Libros educativos para descubrir el mundo 19
Una de las profesiones que más me gustan es la de profesor. Enseñar, mostrar el mundo a aquellas miradas tan ávidas de nuevo conocimiento. Por eso me da rabia que sea una profesión tan denostada. Y ya que hablo de educación, de esa forma que tienen ellos de ampliar la visión de los niños pequeños que se sientan en las aulas, hablo esta vez de los nuevos libros educativos infantiles que han llegado a mis manos y que pueden convertirse en el complemento perfecto de esa profesión que, en estos tiempos convulsos que corren, es una de las imprescindibles y no debería ver recortado absolutamente nada. Así pues, en este pequeño espacio, os hablaré de libros para que los niños aprendan, pero si se me permite también será un pequeño espacio de admiración por todos aquellos que enseñan a unos niños que quieren saber, quieren conocer, quieren descubrir que el mundo es tan grande que, a veces, es imposible querer abarcarlo todo de una sola sentada.
Empecemos, entonces, con lo primero que los niños aprenden: las letras. Y sobre todo, por aquellas letras que han sido el comienzo para todos nosotros: las vocales. En Las vocales desaparecidas nos iremos de viaje con aquellas letras donde todo empieza y donde, también, nada acaba porque son el origen de algo tan maravilloso como es el lenguaje, tanto hablado como escrito, que los niños podrán aprender a través de un gran libro para que todo sea más fácil, sea increíble. Un libro donde empezar a balbucear aquellas primeras letras que todos conocimos, aunque fuera de diferente manera, y que se convierten en la vida misma para los que estamos impregnados con la adicción a la lectura. Empecemos, entonces, con este libro para que todos los pequeños puedan ver que las letras no son algo difícil y sí algo muy divertido. (Para lectores de 5 a 6 años)
Y mientras vamos aprendiendo el lenguaje, también vamos aprendiendo a preguntarnos
cosas. Vamos leyendo, vamos ampliando nuestro conocimiento, y cada cosa que nos sucede va convirtiéndose en una nueva cuestión para la que encontrar una respuesta. En Por qué nos preguntamos cosas, a ritmo de poesía y versos, iremos aprendiendo de una forma mágica algunas de esos interrogantes que nos han pasado por la cabeza a alguno de nosotros. ¿Por qué el cielo está arriba y la tierra y el mar abajo? ¿Por qué el horizonte está siempre tan lejos? Preguntas que con la magia propia de la mirada de esos niños pequeños que son la sal de nuestra vida, se nos responden como si fueran un canto a la diversión, a lo más poético que se puede encontrar, viajando a través de esta delicada edición de una pregunta que se mete en nuestro cuerpo y no nos deja en paz hasta que esa música, la música que rebosa este gran libro, se nos mete en el alma misma y es capaz de responder a preguntas que, quizá, ninguno de los que somos ya adultos nos habríamos planteado nunca. (Para lectores de 5 a 7 años)
Está claro que, además, una de las cosas que los niños tienen que aprender está en la higiene, en cómo hay que acicalarse. ¡A lavarse los dientes!, es algo extraordinario para todos aquellos a los que, como los niños que son, les cuesta acercarse al baño y lavarse los dientes. ¿Recordáis el engorro que era cuando nuestra madre nos decía que había que lavarse los dientes y nosotros no sabíamos por qué? Quizá no lo sabíamos porque no teníamos este libro en nuestras manos. Desde saber qué beneficios tiene lavarse los dientes, hasta saber qué partes de nuestra boca deben lavarse. Y todo eso, conjugado con el verbo “jugar” que convierte una experiencia tan aburrida como puede ser lavarse los dientes, en una increíble diversión que todos los niños, cuando vayan al baño para hacerlo, convertirán en placer y no en agonía. (Para lectores de 5 a 7 años)
Y para finalizar, un nuevo idioma, una lengua que será importante en el futuro de los niños
y que está bien que se aprenda desde el principio. Mi primer Larousse de inglés anima a los niños a acercarse a un nuevo idioma de la mano de uno de los mejores libros sobre el tema, con la profesionalidad que esta editorial tiene siempre en este tipo de libros. Palabras, paisajes, y diversión, se juntan en una edición imprescindible para todos aquellos que, desde el principio, quieran aprender aquello que los libros pueden enseñarnos y que se convierte en una de esas obligaciones para que una nueva lengua se nos haga cercana, que se nos haga amena, y que, sobre todo, haga que los niños aprendan un nuevo idioma sin miedo alguno. (Para lectores de 6 a 8 años)