Javier Marías gana el Premio Nacional de Narrativa
El escritor Javier Marías ha ganado el Premio Nacional de Narrativa 2012, pero decide rechazarlo en un acto de coherencia, tras haber rechazado cualquier invitación a actos organizados por gobiernos y entidades gubernamentales/estatales en los últimos 30 años. De todas formas, aprovechamos este reconocimiento público a Javier Marías para recordar aquí la reseña que hizo nuestro redactor Javier BR en su momento, y para darle la enhorabuena por su obra.
Los enamoramientos, de Javier Marías
Vuelve Javier Marías con una novela íntima y reflexiva, en la línea de sus mejores títulos.
Odio a Javier Marías. Lo siento, sé que esta no es manera de comenzar, pero necesitaba soltarlo antes de seguir.
Verán, en realidad no tengo motivos objetivos para hacerlo; es uno de mis escritores favoritos, he leído todo lo que ha escrito y su última novela, Los enamoramientos es un libro magnífico. Pero ahora, justo después de terminarla, intento comentar algo sobre el libro y me siento incapaz. Cualquier cosa que escribo –o que pienso, más bien– suena insulsa, torpe, balbuceante. ¿Cómo puede alguien redactar una sola línea después de leer a Javier Marías?
Javier Marías es como ese amigo que ha viajado a todas partes, que lo ha leído todo, que conoce a todo el mundo, que lo hace todo bien; es un placer contar con su presencia en cualquier reunión y si falta se le echa de menos. Uno se queda embobado escuchándole, pero cuando tratas de contar tu anécdota intrascendente, tu modesto viaje, tu chiste sin gracia, inevitablemente terminas sintiéndote vulgar, anodino, superficial: un auténtico pánfilo. Y claro, al final le coges manía, a pesar de ser un encanto y de no tener culpa de nada.
Y ahora me sucede algo parecido. Menos mal que no estoy tratando de redactar un estudio crítico o una tesis, sino una sencilla reseña, un simple comentario sobre un libro recién leído; ¿se les ocurre algo más fácil? Sólo tengo que resumir un poco el argumento, hablar brevemente del autor y finalizar con mis impresiones personales sobre la lectura y, si es pertinente, recomendarles el libro.
Vamos a ver; a la primera parte, a la de resumir la trama, creo que puedo llegar: Cada mañana, antes de comenzar su jornada laboral en una editorial, María, la protagonista y narradora de Los enamoramientos, desayuna en un bar cercano a su oficina. Allí coincide casi siempre con una agradable pareja, un matrimonio simpático y elegante que irradia armonía. Aunque nunca han cruzado palabra y María no tiene intención de dar ningún paso para conocerles, compartir con ellos el desayuno, aunque sea a distancia, le anima y reconforta hasta el punto de que cuando no les ve comienza el día de peor humor.
Pero una mañana dejan de acudir a la cafetería –¿unas vacaciones, quizá un traslado inesperado?– y María, movida por la inquietud y por la curiosidad, termina por averiguar que el hombre ha muerto en circunstancias tan trágicas como absurdas.
Esa es toda la acción y se desvela en las primeras páginas, pero a partir de ahí, cuando intento explicar de qué trata en realidad Los enamoramientos encuentro en primer bache en el camino.
Los enamoramientos es una novela argumentalmente más sencilla que otras del autor, especialmente si la comparamos con Tu rostro mañana, su último título hasta ahora. Pero no es un libro simple; buena parte de los temas recurrentes en la obra de Javier Marías están presentes en Los enamoramientos: el azar, los secretos y la memoria, la traición y la delación, la muerte (la manera en que los vivos vamos dejando atrás a los muertos y éstos, sin embargo, se resisten a marchar del todo). Todos estos elementos, entremezclados de una forma sutil e inteligente, construyen una narración que continuamente se bifurca en lúcidas disgresiones y se multiplica, como reflejada en espejos, con las ya habituales referencias recurrentes a textos clásicos –Shakespeare, como siempre, pero en esta ocasión también Balzac y Dumas–. ¿El resultado? Una historia íntima, sutil y ambigua, que se mueve en el terreno de los conflictos personales, de la imposibilidad de saber la verdad –¿de verdad queremos saber las cosas que terminamos sabiendo?–, de las miserias y las esperanzas humanas: una novela reflexiva en la que, como en todos los buenos libros, no debemos buscar respuestas, sino preguntas.
No hemos avanzado mucho.
