Libros educativos para descubrir el mundo 13
Un año tiene 365 días (sin contar los años bisiestos, que a mí particularmente no me hacen gracia), y cada uno de esos días puede ser una oportunidad única para aprender cosas nuevas. ¿Qué mejor entonces, que encontrar rincones donde poder observar, comprender y aprender? ¿Dónde están esos lugares? Exacto, en los libros. Porque al igual que todos esos días que forman un año, podemos formar con aquéllos una biblioteca donde poder revisar, una y otra vez, los conceptos, las definiciones, todo en compañía de los libros educativos que os vamos enseñando cada domingo en esta sección infantil. Y después, cuando el año ya haya acabado, podréis seguir encontrando multitud de oportunidades, porque aquí no nos cansamos de enseñar a todo aquel que quiera verlo, algunos de los mejores libros que nos hemos encontrado para que los niños pequeños aprendan, para que los niños pequeños se diviertan, y los niños pequeños puedan enseñarnos todo lo que han aprendido, simplemente, abriendo uno de esos compañeros que son los libros.
¿Un libro sobre Los números? ¿Estás seguro? Me preguntaréis. ¿Acaso no hay más cosas que aprender, más conceptos que enseñar a los niños? Puede que, cuando somos mayores, veamos este tipo de libros como innecesarios, como si sobraran de nuestras bibliotecas porque, total, ya está la escuela para ello. Pero, si alguien que pensara así se detuviera, sólo un instante, no os creáis, un pequeño segundo para ver este libro de Xavier Deneux comprendería por qué no puede dejar pasar la oportunidad de aprender con él, de conocer los números, de saber contar hasta diez, que ya es un número redondo, porque lo que se encuentra en el interior son unas ilustraciones tan maravillosas, tan preciosas, que sería impensable que nadie se enamorara al instante de este libro. Cierto, es sólo un libro para aprender los números, pero recuerden que, sin aprenderlos, sin saberlos bien, muchas veces no podríamos seguir con nuestra vida, porque ellos están en casi todos los que nos rodean. Pero como su autor es uno de mis favoritos, no puedo dejarlo, no puedo irme hacia otro sitio sin recomendar su otro libro, el de Los contrarios, porque en el fondo es otra de esas cosas que son difíciles de explicar, sino fuera por imágenes, sino fuera por las imágenes que aparecen aquí, y que el autor mima como si fueran sus propios hijos, como si no hubiera otra cosa que hacer en la vida que enseñar a nuestros pequeños lo que tienen que aprender para hacerse mayores, para crecer sin huecos, sin vacíos que no poder llenar. Y en el fondo, aunque estos libros parezcan simples, aunque parezcan sencillos, guardan detrás la historia de cómo nosotros, de cómo los niños que nos rodean, aprendieron, crecieron, se hicieron fuertes mentalmente, supieron poner en palabras aquello que era lo contrario de algo que ellos que creían que no lo tenía, y así, poco a poco, formar mentes que puedan pensar, que puedan analizar, y que puedan saber mucho más. ¿Podéis decirme, entonces, que estos libros son sencillos? Yo diría que, en cierta forma, estos libros nos dan la vida.
Pero además, si yo fuera niño de nuevo, si yo pudiera regresar a aquellos años en los que descubría la lectura por primera vez, sin duda me gustaría haber recibido en mis pequeñas manos un libro como El gran viaje de Darwin porque este investigador ha sido siempre, desde que empezara la escuela, uno de mis ídolos, quizá no a la altura de algunas de las estrellas que todos conocemos, pero sí desde luego en lo que significa, y significará, la vida para todos nosotros. Sería fantástico que todos pudierais descubrirlo porque a través de los ojos de Darwin, encontraremos aquellas cosas sobre las especies que tanto llaman nuestra atención, aprenderemos una nueva visión de la historia, y además, podremos emprender un viaje único por la naturaleza, por todo el mundo, para entender a las especies que se formaron. ¿Y en serio crees que a un niño le puede interesar un libro como este? Mi respuesta es otra pregunta, ¿de verdad no crees que los niños son aventureros de por sí, que les encanta descubrir algo nuevo, algo diferente, para después saber que todo lo que ha leído es de verdad? Abramos un libro, este libro, y entremos de lleno en una aventura sin comparación posible que nos enseña a uno de los personajes más interesantes que nos ha dado la Historia.
Y para llegar al final, no hay nada como, después de haber aprendido, saber divertirse mientras jugamos, mientras construimos, mientras se nos proponen juegos, actividades, siempre acompañados por los mayores de la casa, que son los que nos ayudarán con todo aquello que nos presenta Manualidades ecológicas para niños. Qué bueno es ser niño, qué bueno es poder recrear nuestro mundo de diversión a través de las manualidades, qué bueno es cuidar el medio ambiente mientras tanto, y qué bueno es, después de haber hecho nuestras propias creaciones, sentirnos importantes, sentirnos que a lo que jugamos lo hemos creado nosotros, hemos sido los artífices de un nuevo juego. Eso es algo impagable lectores, ¿no creen? Yo, que suelo abrazar cada uno de este tipo de proyectos, que me pringo las manos con los materiales que nos proponen, me pongo contento cuando sé que, durante un rato, podré vivir un momento con el niño pequeño que corretea a mi alrededor y que pasaremos un rato divertido, construyendo, creando y, sobre todo, divirtiéndonos.