Criaturas fantásticas como los dragones y los unicornios son precisamente eso: seres de fantasía que viven en los cuentos. Seres que no existen en la vida real. Pero… ¿y si estas y otras criaturas de nuestros sueños y pesadillas existieran realmente?
En La sinfonía del unicornio, de Tiffany Calligaris, unicornios, dragones, zorros de nueve colas y pájaros que renacen de sus cenizas campan a sus anchas por Estarella, un continente donde criaturas mágicas y humanos, con poderes y sin ellos, conviven.
Y en Estarella tenemos varios reinos, entre ellos Snoara, de donde proceden la princesa Kass, su hermana la reina Farah y el resto de hermanos. Una vez que comienza la historia, la autora nos deja claro que, aparte de Kass, la reina Farah, Ever, Kev y Posy van a tener un peso importante. Pero no solo ellos, ya que el elenco de personajes que nos iremos encontrando es muy rico y sorprendente.
De hecho, el rey Landis Ashburn, de Inferness, por ejemplo, me resultó misterioso y atrayente desde el inicio. Una mezcla de Hades y Maléfica a la que es difícil resistirse. Un personaje que, con ese aura de oscuridad y fuego, nos motiva a avanzar en la trama.
También, otro personaje que me gustó desde el principio fue Farah, la hermana de Kass, una joven heredera que de la noche a la mañana se convierte en reina y en huérfana al mismo tiempo. Una reina que debe responsabilizarse y cuidar de sus cuatro hermanos menores, entre ellos Kass, la niña con la marca del unicornio.
«Pero, ¿qué es esa marca y qué conlleva?», os preguntaréis, queridos lectores. Os lo explicaré. Todo aquel humano que tiene la marca de una criatura mágica desarrolla poderes y es considerado magus. Sin embargo, nuestra amiga Kass, a pesar de tener la marca, no parece tener ningún tipo de poder. ¿Serán las cosas como parecen a simple vista? Bueno, para saberlo tendréis que leer la novela, claro está.
Una novela que me atrajo en un primer momento por su preciosa portada y por su título, para qué negarlo. ¿Unicornios? ¿Dónde? Sin duda, era una lectura obligatoria para mí siendo una gran amante de criaturas fantásticas como Fújur, los hipogrifos y los dragones de todo tipo. Pero es que cuando leí la sinopsis ya sí que no me pude negar. Me pareció magnífico el universo que en ella se promete y todos sus entresijos.
Y puedo afirmar, después de haber leído este libro, que Estarella es un lugar rebosante de magia al más puro estilo Narnia, un universo completo y bien construido donde los secretos están a la orden del día, las mentiras abundan y los misterios se esconden tras las esquinas.
Eso sí, a pesar de que el ritmo de la novela es bastante bueno y no permite que nos estanquemos, sí que hay momentos por la mitad del libro algo parados hasta que la trama vuelve a engancharnos en la última parte.
También me hubiera gustado saber más sobre los humanos «marcados», esos con habilidades especiales, y que se hubiese explotado más ese tema. Pero bueno, como esta novela es primera parte de una bilogía, confío en que podamos averiguar más sobre ellos en el desenlace.
Por otro lado, algo que me ha encantado y que me ha parecido un gran acierto ha sido la combinación de una narración en tercera persona, cercana e íntima, con otros capítulos en primera persona que nos ofrecen el punto de vista de distintos personajes. Esta fusión nos permite ponernos en su piel y disfrutar al máximo.
Además, también debo decir que la prosa de la autora es hermosa, nacida para contarnos un cuento de magia y oscuridad, de líderes y reyes, de anhelos y persecuciones. Una pluma llena de imaginación y fantasía que se complementa a la perfección con la historia que nos quiere contar.
Una historia precisamente para aquellos que hemos crecido con La historia interminable, que hemos sufrido con Dentro del laberinto, que hemos luchado junto a los hermanos Pevensie, que hemos sentido y nos hemos enamorado con La princesa prometida, y sobre todo para los que hemos soñado con Hogwarts y La Comarca, a pesar de los peligros que todo ello conllevaba.
En definitiva, Tiffany Calligaris consigue hipnotizarnos a lo largo de las páginas de esta novela, creando expectación y regalándonos acción, intriga, un secuestro con tintes mitológicos, consecuencias, lamentos y giros que me sorprendieron y me hicieron disfrutar muchísimo.
Por lo que, si amáis este género tanto como yo, dadle una oportunidad a esta joven autora y no temáis cuando escuchéis La sinfonía del unicornio.