El libro de texto como herramienta educativa
Los libros de texto suponen una herramienta muy útil en el sistema educativo, y tienen ventajas muy importantes que han hecho que a lo largo de los años se vayan consolidando hasta convertirse en una herramienta de uso imprescindible en el aula. Facilitan la labor docente y permiten que todos los alumnos tengan una herramienta básica con la que estudiar, homogeneizando la formación de los diferentes grupos educativos, sin coartar la libertad de cada profesor.
Sin embargo, conforme la crisis mundial ahoga cada vez más a las familias, en cada inicio de curso escuchamos cada vez con más frecuencia quejas sobre el precio de los libros de texto. Si bien es cierto que hay personas que se quejan de tener que gastarse el dinero en materiales escolares para sus hijos, pero se gastan sin ningún remordimiento las mismas cantidades y superiores en otros bienes superfluos como tabletas, videoconsolas y teléfonos móviles, sí que es verdad que el libro de texto se ha convertido en un gasto importante para familias que no tienen forma de afrontarlo, más cuando se supone que en países como España la educación es pública y gratuita, y no es de recibo que haya alumnos que se queden fuera del sistema por no poder pagar los cientos de euros que cuesta a cualquier familia la compra de estos materiales.
De todas formas, en la era de Internet en la que vivimos, van surgiendo decenas de iniciativas destinadas a paliar o erradicar este problema que en mayor o menor medida afecta a todas las familias españolas.
Las primeras iniciativas surgidas han sido adaptaciones de la era digital de soluciones de ya se daban antes de internet. Nos referimos al intercambio de libros de texto entre padres. Si bien antes este intercambio se organizaba con familiares, amigos y vecinos, y hoy en día existen multitud de webs que permiten que este intercambio se organice a través de Internet, haciéndolo mucho más eficiente.
Donde sí se ha visto un salto cualitativo en la aplicación de las nuevas tecnologías en cuanto a herramientas destinadas a sustituir a los libros de texto tradicionales, ha sido en el uso de licencias Creative Commons para la creación de libros de texto públicos, con licencias de uso gratuitas, para que cualquier profesor pueda desarrollar, modificar y utilizar libremente los contenidos para sus clases. De esta forma, estamos aprovechando todo el acervo cultural de nuestro profesorado, que puede transmitir libremente aquello para lo que han estudiado durante años en carreras universitarias y cursos de postgrado, sin tener que pagar un extra por estos materiales. Después, estos materiales pueden ser impresos o utilizados mediante tabletas y ordenadores, por lo que el coste del soporte pasa a ser el único coste que se habrá de pagar. De proliferar y extenderse el uso de estas iniciativas, nos encontraremos con que los profesores no necesitarán acudir a las editoriales a conseguir guías educativas para impartir sus clases, sino que podrán compartir los materiales creados por sus colegas sin ningún coste, y de tal forma, que será muy fácil seleccionar y modificar los apartados que cada profesor considere necesario para el correcto desarrollo del curriculo específico, lo que nos llevaría a un cambio de paradigma en el que el coste de los libros de texto pasaría a ser residual, y no un grave problema para las familias tal y como es ahora.