No hace muchos años yo era una persona más bien nocturna. Disfrutaba enormemente quedándome leyendo hasta las tantas de la madrugada y viendo alguna película. Ahora me he convertido en una morning person. Me acuesto antes que mis sobrinos y a las seis estoy en pie. Incluso cuando no tengo que trabajar también me despierto temprano. Tengo ya la hora-despertador en mi cabeza y me resulta imposible. Antes me encantaban las noches, pero ahora, he de decir que aprovechar el día desde bien temprano me parece casi mejor. Debe ser un síntoma de vejez, pero todo suena mejor en inglés. Así que, dejémoslo en lo de morning person.
Os cuento esto porque fue en una de esas noches de búho cuando me topé con la película de Tati en la tele y quedé maravillada. No debía tener más de veinte años y recuerdo que estaban poniendo la peli en versión original en la dos. Jacques Tati nos enamora desde el minuto uno con su extravagante personaje, Monsieur Hulot. Me gustó tanto la película que fui a la biblioteca a sacar más pelis de Tati al día siguiente. Mon oncle es otra maravilla. Os recomiendo encarecidamente que veáis estas dos películas, s’il vous plaît. También, y dejo ya las anécdotas, me acompañó durante mucho tiempo una postal que compré en una tienda de segunda mano de Cáceres con una ilustración de Las vaciones de M.Hulot. Estuvo mucho tiempo conmigo, pero debí regalársela a alguien, porque hace ya tiempo que no la tengo.
Escribir un libre sobre esta maravillosa película se me antoja muy difícil. Básicamente, la película cuenta las vacaciones de un grupo de personajes de lo más variopinto en el Hôtel de la Plage. Y aunque la galería de excéntricos personajes no se queda atrás, sin duda nuestro Monsieur Hulot se lleva la palma. Todo es caos a su alrededor. Pero un caos tremendamente divertido y entrañable. Y aunque sus compañeros de vacaciones sean un poco reacios a su persona, nuestro querido Hulot es, sin duda, el gran protagonista de estas vacaciones en la costa francesa. Todo esto tiene mucho más sentido visto en la gran pantalla, dónde va a parar. Por eso, cuando vi que Expediciones Polares había publicado Las vacaciones de M.Hulot me entró una curiosidad enorme por descubrir cómo se habría planteado la escritura de este libro. La verdad es que no me ha decepcionado en absoluto.
Y es que si hay alguien que pueda trasladar la magia del cine de Jacques Tati a la literatura ese es Jean-Claude Carrière. No solo es autor de varias novelas, sino que ha colaborado en numerosas ocasiones como guionista con Buñuel o García Berlanga, ha ganado dos premios Oscar y ha sido guionista de las películas El tambor de Hojalata, La insoportable levedad del ser, Cyrano de Bergerac o Los fantasmas de Goya, entre otras. Un peso pesado de la cultura francesa, como podéis ver.
No sé si deciros que Las vacaciones de M.Hulot puede superar a la película de Jacques Tati porque, francamente, es muy difícil. Pero sí puedo decir que esta novela está a la altura del legado de Tati y que resulta magnífica e igual de entretenida. He disfrutado muchísimo su lectura y ahora, bien sûr, tengo preparada la película para volver a revisarla. Qué magia el poder disfrutar así del arte con mayúsculas, ¿verdad?
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