Libros infantiles de hoy y de mañana 13
Me gusta disfrutar. Me gusta pasármelo bien con un buen libro. Me gusta ver la cara de mi sobrino pequeño cuando abre un libro y se le iluminan los ojos. Me gusta ver cómo se va a la cama, nervioso, por ver qué libro le van a leer hoy. Me gusta comprender que a él le gustan las historias tanto como a mí. Me gusta que aprenda, que escoja relatos de fantasía, de terror, de todos los tipos, porque él es un niño muy valiente que no le teme a nada. Me gusta ver cómo es posible que, siendo tan pequeño, ya aprenda que los libros son unos amigos inseparables. Y sobre todo, sobre todas las cosas, me gusta que muchas veces me mira, fijamente, como sólo saben hacerlo los que tienen su edad, y me pregunta sin ningún tipo de remordimiento: ¿y hoy, no hay ningún libro para mí? Por eso, porque con esa mirada supe que debía empezar esta sección infantil me dispongo a endulzar vuestra mirada con los últimos libros infantiles de hoy y de mañana que han llegado a mis manos, porque son tan variados, son tan especiales, que sólo podréis correr a nuestra librería y comprarlos como si no hubiera otra cosa que hacer. Me gustan los libros, pero todavía me gusta más que le gusten a mi sobrino.
Si tuviera que hablar de un libro, de un libro que me parezca especialmente interesante, que me parezca especialmente tierno, que me parezca que merece la pena tener en una buena biblioteca, sería Minicuentos de ositos y cerditos para ir a dormir. Y os preguntaréis por qué, si en el mercado hay infinidad de libros con cuentos para que los pequeños se vayan a dormir. Pues bien, lo interesante que tiene este libro es que no hay un razón aparente. Que uno lo abre, que uno lo disfruta, que uno ve sus imágenes, ve sus historias, ve aquello que viven los osos y los cerdos que se encuentran en su interior, y lo sabe, porque es lógico, porque tiene que ser así, porque cuando se abren sus páginas ya no hay vuelta atrás, porque cuando se ven las historias uno se divierte, uno va durmiéndose, pero dispuesto a soñar con esos personajes que le han acompañado durante un tiempo. Y porque, por qué no decirlo, es un libro precioso, bonito, que hace que te diviertas por el simple hecho de estar leyendo, y eso es algo fundamental hoy en día. Beascoa ha acertado, una vez más, con esta colección que hará vivir a los más pequeños, historias con algunos de los animales que más conocen. Un imperdible, que diríamos algunos, al que hay que visitar, al menos, unos minutos antes de irnos a la cama.
Pero si de algo se nutren los cuentos, es de ideas originales. Takatuka, como editorial, me ha hecho encontrarme con algunas de las historias más interesantes de los últimos meses. Y quizá esta que tengo entre manos lo sea todavía más, por varias razones. La primera, uno de sus autores, Liniers, es uno de esos creadores que siempre hacen algo interesante y al que le tengo que echar el ojo. Segundo, esta historia de Soñadores que viven soñando despiertos, de niños que viven sus sueños de una manera diferente, toca la fibra sensible de un adulto como yo que no ha perdido la ilusión de cuando era niño, de cuando casi no levantaba un palmo del suelo, y se imaginaba aventuras de lo más variopintas. Y tercero, porque la maravilla que encierra un libro, a veces es una cosa objetiva, de esas que es imposible negar por mucho que lo intenten algunos entendidos en la materia. Este es un libro para el recuerdo, este es un libro para que todos los niños sepan que pueden soñar despiertos y que, a veces, en ocasiones, puede hacerse realidad lo que se imaginan. Y al final, cuando cierren el libro, sepan de una vez por todas que ser niño es aquello que se nos olvida de vez en cuando, y a lo que siempre volvemos, cuando ya no hay miedo a ser felices.
Y cuando ya creíamos que la diversión era cosa de un solo día, resulta que llega ¿Dónde está el suricato?, y nos hace recordar aquellas tardes que pasábamos al abrigo de un libro, buscando, intentando encontrar personajes en un escenario. Siempre me gustaron esos libros en los que te decían qué buscar y tú tenías que aguzar la vista, que aguzar el ingenio, y buscar para encontrar. Además, el libro que aquí tenemos nos invita a buscar a unos animales muy escurridizos, que se pasean por ciudades de todo el mundo, para que así podamos conocer un poco más los lugares que nos esperan en un futuro. Oniro nos trae esta diversión, en forma de animal, para que los más pequeños se sienten, observen, se diviertan, y encuentren todo aquello que se puedan imaginar en los lugares más inesperados de nuestro planeta. ¿Quién dijo que, tener que buscar cosas, iba a ser un quebradero de cabeza? Este libro es alegría lectores, y los niños, hoy en día, descubrirán un apasionante mundo en el que los suricatos son capaces de viajar, de hacernos buscar, y de hacernos encontrar la diversión en cualquier rincón que se precie.
Y por último, me gustaría hacer una pregunta a nuestro público. ¿Qué habéis querido ser de mayores? Sin duda alguna, todos hemos tenido alguna profesión que, tiempo después, quizá no pudimos llevar a cabo. Quién sabe, quizá los niños de hoy en día tengan mayores sueños que los que tuvimos nosotros. Por eso, cuando Blume editó este libro, yo quise tenerlo para ver cómo eran los nuevos sueños de los niños. Y qué sorpresa, qué alegría encontrar que hoy en día se promociona el poder tener imaginación, el poder crear nuevas cosas, que tener tus propias ideas y poder llevarlas a cabo. Cuando somos niños, no nos damos cuenta que aquello con lo que soñamos algún día puede hacerse realidad. Mi libro de moda es uno de esos libros que te ayudan en el proceso creativo, en hacer realidad una idea que puede parecer difusa y que, si la realidad lo quiere, te puede ayudar a tener las ideas más claras a la hora de dedicarte a un mundo que, según lo que se nos enseña, puede ser demasiado competitivo. Aquellos niños que vivan la moda, que la sientan, se verán recompensados. Porque tan importante es encontrar una buena historia, como que un libro te ayude en tus sueños más anhelados, ¿no creéis?