No sabría muy bien explicarles el motivo por el que me embarqué en esta lectura, supongo que el hecho de que yo siempre haya pensado que todos los seres humanos son religiosos por naturaleza, y el interés que siempre he sentido por la filosofía, no estarán muy lejos para que de forma consciente o inconsciente haya seleccionado este libro, no solo para leerlo sino para hablarles de él. Porque no se trata de leer, sino de contar después. Aunque como diría mi cuñado, ¡para lo poco del libro que nos vas a contar…!
Y es que de verdad pienso que hay libros que no cuesta leer, este sería uno de esos casos, pero que luego cuesta mucho explicar, porque gran parte de lo que nos dicen son cosas que nos llevan a profundizar en nosotros mismos. Y si pasa con la filosofía en general, imagínense si hablamos de la religión, que es el tema al que nos va a acercar Javier Sádaba desde este libro que les acerco y que se titula “La religión al descubierto”.
Tengo que decir que no conocía a este filósofo y licenciado en Teología, que cuenta con un brillante currículum ya que fue durante muchos años catedrático de Ética en la Autónoma, pero lo fundamental es que su formación es de lo más variopinta ya que estudió en la Pontificia de Comillas, Salamanca y Roma, y amplió sus estudios en Alemania, El Reino Unido y Estados Unidos. Así pues no de extrañar que en la actualidad forme parte de varios observatorios de bioética y que naturalmente tenga a sus espaldas numerosos libros y artículos.
La religión pertenece a zonas profundas de nuestro ser, y en ese sentido es radicalmente antropológica … Ya ven que no andaba muy lejos de estas teorías de los maestros. Porque si algo encontraremos también en este libro, serán constantes referencias a filósofos, sociólogos, historiadores, antropólogos o sociobiólogos, como Edward O. Wilson, para el que la religión es como un virus, una compañera inseparable en la evolución del ser humano por lo que es del todo improbable que desaparezca.
Y llegados a este punto ya tienes debate con los demás o contigo mismo, y es por eso por lo que les decía que no es fácil adentrarse en estos libros porque son temas que nos llevan a lo más profundo del hombre, entendido en su sentido más amplio de ser humano.
Fíjense, dice el neurólogo y Premio Nobel Jon C. Eccles que algo tan maravilloso como la mente humana no podía ser sino obra de un creador ¿Y se pondría usted a discutir con este señor? ¡Jejeje! Yo creo que es natural maravillarse ante la mente humana, algo tan explicable como inexplicable. Difícil, ¿no? Para mí sí. Yo también veo en el ser humano algo especial, y como les decía al principio de esta reseña me parece interesante este tipo de ensayos, cortos, claros, comprensibles y que nos llevan a la reflexión. Cualquier cosa que me haga reflexionar sé que me hará más libre.
Susana Hernández
Me encantan los libros que nos hacen mover por dentro…que te hacen debatir contigo misma y con quienes te rodean cuando hablas de él. Es cierto…antropologicamente se dice que somos seres espirituales. Y no hay más que irse a las tribus, que parecen estar más cerca de lo que pudieron ser nuestros inicios…Pero elegir o sentir ser espiritual lleva consigo una serie de desprecio actual por la sociedad que nos rodea.
Estoy hablando…(o escribiendo), sin haber leído el libro…bueno…espero encontrarme con él, porque cuando alguien es…no puede ocultar lo que es…y si lo hace no se sentirá bien durante mucho mucho tiempo….
Gracias, me ha encantado leerte. Un beso y feliz verano
Querida María, te imagino aquí en mi casa, con una humeante (incluso en verano) taza de té, leyendo sobre esto de la religión y enseguida me siento y me tomo uno contigo. Religión, religiosidad, al final siempre vamos a lo humano, y de ahí a lo divino, así somos… La literatura es también así, la vida que dejamos plasmada de hechos humanos y divinos.
Pasa un estupendo verano también tú!!
Estoy contigo, Susana. Somos religiosos por naturaleza, o lo que es lo mismo, somos espirituales por naturaleza, necesitamos contactar con nuestro yo profundo para conectar con el resto de personas y naturaleza. Si se pierde esto, perdemos el norte, como dicen que nos pasaría si no durmiéramos. Habrá que ver qué nos va a pasar con tanta distracción proveniente de lo tecnológico, ya no nos queda casi tiempo para ese contacto con nuestro yo. Por fortuna a nosotras nos queda la lectura, pero aunque se vendan muchos libros, no creo que realmente se lea mucho, sino cada vez menos.
Me llevo tu libro, of course, que veo que tanto te ha inspirado con tan poco número de páginas.
¡Feliz verano! y ¡felices viajes, que hayan muchos: esa otra forma de leer!
Creo que lo he leído tan agusto porque me iba sintiendo identificada con el discurso del autor, y supongo que cuando uno se cree un discurso luego lo puede vender con credibilidad.
Yo siempre he estado profundamente convencida de que somos religiosos por naturaleza, espirituales, y además es que creo que eso es bueno.
Feliz verano también para ti, amiga!!