Mientras siga bajo el síndrome de Marías no soy capaz de articular más que vaguedades y lugares comunes (“una historia íntima, sutil y blablabla”) que no hacen justicia al texto que acabo de leer. Y lo peor es que, aunque su prosa sea tan perfecta y elegante y sus reflexiones tan lúcidas, Javier Marías consigue que parezca fácil escribir así, como cuando salimos de una exposición de arte abstracto pensando que eso lo podemos hacer nosotros en casa.
Y no lo es en absoluto. La prosa de Marías es de una extraordinaria riqueza y está perfectamente medida y depurada. Leyéndole se tiene continuamente la sensación de que el autor ha encontrado la palabra perfecta y el ritmo idóneo. No tengo duda de que si preguntásemos al autor por una palabra de cualquiera de sus textos, una al azar, respondería sin titubeos las razones por las que escogió esa y no otra.
Sin embargo, eso no significa que sea un escritor complejo en exceso. Con algunos autores en ocasiones necesito volver hacia atrás en la lectura porque no he comprendido del todo una frase o un razonamiento se me ha quedado descolgado; pero cuando leyendo a Javier Marías retrocedo, es para deleitarme de nuevo con una de sus frases largas y complejas, pero tan bien construidas que resultan claras y luminosas.
A todo lo anterior podemos añadir que Javier Marías es un escritor particular, de una clase poco frecuente en nuestros días. Su actitud elegante y algo distante, mitad caballero, mitad cascarrabias, se refleja en sus textos. Aparece en los medios lo justo, tratando de no llamar la atención por motivos extraliterarios, que no se pliega a modas o exigencias del gran público ni hace concesiones comerciales en sus novelas, pero tampoco pretende destacar del modo opuesto; no juega a ser misterioso ni oscuro ni difícil.
Además, nunca ha sido aficionado a reírle las gracias a nadie. Por el contrario, aprovechando que la protagonista de Los enamoramientos trabaja en un editorial, Javier Marías aprovecha para liberar su ironía y darle un repasito al mundo literario, caricaturizando a algunos escritores conocidos (incluido él mismo).
Al final me he extendido demasiado para seguir siendo incapaz de decir nada. Intentaré al menos cumplir con la parte de la recomendación: Los enamoramientos, de Javier Marías, es una novela extraordinaria; los que nunca hayan leído a este autor encontrarán en ella una ocasión perfecta para conocerle; no deberían dejarla pasar. Para los que le seguimos desde hace tiempo será, como cuando se regresa al hogar familiar tras una larga ausencia, un reencuentro con una de esas personas a las que odiamos entrañablemente porque no podemos vivir sin ellas.
Cuanto razón tienes en todo lo que dices y te felicito por expresarlo tan adecuadamente. Sigo, como tu, a Javier Marías desde el principio y mira que ha escrito pero cuando pienso en títulos lo primero que siempre me viene a la memória, y será por el buen recuerdo que guardo, son Travesía del horizonte y Los dominios del lobo.
Aplausos de pie; tranquilo, sin dudas lograste expresar loque este libro tiene en sus páginas; creo que pasa como con Saramago, uno siemrpe cree que no pudo contar lo que debió contar del libro; pero tu reseña es muy buena, tanto que deseo con el alma ese libro; de él solo leí “Corazón tan blanco” y me parece una de las mejores novelas que leí en mi vida ¿Porqué no leí nada más? todavía me lo pregunto; es hora de empezar a leer todos sus libros! Saludos y gracias por la recomendación!
Desde el inicio me enganchaste y…¿Qué pasó por lógica? Quiero leer este libro. Sé que Marías te gusta mucho y sé que tengo que probar su lectura. Tu último párrafo me dio la excusa necesaria para hacerlo con Los enamoramientos porque me dijiste de que va la historia pero hasta ahí y ahora quiero calmar la intriga que me genera.
Nuevamente, excelente reseña.
Pues la verdad es que nunca me he decidido a leer a Marías, y precisamente estaba pensando en empezar con esta novela después de haber leído una entrevista en El Semanal. Tu reseña me lo confirma: ya va siendo hora.
Un saludo!
Sólo he leído dos obras de Marías, Todas las almas y Corazón tan blanco, y ambas me encantaros. Así que me apunto esta novela que citas para adentrarme una vez en la excelente prosa de este autor. Y es verdad lo que dices, cuando terminas una novela de este autor, una no se atreve a escribir nada. Y es que lo hace todo tan fácil y tan bonito que luego no hay palabras para describir lo que has leído. Sólo puedes decir una cosa: lee el libro y disfruta cada página.
