El primer cómic que cayó en mis manos de La Patrulla-X era un grapa de los Classic X-Men. Tenía unos diez años y recuerdo que me impresionó sobremanera ver en la portada a Coloso alzándose, plateado, resplandeciente, casi victorioso, por encima de los cuerpos exangües o moribundos de sus compañeros. El dibujo del interior era igual de impresionante y la acción no decaía ni un ápice durante las pocas hojas de las que gozaba aquella historia. El color, a base de puntitos, entonces era una pasada; a día de hoy es una delicia para nostálgicos.
Los autores de aquel tebeo (porque, por aquel entonces eran tebeos) eran Chris Claremont y John Byrne. Claremont consiguió con sus guiones que La Patrulla-X pasara de ser una serie a punto de ser cancelada a convertirse en una de las más exitosas de la época y junto a Byrne creó una de las mejores etapas del grupo de mutantes: La Saga de Fénix Oscura. Aunque todo eso a un chaval de diez años, novato en el tema de mutantes y ansioso de aventuras y de personajes increíbles, le importaba más bien poco.
Y pasaron los años, y pasé páginas y páginas repletas de mutantes que eran repudiados por una sociedad que temía al diferente. Y quise (y aún quiero) ser Lobezno, con su ¡SNIKT! al sacar las garras de adamantium, con su mala leche y su pose de ir por libre sabiendo que tarde o temprano volvería con sus compañeros. Y entendí la postura de Magneto así como la de Charles Xavier. Me enfrenté a la compleja dicotomía que versa sobre ser amigo y a la vez enemigo. Y cuando parecía que La Patrulla-X no podía darme más satisfacciones estrenaron la serie de dibujos animados. Ver en movimiento a mis mutantes preferidos fue impagable.
Gracias a una apremiante elipsis narrativa viajaremos en el tiempo, al otoño de 2018. Fue entonces cuando vi que Panini Cómics iba a publicar La Patrulla-X: Génesis Mutante 2.0 y supe que debía leerlo a toda costa, y es que en dicho volumen se recogen las tres últimas historias de Chris Claremont como guionista de la serie, trabajo que ejerció durante 16 años y de forma ininterrumpida. Aquel niño de diez años que descubrió a los mutis gracias a Claremont, ahora iba a leer la despedida que el guionista escribió para unos personajes que seguramente acabaron convirtiéndose en unos buenos amigos.
El tomo recoge siete números que relatan dos arcos argumentales. Los tres primeros, los escritos por Claremont, nos cuentan por enésima vez el enfrentamiento entre Magneto y La Patrulla-X. La capacidad de persuasión de Magneto esta vez será tal que conseguirá que se cree una escisión en el grupo. Las desavenencias serán llevadas hasta tal límite que los enfrentamientos entre compañeros serán de cariz brutal. Gambito contra Forja. Cíclope contra Pícara. Bestia contra Coloso. Amigos contra amigos. Y así se marcharía Chris Claremont. Con una historia más. Entretenida, emocionante, comedida. Ni mejor, ni peor.
El relevo a la hora de crear argumentos lo tomaría el propio dibujante de esos tres últimos números de Claremont: Jim Lee. Junto a John Byrne y Scott Lobdell crearía los guiones en el que nacería el villano Rojo Omega. Anteriormente un asesino en serie, pero después de la caída del comunismo en Rusia y tras ser resucitado y modificado se transforma en un guerrero sediento de sangre que le pondrá las cosas muy difíciles a La Patrulla-X y en especial al pobre Lobezno. Esta segunda historia del tomo sobre todo ofrece hostias como panes, hostias como panes y hostias como, sí exacto, panes.
Sirva como advertencia que La Patrulla-X: Génesis Mutante 2.0 es un cómic de los años 90, una década que fue famosa por cómics con guiones creados a las cinco de la mañana en la barra de un bar en los que únicamente primaba el dibujo espectacular y las splash page a mansalva. A los lápices de esta obra encontramos a Jim Lee y basta un rápido vistazo para percibir la hipersexualización de todos los personajes y esas poses imposibles que solo pueden dar como final una columna vertebral quebrada. Con todo, no se le puede negar la espectacularidad de algunas escenas de lucha, con unas magníficas viñetas que, gracias también a la remasterización del color, podrían mutar tranquilamente en unos vistosos pósters para vestir las paredes de una habitación.
La Patrulla-X: Génesis Mutante 2.0 es el cómic apropiado para todo aquel que quiera leer los últimos pasos de Chris Claremont junto a los mutantes, para aquellos que pongan el dibujo por encima de la historia y para todo aquel lector que disfrute con la acción desenfrenada.
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