Auxíliame, oh musa, por los favores debidos y los recuerdos compartidos, pues temo que mi escritura no alcance y debo hablar sobre las Tres. Porque si el patriarcado del Padre, Hijo y Espíritu Santo se adueñó de la trinidad, ellas harán lo propio y serán la Tríada. Luz, Bel y Santi. (Sí, Santi. Los dos primeros nombres eran fáciles, pero reconozco que este me costó pillarlo). Una rubia, una morena y una pelirroja; un oscuro trío protagonista con tacones de aguja y rotundamente sicalíptico me ha puesto la cabeza toa gorda con sus peripecias y me ha tenido toda la novela enganchado como los huevos de un ciclista.
¿Y cómo no me va a atrapar una novela que ya en sus dos primeras páginas te da un repaso a la Biblia contándote lo que realmente sucedió? Cosas como que a María, siendo tan solo una cría de pechos recién brotados la violó Gabriel con gran placer (solo para él, que ella se dejó la garganta de tanto gritar); o que Jesús (Joshua para los colegas) era un porreta que oía voces y estaba muy confundido. Lo que todos pensábamos pero nadie se atrevía a decir, porque la historia, ya lo sabemos, la escriben los vencedores con letra bonita, pero palabras mentirosas.
So Blonde, nenes, lo digo con una mezcla de envidia y admiración, escribe un libro que me hubiera encantado escribir a mí (algo más o menos parecido a lo que hice con, atención: espacio publicitario: Valeria y sobre todo con su continuación El diablo da las llaves del cielo, pero a ella se le dan mejor estas cosas. Como seiscientas sesenta y seis veces mejor). Su estilo fresco, desinhibido, sucio pero claro, sin polladas rimbombantes ni párrafos inacabables a lo Javier Marías. A veces vulgar y macarrero, pero siempre con clase, hacen que la lectura sea un no parar. Un chute. Lees ya con inercia, sin respetar puntos ni comas, porque más que leer escuchas lo que te dicen los personajes. Y también porque la narradora omnisciente te lo ordena. Para eso ella es la ama, la domina… Si ella te dice “Ahora os hago creer que eso de ahí es Galilea” o “Ahora quiero que os fijéis en los zapatos de Luz” o “No sigáis a la chica de la Harley” o “Esta es la calle Arenal” tú te lo crees y así te va llevando a su antojo por donde necesite o le dé la gana, que para eso es ella la que cuenta, o arregla, la historia.
“En realidad los mortales nunca nos han necesitado para ser tentados”
El caso es, nenes, que mola un puñado (lo sé por experiencia) coger personajes tan icónicos y tan reconocibles del libro ese de los antiguos cuentos reunidos y trasladarlos a la actualidad, insertándolos en los tiempos del móvil, de habitaciones cutres de hotel, de Internet, de los tatuajes, del porno duro y asequible, de los trajes de Hermes… Ver cómo se han adaptado con el pasar de los milenios. Y me ha gustado mucho reconocer y redescubrir a Lilith, a Lucifer, Gabriel, Miguel, la Muerte… y sobre todo a Caín como un auténtico broncas hijoputa, haciendo lo que le da la puta gana porque tiene bula y cualquiera que levante la mano contra él cae fulminado. (Por cierto, el enfrentamiento de este con Luz, a pesar de lo escatológico, me ha hecho descojonarme de lo lindo y recordarme una escena de otro cómic cojonudo, Predicador (Preacher), en el que la voz de Dios ordenaba a un pardillo contar los granos de arena de la playa).
“–Yo es que no entiendo por qué tanto lío –refunfuña–. No podemos estar a la que salta cada vez que decida tomarse un café co…
–Tú no entiendes –lo interrumpe su hermano–, ese es el problema. Ella nunca hace nada de forma gratuita, nunca hace nada a las claras, y solo ella sabe cuáles son sus propósitos.
–Entonces déjame que vaya con un par de chicos y se lo saquemos a hostias.”
Pero vaya, que mucha cháchara y todavía no he dicho de qué va La Tríada. Canto primero: Tierra. Y lo cierto es que tampoco voy a hacerlo, nenes. Baste decir que los Chicos Buenos del Cielo se acojonan mucho cuando se enteran de que Luz (siempre elegantemente vestida, de hecho, la que mejor viste y más estilo tiene de las tres) se ha paseado por Roma y ha desayunado con cierto vejete argentino de nombre Jorge y el cual goza de “cierto poder”… ¿De qué han hablado? ¿Qué coño de putada bíblica estará tramando ahora Luz? ¿Habrá tentado El Enemigo al heredero de Pedro? Esa conversación será la que activará todas las alarmas y pondrá en marcha el mecanismo de esta novela, que, supongo, es la primera de tres, y que ya están tardando en salir. ¿Oído cocina?
Así que de esto va. De seguir a las Nenas Malas que son Luz y sus dos demonios a cada cual más sexy, a los Chicos Buenos (para quienes pensar no es su fuerte ya que son meras voluntades de Dios corporizados, con espadas flamígeras y toda la pesca angelical, sin libertad para hacer nada por sí mismos), a Lilith y los Nacidos para Perder, a los Agentes Libres, y a todos los que se van implicando en esta trama, para nada complicada de seguir y con un final que es la hostia en vinagre y en el que la acción de esos monos sin pelos que somos los humanos, esa variable ilógica, juega un papel importante. Un final en el que todo queda “atado y bien atado”, pero que a la vez me deja en ascuas y con ganas de más.
¿Está o no maquinando algo Luz? Y, si es así, ¿se podrá fumar un Black Devil al igual que Hannibal Smith fumaba esos purazos cuando sus planes salían bien?
La Tríada. Canto primero: Tierra. Es un libro cojonudo, adictivo, brillante, decir original es quedarse corto, ingenioso, bien escrito y magníficamente desarrollado, muy visual (me extrañaría que no se hiciera cómic, serie o peli, o todo ello), con personajes con carisma incorporada ya de serie, incrementada más aún tras pasar por el restyling de So Blonde. Si os gusta el cómic Lucifer (la serie no, repito, el puto cómic), Predicador (otra vez la serie no, el puto cómic), Hellblazer (el cómic también, aunque la peli de Keanu Reeves no está mal) o los libros o pelis en los que el diablo es la pera limonera de listo y no el villano sin escrúpulos que nos han venido pintando siempre, o, ¡qué cojones!, si simplemente os gustan las buenas historias, este es vuestro libro. A mí me ha entusiasmado* y me ha descubierto a una autora a la que merece muy mucho la pena leer.
En serio, leedlo. O no. Haced lo que os salga del nabo, que para eso tenéis libre albedrío, pero si no lo hacéis, os arrepentiréis.
*Entusiasmo: tener un dios dentro de sí (¡si es que está todo pensado!)
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