Ser aficionado a los cómics te lleva a explorar la mayor variedad posible de formas artísticas en las que se pueden expresar. De las más canónicas en cuanto a secuencia narrativa a las más abstractas; de los superhéroes de acción a los cómics autobiográficos de autor; de las tiras cómicas de periódicos a las extensas novelas gráficas alternativas; del cómic americano al europeo o al japonés; de lo más literario a lo mudo. Si estás dispuesto a gozar del noveno arte, las posibilidades de adentrarte en él y no dejar de descubrir cosas son casi ilimitadas. Nosotros mismos como lectores vamos, a lo largo del tiempo, variando nuestros gustos literarios y buscamos en las obras otras formas o voces que nos iluminen. A veces alternamos unos estilos con otros, pero incluso con esta capacidad de abrirnos a diferentes modos de expresión gráfica, nos falta, quizás, una guía que contextualice aquello que tenemos en las manos. Nos surgen un sinfín de preguntas sobre la evolución del medio, su finalidad, el futuro que le espera e, incluso, sobre el propio formato que sujetamos con las manos, diferente si lo comparamos con otros que descansan sobre la estantería. Un ensayo histórico, por tanto, que nos hable sobre la vida y desarrollo del cómic se antoja de lo más necesario y emocionante para todo aquel lector del noveno arte.
La novela gráfica de Santiago García es el libro indispensable para conocer la historia y evolución del cómic desde el siglo XIX hasta nuestros días. Un riguroso y accesible ensayo donde se traza un camino con sus diversos callejones transversales que narran la vida de un género artístico con autonomía propia. Ya no se trata de una variedad o subgénero que surge de la literatura, sino una expresión independiente con sus formas narrativas particulares en las que dibujo, composición, narración (gráfica y textual) e historia han ido desarrollándose a lo largo de los años y confeccionando su independencia artística. Una larga trayectoria que, cronológicamente, se nos va presentando casi con un sentido biológico en el que desde su nacimiento hasta hoy ha madurado en infinidad de sentidos en función del contexto histórico y geográfico. También se nos muestra cómo ha cambiado la recepción en el lector y la crítica del mismo, pasando de un género menor, de mero entretenimiento infantil a obras de carácter artístico o intelectual. En definitiva, un recorrido histórico que ofrece aquello que solo podemos deducir tímidamente al leer todo tipo de cómics, pero que nunca llegamos a comprender del todo en su mayor profundidad. Sin duda, la lectura de este libro enriquece y muchísimo el valor que tienen los tebeos que tenemos por casa (y tantísimos que quedan por leer) y fomenta el adentrarnos aún más en la lectura de cómics.
Sobre su autor, Santiago García, debo destacar primeramente, por actualidad, su reciente obra publicada La cólera (Astiberri, 2020) junto al inmenso dibujante Javier Olivares y cuya reseña podéis leer en este mismo blog. Este equipo creativo ya ganó el Premio Nacional de Cómic en 2015 por Las Meninas (Astiberri, 2014). Otras obras destacables, y también en orden de actualidad, la obra compuesta junto a Pepo Pérez El vecino (Astiberri, 2019) que ha sido adaptada en formato serie para televisión o el guion de Beowulf (Astiberri, 2013) con dibujo de David Rubín. Con todo esto, yo he conocido a este autor por su labor divulgativa donde la sencillez y la rigurosidad de datos y fuentes de información, genialmente contrastadas, me ofrecen la confianza necesaria para tenerlo como referente. Los libros de divulgación de cómic están creciendo en paralelo al interés que está despertando el propio medio en sí. Muchos otros libros y cito solo algunos que se me vienen a la memoria o que tengo justo a mano como los de Luis Gasca y Roman Gubern (El discurso del cómic, Cátedra, 2011), Gerardo Vilches (Breve historia del cómic, Nowtilus, 2014), Will Eisner (La narración gráfica, Norma, 2017), Rubén Varillas (La arquitectura de las viñetas, Viajes a Bizancio, 2016) y el inmenso catálogo de artículos de Tebeosfera son también paradas obligadas para buscar y hallar información necesaria sobre la historia y la técnica del cómic. Como librero, y a pesar de pertenecer a una librería generalista, hago todo lo posible por tener siempre disponibles estos títulos, y en concreto La novela gráfica, para ofrecerlos a los lectores. Más si cabe, para aquellos que están preparando tesis o trabajos en sus estudios y requieren de un buen manual de consulta aunque también para los que, como yo, son unos curiosos incansables y gustan de ir un poco más allá sobre los tebeos.
Los elementos de rigurosidad y enfoque histórico ameno que destacaba en el estilo de Santiago García son los que conforman el libro. Componentes que me gustaron especialmente porque hicieron que me adentrase en la obra con el interés que se muestra cuando un profesor da una clase magistral frente a su audiencia. Amén de las notas al margen que he escrito a lo largo del libro para complementar y la cantidad de nombres de autoras y autores que presenta y a los que ya he ido hincando el diente, están las anécdotas sobre algunos episodios que ha experimentado el cómic, sobre todo los atribuidos a la etapa underground, y que esclarecen los cambios que ha desarrollado el arte del tebeo, como así también el hábito de su lectura y distribución en las tiendas especializadas. A esto se le suma muchísimas fotos en color y b/n para destacar el arte de obras citadas en el contenido y la cuidada edición de Astiberri con portada del genial Max. Si la historia está para demostrar la validez de los hechos y con ellos dar el valor oportuno a cada cosa, este libro manifiesta la importancia del cómic como obra de arte y cuya historia, la suya, lo ha ido moldeando para que así sea considerado.