Libros educativos para descubrir el mundo 7
Siempre os he dicho que gracias a los libros podemos conocer nuevos mundos, volver a ser ese niño pequeño que todos llevamos dentro cuando leemos sus historias. Pero, ¿y jugar? ¿y qué hay de ser felices? Gracias a los libros podemos aprender juegos nuevos, aprender en compañía de lo que la imaginación, lo que esos momentos de diversión nos pueden proporcionar. Y es que en un libro encontramos todo aquello que buscamos en otras muchas cosas. Así que hoy, más allá de querer educar, vamos a aprender qué es ser felices, qué nuevos juegos nos encontraremos por el camino, y muchas otras ideas para que podamos disfrutar con los pequeños en esta selección de Libros Educativos porque tan bueno es aprender cosas nuevas, ampliar nuestro conocimiento, como aprender a jugar con los pequeños, con esos niños que nos miran a veces con ganas de más, y a los que no sabemos qué responder.
Un libro que nos enseña qué es ser un niño feliz, un libro que nos enseña qué sucede cuando jugamos, y dos más que nos muestra juegos nuevos y juegos de siempre, esos que nosotros conocimos y, tal vez, olvidamos.
¿Qué es ser felices? ¿Cómo un niño puede ser feliz? ¿Qué tiene que hacer? Pueden parecer preguntas de un libro de autoayuda, pero no os equivoquéis. Todos los padres quieren que sus hijos sean felices, que se enfrenten a la vida con una sonrisa, pero que conozcan de primera mano lo que es la realidad. Y entonces, ¿por dónde empezar? ¿Cómo enseñar a los niños que es trabajar con los demás, qué es ser proactivo, o qué es tener un objetivo en mente? Así en “Los 7 hábitos de los niños felices” nos encontramos con historias para pequeños, con historias de la Pandilla de los 7 Robles que nos enseñan aquello que no podemos poner con palabras cuando nos preguntan. ¿Qué es ser feliz, entonces? Puede que no sea una pregunta fácil de responder, pero sin duda alguna este libro nos marca el camino, nos abre una puerta donde otros nos la cierran, y nos ayuda a divertirnos con nuestros niños mientras aprendemos y reflexionamos con ellos. El día de mañana, cuando este libro ya haya formado parte de vuestro día a día, de vuestras noches con cuento, de vuestros días con historias que contar, de seguro podréis tener algo que decir, e incluso un niño pequeño podrá hablar, con ese vocabulario que empieza a salir de su garganta, que ser feliz es… es… un sentimiento que sólo él puede explicar.
Y sin duda, uno de los momentos en los que los niños son más felices es jugando, es siendo otros personajes, es creando en su mente un universo de juego, de diversión. Es posible que nosotros los adultos olvidemos muchas veces qué es lo que sentíamos cuando nos poníamos a jugar con una caja, con un vaquero o princesa, o cuando encontrábamos escondido un tesoro que creíamos olvidado y perdido. Es por eso que libros como “Cuando juego…” nos ayudan a revivir en sus páginas aquello que hace tiempo que dejamos de hacer por nuestras obligaciones. Y además, nos ayudan a reconciliarnos con el mundo que viven los niños pequeños, entendiéndoles un poco mejor, disfrutando con ellos del juego, de su juego, mientras nosotros les ayudamos en su camino. Un libro y un puzzle que nos hacen sentarnos, estar pendientes, y gritar de alegría cuando lo hayamos montado, cuando hayamos cerrado sus páginas y nos enfrentemos, con convicción y ganas, a un espacio de juego que el día de mañana nos hará darnos cuenta que nunca debemos perder ese niño que se divertía mirando algo e inventándose que allí dentro, que en sus formas, había un mundo por descubrir que nos llevaba esperando desde hace mucho tiempo.
Pero después, cuando ya hemos comprendido qué es el juego para nuestro niño, qué ha significado el juego para nosotros, nos damos cuenta que en otra edad tuvimos juegos donde pasar el rato, donde pasaban las horas sin que miráramos el reloj, sin que tuviéramos la necesidad de ver cómo las agujas iban recorriendo el tiempo. ¿Os acordáis de la Oca, del Solitario Inglés, o de las Serpientes y Escaleras? Pues bienvenidos de nuevo, a aquel mundo donde nos pasábamos horas inventando caminos para ser los ganadores, donde pedíamos a no sabíamos muy bien quién que el dado nos diera el número que nos llevara a la casilla del final y pudiéramos ganar. De oca a oca y tiro porque me toca, como una y cuento veinte, subir por la escalera y bajar por la serpiente. Frases que recordaremos siempre, que hoy mismo podremos recuperara gracias a estos “Mejores 10 juegos de siempre” que nos ayudarán a que los niños conozcan cómo eran los juegos de nuestra infancia y puedan entender que hay otras formas de jugar que nunca pasarán de moda, que siempre estarán ahí para divertirnos y para hacernos crecer. Crecer jugando.
¿Y qué hay de nuevo? ¿Qué podemos encontrar hoy en día que podamos llamar un juego nuevo? Hace poco no os podría haber respondido a esta pregunta. Me quedé desfasado de los juegos que hoy en día llenaban las horas de los niños pequeños. Pero ahora… ahora es todo diferente. Porque en “230 juegos, ¡para toda la familia!” descubriréis, como yo lo hice a su debido tiempo, que hay un nuevo mundo que nos había permanecido oculto cuando éramos pequeños. Y nos hace darnos cuenta lo importante de la imaginación para que nuestro hijo, nuestra hija, incluso para que toda la familia que nos rodea, se lo pase en grande, descubra, se divierta, amplíe su conocimiento en los juegos que nos podemos inventar y sobre todo, ante todo, juguemos con los nuestros y hagamos más fuertes los lazos que nos unen. Hoy en día, donde parece que se premia ser hacer las cosas por ti mismo, hacer las cosas sin necesidad de contar con los demás, libros como éste que os presento me hace reconciliarme con un mundo que más allá de lo adulto o niño que seas, puede hacerte entender que tan importante es ser serio como saber divertirte y jugar, simplemente jugar, como si un niño pequeño hubiera salido de dentro y no te dejara en paz en mucho tiempo.