Aviso: Este libro NO va de lo que parece. Seguro que piensas que son consejos para embarazadas, que con esa portada y ese título es más que evidente, y no te culpo por creerlo. Me temo que muchos lectores se alejarán de él por ese motivo. Pero de verdad que no. Si hablara de ese tema, yo no lo hubiese leído. Digamos que no estoy en «ese momento» de mi vida. A mí me interesó Lo que nadie te contó sobre la maternidad, el parto y la lactancia por el subtítulo, ese que aparece en letra pequeña debajo de la barriga con carita feliz: «Historias curiosas, increíbles, disparatadas pero ciertas, sobre el embarazo, la lactancia y el cuidado de los bebés». Y como me encantan las historias que se salen de lo común, allá que me aventuré a leer este anecdotario escrito por el pediatra José María Lloreda.
Reconozco que me dio un poco de vergüenza leerlo en público, no fuera a darme la enhorabuena alguien. ¿Cómo se iba a imaginar la gente que yo estaba leyendo sobre mujeres que parían conejos, siameses que vivían durante años con su hermano fallecido a cuestas o historias rocambolescas sobre santos y mitología? Y es que, repito, esa portada no le hace justicia al libro. Hasta creo que si una embarazada lo compra, puede llevarse un susto. Pero que tampoco lo descarte, pues aprenderá muchas cosas de la mano del doctor Lloreda, y se divertirá, eso seguro.
José María Lloreda habla de embarazos, partos y niños, sí, no lo niego, pero lejos de marcar pautas a las futuras mamás, lo que hace es recopilar explicaciones mágicas que se han transmitido de generación en generación para tratar de entender aquellas cuestiones a las que la lógica no daba respuestas por aquel entonces. Y, de paso, demuestra cómo aún perduran vestigios de aquellas creencias en la actualidad. Porque quién no ha oído que hay trucos para asegurar el sexo del bebé; que los antojos no satisfechos causan manchas de nacimiento; que hay que evitar que la embarazada sufra estrés o una fuerte impresión porque se lo transmite al feto; que lo bebés sufren de gases o que a los prematuros se les deja ingresados para que engorden.
Es asombroso descubrir los remedios, a cada cual más alocado, que se han puesto en práctica durante mucho tiempo: enemas de humo de tabaco para reanimaciones, comer piojos para curar la tiricia, alimentar a los niños con excrementos de mosca para que dejen de llorar, montar en un burro nueve veces para curar la tosferina, tatuar a los recién nacidos para evitar cambiazos… O la costumbre de la covada, practicada en el norte de España hasta principios del siglo XX, que consistía en que fuera el padre el que se quedaba en la cama para recibir las atenciones y establecer vínculo con el bebé, mientras la recién parida se reincorporaba de inmediato a los quehaceres cotidianos. Hoy en día, estas prácticas nos hacen reír o nos escandalizan, pero cuántas cosas estaremos haciendo ahora que dentro de unos años otros consideran igual de raras.
Quiero hacer una mención aparte a «Oda al chiquipark», un capítulo memorable, que se sale un poco de la tónica general de Lo que nadie te contó sobre la maternidad, el parto y la lactancia y que no desentonaría en absoluto en El club de la comedia. Y es que en el tramo final del libro, Lloreda abre el abanico de temas y hace relucir, todavía más, su extraordinario sentido del humor.
A través de supersticiones, hechos reales y casos que él mismo ha tratado como médico, José María Lloreda nos sorprende, nos divierte y nos instruye, al estilo de Eslava Galán, autor al que menciona alguna que otra vez. Por eso, Lo que nadie te contó sobre la maternidad, el parto y la lactancia será del gusto de los lectores curiosos que quieran pasar un buen rato. Así que si tú eres uno de esos lectores, no te dejes engañar por el título y la portada, por favor, y lee este libro. Te aseguro que lo pasarás en grande.