, y así se publicó en Estados Unidos, pero no después en Gran Bretaña que se publica completa. No obstante es la edición americana la que Kubrick llevará a la pantalla.
¿Qué diferencia hay entre leerla con o sin el capítulos final?
El autor dice que la diferencia está en que tal como se ve y se lee en EEUU es una fábula, mientras que la edición que leemos en Europa es una novela … Dice muchas más cosas, como que el editor de EEUU le dijo que los americanos son mucho más fuertes y capaces de aguantar la dureza que los ingleses (y por ende los europeos, supongo), así pues, solo los lectores de esta edición europea podrán comprobar qué es lo que realmente pasa con Alex y el momento en que nace en él la verdadera necesidad de cambiar.
Una novela que, como bien saben todos ustedes, narra las terribles andanzas de Alex, un jovencísimo(14-15 años) y carismático psicópata apasionado de la violencia en todos sus modelos y géneros. Y de su pandilla. Alex, un día es traicionado por sus drugos (amigos) y es detenido y condenado a 14 años de reclusión por asesinato. Allí decide libremente someterse a un tratamiento mediante el cual los actos violentos se asocian con náuseas y malestar físico. Todo ello narrado con una tremenda fuerza visual y musical, pues como el mismo libro dice, la música sirve para acentuar los sentimientos. La música, tan presente y necesaria en la novela como en la versión cinematográfica.
Y casi me olvido de hablarles de las palabras, y de la importancia de la comunicación, y de que el autor hablaba unos cuantos idiomas: Inglés, malayo, ruso, francés, alemán, español, italiano, japonés, y un poco de hebreo, chino, sueco y persa. Así que no es extraño que se le ocurriera crear para este libro un lenguaje al que llamó NADSAT, que sería el que hablaban los adolescentes en el libro. En la Edición en español, en la parte final, existe un glosario nadsat-español que contó con la colaboración del propio autor, si bien este glosario no existe en la versión inglesa ni americana. Para mí, que no soy muy buena con los idiomas, he de reconocer que me ha tocado videarlo (verlo) en muchas ocasiones, pero llega un momento en que incluso la traducción se hace intuitiva.
Algunas curiosidades más:
En 1959, cuando Anthony Burgess, crítico, compositor, libretista, poeta, dramaturgo, guionista, ensayista, cronista de viajes, presentador, traductor, lingüista, y pedagogo, le detectan un tumor cerebral inoperable, teniendo en cuenta que el tiene 41 años y a fin de dejar algo de dinero a su esposa tras su muerte deja todo y se dedica a escribir durante los dos años que le han dado de vida. En estos dos años escribe cinco novelas y media, como bien pueden imaginar la media fue A clockwork orange, la que hasta nosotros llegó como “La naranja mecánica”. La logró terminar y no sólo eso, sino que nuestro autor vivió hasta 1993 año en que murió de un cáncer de pulmón. Ya ven que la medicina no es una ciencia exacta 😉
Tras la lectura de la novela te das cuenta de que ésta es una forma brutal de reflexionar sobre la condición humana, y no es extraño ya que parece que la novela está inspirada en un terrible incidente vivido por el autor y su esposa en Londres, al final de la II Guerra Mundial, en el que cuatro marines estadounidenses les robaron y violaron a su esposa, que se encontraba embarazada y abortó tras los terribles hechos. La literatura y la vida real que siempre van de la mano…
Susana Hernández
Susana:
ahí tengo guardada como pesadilla un pedazo de esta película que vi en esa edad en que no debía haberla visto (coincido en esto contigo, hay edades en que si algo no es apropiado, quedan huellas). Fue espantoso. Tanto, que no he podido acercarme al libro, ni ver la película. Gracias a tí voy a saber mejor de qué se trata pero no creo que lo lea. Creo que en estas épocas la habría llevado al cine Tarantino 🙂
un beso,
Ale.
Es más que problable que al haber vuelto a ver la película o incluso haber leído el libro tras mis estudios y experiencia, no solo vital, sino jurídica, creo que nada tiene que ver con aquella jovencita que accedió al cine casi de tapadillo para que no le pillasen siendo menor de 18 años. Y ese último capitulo que no conoce quien sólo ha leído la película (si, si leído) hace que te puedas seguir creyendo en el ser humano.
Yo, sin embargo no la veo como para Tarantino, casi todas las lesiones y heridas son internas y cerradas jejejej
Pues le doy la razón al autor, hay que ver lo que tira el cine. Lo mismo podría haber pasado con “Lo que el viento se llevò” y tantisimos buenas novelas que habrán y no nos enteramos. Es que no se puede con todo. Es una suerte, sin duda, y ayuda esto del cine.
¡Qué interesante lo del don de lenguas, en el sentido de crear él mismo para la novela una propia!
Jajajaja, me has hecho reír con lo de que la medicina no es una ciencia exacta. De hecho ya estaba poniendo cara de tragedia cuando has soltado el craso error médico, jajaja. ¡Bien!
Y bueno, novela sobre la condición humana, pero Susana, sobre cierta condición humana, ¿no?
Bueno, qué decirte, yo también funciono con asociaciones, y ver el nombre que me recuerda a la película automáticamente va a compañado de un malestar de estómago, y no exagero, la violencia gratuita, o la locura sin sentido, por ser algo inevitable, puede que genético, no me gusta mucho ahondar en ello: me basta con saber que existe.
¡Oye! ¡Pero a pesar de eso, tientas! ¡Eso siempre! jeje
Tanto el libro como la película es para adultos, eso está claro, y a todos nos ha pasado que nos adentramos en su día en este film sin formación de ninguna clase. Mi hija está haciendo un trabajo sobre la Naranja Mecánica, Derecho, justicia, sistema penitenciario etc.. Es muy interesante. En el libro Alex tiene 14 añitos y es condenado a 14 de cárcel. Cómo le decía a Alex ese último capítulo que nos regaló a los europeos es para que nos reconciliemos con la condición humana… Igual algún día me dices que lo lo has leído y que has podido digerirlo mejor
Yo croe que escribir este libro fue una terapia para el autor
Susana:
es que esos libros que al autor le sirven de terapia luego lo dejan a uno como para recibirla 😀 jajaja
Debe estar muy interesante ese trabajo de tu hija.
Me picas, me picas…ayyyyy
un beso,
Ale.
(otra coincidencia!!! Seguro que no somos gemelas del tipo tu a Boston y yo a N.Y.??? jajajja)
Recuerda, porque vives al otro lado del charco, que deberías elegir una edición completa con sus 21 capítulos, para que no te pase como con la peli y no te deje tan mal sabor de boca
Besicos !
Acabo de encontrar su blog y me parece muy bueno, estoy leyendo la naranja mecánica y me parece interesante pero he tardado por todas las palabras que debo estar checando su significado.
llega un momento que de tanto repetirlas llegas a aprenderlas, es cierto que al principio relentiza muchísimo la lectura. Me alegra que nos hayas encontrado y será un placer verte por aquí de vez en cuando.
Un saludo !