“Escuchad. Puedo explicarlo. Hay un Ted malo debajo del Ted bueno, sí, pero luego, debajo de ese, hay un Ted que de verdad es bueno. Pero nadie lo ha visto nunca. En lo más profundo no soy más que un chaval que solo aspiraba a que lo quisieran y no sabía cómo conseguirlo, por mucho que lo intentara una y otra vez.”
Generalmente, no suelo elegir leer libros de relatos. Quizás porque los últimos que decidí leer no consiguieron engancharme, y finalmente, opté por seguir con las novelas, que es el género por el que más suelo decantarme. Por eso, no sé qué fue exactamente lo que me llamó la atención de Lo estás deseando, pero, después de leer el primer relato, supe que había elegido muy bien y que sería una gran sorpresa.
Y así fue… Kristen Roupenian me sorprendió desde las primeras páginas con personajes rotos, por dentro y por fuera, solitarios, complejos, llenos de miedos, envidias, traumas infantiles y adultos y deseos inalcanzables. Y así, la autora va construyendo historias muy diferentes entre sí, pero con un hilo común, que es una gran crítica a la sociedad de nuestros días. Cómo el individualismo, la superficialidad, la soledad, las ansias de perfección o esos miedos que siempre nos acompañan y siempre florecen en situaciones desesperadas o confusas, pueden sacar la peor versión de nosotros mismos. Y esto da miedo. Mucho. Porque nos hace plantearnos cuáles son nuestros límites en aquellas circunstancias en las que nos sentimos tan vulnerables, acorralados y tan fuera de nosotros mismos que podríamos ser capaces de cualquier cosa.
Y, si bien esto nos asusta a todos, a mí también consiguió atraparme por completo. Me pareció increíblemente interesante el conocimiento por parte de la autora de la mente humana. Cómo logra descifrar todos sus entresijos y meterse tan, tan dentro de cada uno de los protagonistas, que logra dotar cada uno de los relatos de una oscuridad fascinante. Y puede resultar extraño cómo puede gustar algo así, pero creo que es exactamente lo que llama la atención. Cómo habla del ser humano de una forma tan profunda y perversa, con una pluma cuidadosa de todos los detalles, que siempre guarda alguna sorpresa y que nos mantiene en vilo sobre cómo todo puede estropearse. Incluso en situaciones cotidianas de nuestra vida diaria o lugares que, en un principio, nos parecen inofensivos.
“¡Sorpresa! Resulta que con tan solo la ayuda de una pizca de magia de cumpleaños es posible apresar el odio, como un rayo de sol. Es posible aumentar, refractar, dirigir el odio. Y un grupo de invitados a una fiesta que están apiñados como las hormigas en la acera (como sardinas en lata), se ven bañados por los rayos de una fuerza misteriosa que no por el hecho de ser invisible es menos poderosa.”
Así, a través de serie de historias, que incluyen desde algún elemento sobrenatural hasta relaciones amorosas y sexuales de lo más extrañas y enrevesados, la autora nos envía un mensaje muy claro sobre los límites de la sociedad actual en la que vivimos. Una crítica camuflada en personajes y vidas ficticias, que también hace referencia al feminismo y a determinadas situaciones que vive la mujer en entornos que siguen dominados por la conciencia machista.
Lo estás deseando es de ese tipo de libros que te deja pensando incluso mucho después de haberlos leído. En este mismo momento, personalmente, creo que volvería a leer “Sardinas en lata”, “Un buen tío” o “El chico de la piscina”, algunos de los relatos de Roupenian que más me gustaron y me hicieron reflexionar. Pero, sin duda, todos ellos son interesantes y esto es difícil en cualquier libro de relatos. Pero la calidad de este logra incluso traspasar las páginas.