La pirámide del café, de Nicola Lecca
La crisis económica que viene golpeando a España obliga a muchos jóvenes a emigrar hacia otros países en los buscarse el sustento de cada día; a algunos no les cuesta demasiado porque están acostumbrados a viajar, pero están aquellos que, más apegados a la tierra que los vio nacer, tienen que hacer de tripas corazón y pasar a vivir en una cultura diferente, con sus pro y sus contras. Entonces deben pasar de moverse como pez en el agua a sentirse inocentes ante una gran ciudad que puede devorarlos.
Eso es más o menos lo que le pasa a Imi, el personaje principal de La pirámide del café, de Nicola Lecca, aunque él no llegó a Londres desde España, Italia o Portugal… sino desde Hungría, o más precisamente desde un orfanato ubicado en ese país, en el que vivió sus anteriores 18 años.
Criado bajo rutinarias reglas, con escasez de recursos y sin ningún tipo de lujo (tanto material como alimenticio) Imi ve cumplido su sueño cuando a los 18 años es habilitado para abandonar el orfanato y hacer de su vida lo que de su vida pueda hacer; y en su mente siempre estuvo Londres, que lo recibe con los brazos abiertos y hasta con un trabajo que lo hace feliz: Proper Coffee, una de las cadenas de venta de café más importantes del mundo, que automáticamente relacionaremos con esa marca en la que todos estamos pensando pero que no mencionaré porque no es necesario.
Siendo una cadena multinacional organizada en una estructura jerárquica piramidal, en Proper Coffee nada está librado al azar, sino todo lo contrario: todo está regulado, nada escapa a su Manual del Café. Acostumbrado a vivir bajo reglas, Imi se encontrará seguro y tranquilo y sentirá que nada puede ir mal… pero su inocencia se irá encontrando de a poco con una realidad un poco más cruel.
Como cruel es el capitalismo feroz, que es lo que en esta novela se critica, aunque siempre desde un tono humorístico e irónico; ese capitalismo extremo que solo piensa en generar ganancias y que saca lo mejor de sus empleados (siempre con la mejor sonrisa), pero que no dudará en arrasar y cambiar todo, incluso al factor humano, si las cosas no marchan bien.
No es lo mismo hacer turismo que pasar a vivir en otro país. Al hacer turismo elegimos qué ver, al vivir, día a día, iremos viendo todo lo que contiene un país y no solo su fachada.
Imi, más por las opiniones que va recogiendo (de un emigrante catalán, de un librero amigo, de una sorprendente Premio Nobel de Literatura) que por su escasa experiencia, empezará a abrir los ojos y se encontrará cuestionando si los sueños que muchos tenemos (progreso, una casa, un coche, un piso) realmente valen la pena o no son más que las cosas más importantes de las menos importantes. La pirámide del café es, además, una ácida y punzante crítica a la sociedad inglesa, a la cual el autor, o sus personajes, consideran falsa y superficial.
Como punto negativo de esta libro no puedo dejar de remarcar la aparición de al menos una docena de errores de escritura que relaciono más que nada con la traducción del italiano y la posterior corrección. Erratas que seguramente se corregirán en próximas ediciones.
Divertida, amena y llena de capítulos cortos que enganchan, La pirámide del café es un libro bien escrito que nos propone una pausa para ver y preguntarnos acerca de nuestros verdaderos objetivos en esta vida rápida en la que muchas veces actuamos movidos por una rutina comercial que nos dice exactamente en dónde (y en qué objetos materiales) se encuentra la felicidad. Altamente recomendable.
Roberto Maydana