La novela de la que hoy os vengo a hablar está escrita por Leslie G. y es la segunda que leo de la editorial Caligrama. Y al igual que con Entre las sombras, en esta que hoy os traigo me ha vuelto a enamorar la suavidad del tacto del libro, una textura casi como de terciopelo, casi como si pudiera sentir el azul de ese bosque que protege a La princesa de Elsseria.
Pero, ¿qué es Elsseria? Pues ni más ni menos que el reino del bosque azul. Un reino escondido y mágico con dos soles y un mar violeta. ¿Hay algo más bonito? Y en ese reino encontramos a una reina solitaria, Tara, y a una princesa diferente a todas las demás, Liah. Una criatura con el pelo azul, cuernos y una belleza suprema.
Y alejado de Elsseria se encuentra el reino humano. Cada cincuenta años los dos pueblos envían a uno de los suyos al otro reino para mantener la paz y conocer sus costumbres. Así, la estabilidad y la ayuda permanecen intactas.
Derek, un joven capitán humano, es enviado a Elsseria y no puede evitar sentirse atraído por Liah. Pero Liah necesita escapar, desconoce su origen y debe encontrarse a sí misma. ¿Qué pasará entonces entre ellos? ¿Qué tipo de criatura es Liah? ¿Un ser de las tinieblas tal vez?
Una chica extraña esta princesa, incluso para ser elsseriana. Una niña a la que he sentido, desde el comienzo del libro, como un personaje incomprendido, desubicado. Una criatura especial, esplendorosa, como un hada frágil e inocente, pero a la vez letal.
De esta forma, en nosotros surge ese sentimiento de protección hacia ella, de querer ayudarla, pero al mismo tiempo hay algo en Liah que nos provoca temor, que nos asusta porque desconocemos su verdadera naturaleza y no sabemos a ciencia cierta si puede llegar a ser capaz de transformarse en algo malvado y sediento de sangre delante de nuestros ojos y arrasar con todo. Un monstruo en el cuerpo de una niña hermosa. Un monstruo dormido, pero que cuando despierta es capaz de cualquier cosa.
Y eso es lo que todos tememos. No solo en Liah, sino en nosotros mismos. De eso trata esta historia: la eterna lucha entre lo que está bien y lo que está mal dentro de nuestros propios corazones. En mi opinión, todos tenemos una parte buena y una parte mala, pero en nuestra mano está permitir que un lado domine al otro. Solo que Liah es muy joven y su lado oscuro cada vez se hace más evidente, más fuerte. Pero ella es la única que tiene la última palabra, y solo ella puede tomar la decisión correcta, lo que de verdad quiere hacer consigo misma.
Sinceramente, esta princesa me ha llegado al alma, se me ha grabado a fuego. Digo esto porque esas dos caras que puede llegar a tener, esa lucha interna y esa valentía, hacen de ella una protagonista muy rica y necesaria a nivel literario. Una chica que, del mismo modo que cualquier hombre o mujer, debe aprender a aceptarse con sus virtudes y sus defectos. Y solo de esa manera podrá descubrir quién es y controlar su poder.
Además, debo recalcar antes de terminar que, a pesar de haberme quedado con ganas de conocer a Derek y a Liah un poco más a fondo —pues al ser un relato corto no ha sido posible que la autora profundizara en el pasado de cada uno—, tanto el uno como la otra son personajes bien construidos, que se complementan a la perfección, ideales como protagonistas de esa exquisita atmósfera que ha sabido crear esta escritora.
Y es que Leslie G. es capaz de trasladarnos con total facilidad a ese mundo soñado, a ese reino ficticio y radiante llamado Elsseria. Un lugar y unos personajes moldeados y esculpidos por una pluma sencilla pero cautivadora que atrae al lector y logra que este desee engullir el libro de una sentada.
Un libro repleto de descripciones hermosas, capítulos muy cortos que enlazan de manera rápida y trepidante unos con otros, diálogos breves pero intensos, sentimientos, fortaleza, lucha contra el destino y siempre… el amor. Por supuesto, da igual que tengamos el pelo azul, cuernos y sed de sangre. Sin amor no somos nada.
Dicho esto, no hay excusas entonces para los aficionados a la literatura fantástica. Esta novela de 172 páginas es breve, como ya he dicho, y se puede leer en una tarde. Así que no dudéis más y atreveos a conocer a esta bella y mortífera criatura llamada La princesa de Elsseria.