Las calles de arena

Las calles de arena, de Paco Roca

Las calles de arena
Siempre me ha fascinado la repercusión en la vida de una persona de esas pequeñas decisiones cotidianas que se toman muchas veces sin ser conscientes de la trascendencia que tendrán en el futuro. Como por ejemplo, una cena a la que no tenías pensado ir, cambias de opinión en el último momento y conoces a una persona especial. Ya sabéis, esa clase de cosas que no esperabais que fuesen a suceder y son consecuencia de una decisión no meditada y tomada de repente. Pues una de estas “pequeñas decisiones” es el punto de partida de esta novela gráfica tan especial.

Dicho esto, entenderéis que cuando estaba en la sección de cómics de la Biblioteca de Pontevedra buscando algo de Paco Roca (tras en buen sabor de boca que me había dejado su maravilloso “Arrugas”) y le di la vuelta a “Las calles de arena” para saber de qué iba, inmediatamente después me dirigiera derechita al mostrador para que me apuntaran este libro.

En fin, centrémonos en el argumento del cómic. Todo comienza con un joven que llega tarde a una cita importantísima con su novia: van al banco a firmar los papeles de la hipoteca (¡uf!). El caso es que, como irremediablemente va a llegar tarde, en un intento por minimizar el cabreo de su novia, decide acortar el camino y para ello intenta atajar por el barrio antiguo de la ciudad (aquí está la decisión inesperada y tomada de repente). Una vez allí, se pierde y por más que lo intenta no consigue encontrar la salida. En su afán por salir de allí encuentra un hotelillo majo al que decide entrar a preguntar por el camino que ha de seguir y que se convertirá en su hogar mientras intenta encontrar la forma de regresar a su vida. A partir de aquí comenzará un peculiar rompecabezas y su vida se entremezclará con la de un abanico de personajes, cada cuál más peculiar, que también está atrapados sin remedio en este surrealista barrio.
Asimismo, el lector no puede evitar acompañar al pobre muchacho y se convierte, de forma irremediable, en testigo de una lucha en toda regla entre la vida real y la vida imaginaria.

Me ha gustado mucho Las calles de arena y, realmente, he disfrutado de su lectura que llevé a cabo de una forma calmada, disfrutando cada viñeta e intentando por todos los medios que no se me pasase por alto ningún matiz de ese simbolismo que impregna el libro de principio a fin.

Obviamente no nos encontramos ante Arrugas 2 pero es que tampoco pretende serlo. Si bien en la archipremiada Arrugas se reflexionaba sobre una terrible enfermedad desde la propia enfermedad. En mi opinión, en Las calles de arena se reflexiona sobre la vida misma pero desde la perspectiva de lo absurda que puede llegar a ser la vida cotidiana cuando el miedo, el recelo o las dudas se apoderan de nosotros. Como, por ejemplo, el miedo a la muerte puede ser paralizante hasta el punto de no dejarte vivir, planear las cosas en exceso puede ser, además de agotador, inefectivo pues nunca se pasa a la acción, el miedo al rechazo, el miedo a olvidar… estos son sólo algunos de los ejemplos que nos encontramos en una novela gráfica en la que cada personaje representa un miedo. La vida es surrealista, impredecible y cargada de consecuencias no previstas de decisiones y casualidades que, a priori, parecía que no iban a tener importancia. A veces a veces para bien y a veces para no tan bien. La vida es así y este cómic lo refleja a la perfección.

Recomiendo encarecidamente Las calles de arena y aprovecho la ocasión para declararme fiel seguidora de la obra de Paco Roca la cual, poco a poco, voy conociendo y entusiasmándome con ella.

3 comentarios en «Las calles de arena»

  1. También yo leí este cómic justo después de Arrugas!!! Y no, no es lo mismo, en este hace trabajar mucho más al lector… Hablar de los estraños entrijos de la mente humana, es complicado, así que lo bueno de este libro es que cada cual puede ver la vida según el estado de su propia mente 😛

    Me ha alegrado ver esta mañana tu reseña !

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    • En primer lugar, muchas gracias por tus amables palabras.
      Estoy totalmente de acuerdo contigo, Susana. Definitivamente en “Las calles de arena” se hace trabajar el cerebro del lector. Pero creo que es necesario, de lo contrario este gran cómic se haría muy corto ¿no crees?
      También estoy de acuerdo contigo en que cada uno verá un cómic diferente teniendo en cuenta sus miedos vitales pues le llamará más la atención un personaje u otro.

      Un abrazo, Susana.

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  2. Crecí con los tebeos de mi padre y tras picar un poco en el manga japonés (sólo me gustan algunos autores) he indagado un poco el género español. Paco Roca me ha encantado y sí, comencé por “Arrugas” pero me he leído toda su bibliografía y me encanta. “Las calles de arena” es una maravilla pero si tuviera que quedarme con una historia, sería la de “El Faro”. Sencilla pero efectiva. Y por historia, me gustó mucho “El Invierno del dibujante”.

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