La víspera de casi todo, de Víctor del Árbol

“Él siempre ha creído que nos negamos a reconocer que nuestras vidas son un producto del maldito azar. Que insistimos en buscar una justificación porque somos incapaces de aceptar esa náusea del sinsentido en la boca del estómago.”

Llevaba mucho tiempo queriendo leer algo de Víctor del Árbol. Llevo mucho tiempo oyendo maravillas de él y no han dejado de recomendármelo. Así que, ahora que tenía algo más de tiempo, supe que era el momento para empezar. Y decidí hacerlo con La víspera de casi todo, novela con la que obtuvo el Premio Nadal en el año 2016.

La historia comienza con un asesinato, un policía y una mujer postrada en la cama de un hospital al que no recuerda cómo llegó. A partir de ahí, comienzan a introducirse más personajes y viajamos junto a todos ellos al pasado, y también volvemos al presente, para descubrir todo lo que ocurrió en sus vidas a lo largo de los años.

Desde el principio, supe que no solo me iba a impactar su trama y el misterio que toda esta entrañaba, sino que la narración también iba a ser determinante y no me iba a dejar indiferente. Y, en efecto, así fue. Creo que Víctor del Árbol tiene un verdadero don con las palabras y el efecto que estas causan en aquellos que le leen: es capaz de infundir temor y fascinación a partes iguales. Y, mientras los personajes están ante un peligro inminente o se avecina la muerte, nos describe una escena que cada vez consigue atraerte más, seducirte más, relajarte hasta el punto en el que la ambientación que crea logra alejarte de ese peligro y terror que esconde lo que está a punto de ocurrir. Y creo que esto es fascinante, pues se da en casi toda la novela.

Y, si analizamos su trama, creo que La víspera de casi todo también es mucho más que el crimen y el misterio que la rodea desde su primer capítulo. Esta novela trata del peso del pasado, del verdadero dolor que infligen nuestros peores recuerdos y vivencias y de la persona en la que nos convierten. Del miedo que saca a la luz nuestra peor cara, la peor versión de nosotros mismos. Y, por último, del mal, que adopta múltiples formas en nuestro mundo y que transforma a las personas en verdaderos monstruos. En caricaturas de sí mismos, capaces de hacer daño incluso desde la muerte.

La víspera de casi todo ha sido toda una sorpresa. Pero ya no solo por la historia, sino por su autor. Víctor del Árbol es de esos pocos escritores de los que oyes hablar maravillas y dejas en tu lista de pendientes y, cuando finalmente los lees, te dices a ti mismo cómo no lo pudiste leer antes. Este año solo me he encontrado con dos como él: Julian Barnes y María Oruña. Tan diferentes entre sí como fascinantes. Pero, si por algo destaca Víctor del Árbol es, como ya he dicho, por su maravilloso don con las palabras, por su forma de construir una historia y una ambientación única. Y también a la hora de desarrollar personajes atormentados, con pasados llenos de sufrimiento que, a pesar de todo, intentan sobreponerse y empezar de cero.

Y creo que este libro ha sido solo el comienzo de todos los que empezaré a leer de este autor. Tengo que admitir que me hizo disfrutar y sufrir a partes iguales, sobre todo al ver los límites a los que llega el ser humano para sobrevivir, para dejar de sentir miedo y paliar su dolor. Esta novela es tan sobrecogedora y tremendamente humana que, a veces, da miedo. Sin duda, una de mis lecturas más interesantes de este 2019.