La tercera persona

La tercera Persona,  Álvaro De la Rica

¡Querida, amiga!

He terminado de leer “La tercera persona”, de Álvaro de la Rica

¡Gracias! ¡Gracias por el préstamo! ¿Crees que al autor le pueda molestar que dos amigas intercambien libros? Alguien me decía el otro día, (era  un autor, ¡claro!), que habría que regular esto de  prestarse libros y que no se debería dejar un libro comprado a más de dos amigos … ¡Ya sé que tres son multitud, pero dónde vamos a llegar con tanto control!

El caso es que, como te decía, terminé el libro, lo tienes de regreso esta misma semana, que yo sé el valor que cada uno le da a su biblioteca.

Me puse con él casi al momento de recibirlo aunque sabía que sería poco rato el que tendría disponible para leer, y tuve que hacer un extraordinario esfuerzo para dejarlo y seguir con el trabajo que tenía a medias  y que debía entregar en menos de 24  horas.

Podría decirte que al llegar a casa casi no comí porque estaba impaciente por retomar la lectura, aunque no sería del todo sincera; casi no comí, es cierto, pero fue por este  régimen al que parece que ya estaré eternamente condenada; temo que no encontré un buen abogado para este pleito.  Pero lo que si es cierto es que también noté que según avanzaba en la lectura, el hambre desaparecía. De hecho el estómago se me iba cerrando. Pero cuidado…


No quiero que me pase como en otras ocasiones, eso sí, con otras personas, incluso con otros autores pero en parecidas circunstancias, y que  alguien confunda lo que pienso y siento tras una lectura, con lo que pienso de la obra en sí.  Es por ello que deberé diferenciar contenido y continente.

Dejarte claro, en primer término, que el libro creo que está muy bien escrito, diría que la narración es exquisita y que utiliza a la perfección todos aquellos recursos literarios que toma. En especial esa forma epistolar para dar fuerza y cargar de sinceridad a todo el relato de los hechos.

En noventa y nueve páginas el autor es capaz de ofrecernos una historia y el perfil completo de Jacob y Cleire, nuestros protagonistas, a través de los que nos hablará de parejas, de infidelidades, de pecado, de deseo, de amistad, de sufrimiento… En definitiva de la vida.

Parece  ser que ésta es la primera novela del autor, del que estábamos más acostumbrados a leer ensayo. Y es por eso que yo me pregunto si estamos realmente ante una novela  o ante un ensayo  disfrazado. Porque lo que está claro es que, estés en el lado que estés en tu pensamiento moral o filosófico, el libro te lleva a la profunda reflexión.

Si realmente es una novela deberé reconocerle el éxito, pero si pretendía sustentar algún tipo de tesis sobre la existencia y necesidad de esa tercera persona en la pareja, no ha logrado convencerme, pero claro, a mí nunca terminó de interesarme el llamado “complejo de Ulises”.

La visión que nos ofrece del hombre a través de Jacob es absolutamente egoísta y mezquina, y yo, que tengo pareja estable, y también buenos amigos, no soy capaz de ver el problema de poder mantener una relación de amistad con cualquiera de ellos.

¿Qué piensan ustedes? ¿Es realmente necesaria la tercera persona?

¿Creen que se pueden tener amigos del sexo contrario…? Uff, sé que hacer hoy esa pregunta es peligrosa ya que lo que debería preguntar es si se pueden tener amigos del mismo sexo que la persona con la que convivimos, y ni tan siquiera esto sería adecuado porque no podemos obviar que existen los bisexuales… Bueno que me estoy metiendo en un jardín, así que sólo les diré ¿Hace falta una tercera persona para apreciar más y mejor lo que ya tenemos?

Susana Hernández

 

 

Título: La tercera Persona
Autor: De la Rica
Editorial: Alfabia
Páginas: 104
ISBN: 9788494007712

3 comentarios en «La tercera persona»

  1. Qué interesante Susana. Creo que cuando una pareja del mismo sexo llegan a conectar, el deseo es algo casi inevitable que surja, salvo que la atracción física sea imposible, jajaja. De todos modos entiendo lo que dices, es algo raro que en esa forma de controlar el deseo se haga creando departamentos estancos, suena a la estructura de pareja de hace no mucho tiempo. Hace poco leí “doctor Zhivago”, y aparece esto de las terceras personas (aunque no como teoría), pero con un enfoque muy difetente y desde luego con mucha más humanidad. No hace falta tener una tercera persona para que vayas a valorar a otra. Es como dices mezquino, aunque no signifique que pueda ser una realidad, por eso la novela es buena. Una postura, que nada tiene que ver con la postura que el escritor pueda tener, no hay que confundir. Pero sí, te entiendo que como lectores no nos haga sentirnos más humanos, sino si acaso, más asqueados.
    Me alegra que te haya gustado querida 😀

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  2. ¡Qué bien que podamos compartir estas lecturas, queirda Icíar!
    Este es uno de esos libros que estaría muy bien para un club de lectura, un libro perfectamente escrito, y de lectura muy ágil, que puede hacer debatir sobre su contenido, su fondo, y que desde luego creo que consigue hacer reflexionar a todos los lectores, aunque no a todos al mismo nivel … Y también me temo que no a todos en la misma dirección… Ya ves, yo creo que igual que a mí me quitó el apetito a otros se lo puede dar 😀

    Siempre es un gustazo compartir experiencias contigo … (Lectoras :P)

    Besicos !

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  3. yo creo que es posible la amistad sincera, no sexual entre los sexos. Y que no es necesario un tercero para apreciar lo que tienes al lado. Y se que no soy mayoría sino minoría en esta sociedad pero bueno…tal es la vida.
    Me dejas intrigada y ¡me lo apunto! (¡que manera de hacer crecer mi plan infinito, Chihuahua!)
    un beso,
    Ale.

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