Las noches de flores

Las noches de flores, de César Aira

Las noches de flores

 

Por ser César Aira el autor, lo tomé en la librería. Era un libro pequeño pero la contraportada me intrigó. A pesar de tratarse de uno de los autores contemporáneos más importante de la Argentina, lo dejé relegado, quizás subestimándolo un poco. Después de lectura que requería más atención, como Oliver Sacks, quise leer una novela corta, ligera. Las noches de flores de César Aira no sólo cumplió con su objetivo de entretenerme, sino que fue más allá.

Aldo y Rosa Peyró trabajan en el barrio de Flores, en Buenos Aires. Son un matrimonio mayor, sin hijos y que, golpeados por la crisis del 2001, se ven forzados a hacer un trabajo que poco se relaciona con la gente de su edad. Se encargan de repartir los pedidos de delivery de una pizzería del barrio, un empleo que utiliza las motos como medio usual de transporte y asociado a jóvenes cuyo objetivo es conseguir plata para comprarse algún bien en particular, invertir en sus vacaciones o salidas.

En paralelo, Jonathan es secuestrado. Este chico, también repartidor de pizzas es encontrado muerto y su caso conmueve a todo el país. Pero Rosa y Aldo poco parecen temer al asunto y cada noche recorren Flores a pie para hacer llegar sus pizzas. En el trayecto se encuentran con personajes extraños y visitan con frecuencia el convento donde las monjas sólo quieren que el matrimonio sea el medio que haga llegar las pizzas.

Con una sutileza un tanto inquietante, se da forma a los secretos que parecen haber detrás de la muerte de Jonathan mientras los repartidores se pelean en la noche e intentan revelar un mito urbano. Sin olvidar al juez encargado del caso Jonathan y su propia noche de locura con el accidente de su propio hijo. Para que todos los caminos conduzcan a Flores, a un grupo de personas y a las causas que las mueven.

Al comenzar el libro descubrí que no me había equivocado: Su lectura era rápida, ligera. Cuando avanzaba en el recorrido con este matrimonio, comencé a preguntarme porque César Aira era tan reconocido si su forma de narrar no salía de lo convencional. Entonces, empecé a acercarme al final y su sencillez no era más que un disfraz para atrapar al lector y hacerlo parte de un juego donde todo lo que brilla no es oro.

Las noches de flores es un libro ágil. Sí, al punto de subestimar al escritor hasta que decide dar su golpe maestro y te inquieta, te transforma la historia. Un detalle suelto podría haberme dado la pista pero decidí pasarlo por alto y cuando quise acordar estaba atrapada en la red de Aira que me redujo a un escalofrío por cierto temor –y no miento, un ruido podía llegar a infartarme, al sentir que también alguien ocultaba algo y yo lo sabía- y a leer con frenesí las últimas páginas.

El misterio queda resuelto y las explicaciones se arrojan rápidamente, sin respiro para entender y quitar la pasividad inicial. Aira jugó conmigo aunque quizás no quiso hacerlo, no lo sé. Sin embargo, sé que hizo algo y por eso César Aira es quien es para la literatura latinoamericana actual. Por haberlo subestimado y haberse burlado con tanta gracia en el engaño pasivo del inicio, probablemente vuelva a elegir a Aira para que me sorprenda con un tétrico relato teñido de mucha realidad.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)

4 comentarios en «Las noches de flores»

  1. Uf.. quiero leer a ese autor; leer historia sobre barrios por los que pasé, caminé y conocí, debe resultar genial; además, me encantan los libros que se leen fácil, lo que no quiere decir que son malos libros o literatura barata; muy linda tu reseña, saludos!!!! pd: vivan los libros que hay que nos obligan a leer rápido para develar secretos finales!!!

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  2. Tizziana
    Hace click debajo que dice Leer más….
    Es una reseña, no es el libro completo…no sé si podrás descargarlo por internet.

    Espero que tengas suerte!!

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