Besotes!!!
Si quiero empezar a leer a Javier Marías que libro me recomendaria?
La reseña me gusto mucho y me hizo reflexionar en el porque no habia leido nada de este escritor. Sin haberme percatado antes que tengo un libro de cuentos Cuando Fui Mortal pero que no he leido.
Es cierto que ha escrito ya un buen número de libros y, aunque algunos son mejores que otros, todos tienen un nivel de calidad sobresaliente y algo por lo que merece la pena destacarlos. Los que mencionas son dos grandes novelas y además supusieron una autentica renovación en la narrativa española en su día. Gracias por tu comentario.
Es cierto, Roberto, Marías es uno de esos escritores en cuyas novelas hay tantas cosas que por mucho que comentes, siempre te queda la sensación de que te dejas en el tintero más de lo que escribes. “Corazón tan blanco” es una novela excepcional y si te gustó, te animo a que pruebes con otras del autor. Gracias por tu comentario.
Gracias por tu comentario, Rosario. Prometí no recomendarte más autores, pero este es ineludible. Estoy seguro de que te gustará.
Pues lo dicho hasta ahora, te animo a leer a Marías y espero conocer después tu opinión. Gracias por tu comentario.
La forma de escribir de Marías tiene ese curioso efecto: parece compleja y fácil a la vez, pero tienes razón, lo importante es disfrutar de la lectura y olvidarse del resto. Gracias por tu comentario.
Es difícil hacer una recomendación así, porque uno suele estar contaminado por su propia experiencia. Mi preferido es “Corazón tan blanco”, un libro muy especial para mí o “Mañana en la batalla piensa en mí”. Por el contrario, no recomendaría empezar por “Tu rostro mañana”, que es una obra que puede apabullar un poco como primera aproximación al autor, ni “Negra espalada del tiempo”, que contiene muchas referencias a su propia obra.
“Los enamoramientos” no es mala opción, aunque si tienes “Cuando fui mortal”, quizá sea esa la alternativa más sensata.
Espero haber sido de ayuda. Gracias por tu comentario.
Tengo un amigo que es fan de marias, le gustará este libro, es bueno?
El último libro de Marías es bueno y si a tu amigo le gustan los otros libros de este autor, creo que Los enamoramientos también le gustará, porque es una novela muy de su estilo.
Gracias por tu comentario, Piscitalde.
El sábado acabé este libro y, tras leer tu reseña, puedo decir que coincido contigo en muchas cosas.
Ciertamente, leyéndolo, “Los enamoramientos” te impulsa más a buscar preguntas que respuestas. O, por decirlo de otra manera, sí te hace buscar respuestas, pero más que en la historia, en ti mismo. De hecho la trama es, según yo lo veo, lo menos importante, es la excusa perfecta que Marías utiliza par expresar lo que siente, lo que piensa, lo que quiere decirle al mundo. Sirviéndose de una historia sencilla, toca temas profundos (la vida, la muerte, el amor, nuestros límites, el bien y el mal, la justicia) y te hace reflexionar sobre ellos, a la par que lo hace él también. Claro que, como dices, nuestra manera de “pensar” parece rídicula ante la exposición inmaculada de Marías. Ya no sólo por la lucidez de lo que dice, que deslumbra, sino también por su claridad, por sus párrafos kilométricos que recorres sin apenas darte cuenta porque lo que lees no son palabras sino reflexiones, pensamientos, y ya se sabe que los pensamientos ajenos siempre (o casi siempre) atraen.
Me ha parecido curioso que el autor haya decidido que la narradora de la historia (y también uno de los personajes principales) sea una mujer, y que además la haya caracterizado tan bien a través de su manera de pensar. Igual es que, al fin y al cabo, los hombres y las mujeres no somos tan diferentes… Eso, o que Marías conoce muy bien el sexo femenino ;).
Será una chorrada, pero también me han parecido curiosos e incluso irónicos los nombres de los dos protagonistas: Javier y María. No hay que ser muy ducho para darse cuenta que son dos nombres que identifican bastante al autor, lo que convierte la obra aún más íntima si cabe, más teniendo en cuenta que principalmente son ellos dos los que dan rienda suelta a sus pensamientos (es decir, a los de Marías).
En definitiva, coincido contigo en que ésta es una novela exquisita, para disfrutar embobado. Para mí ha sido el primer contacto con el escritor y estoy segura que, tarde o temprano, repetiré con él.
Me alegra que coincidamos en el comentario de este libro, Judit, porque no me ha resultado nada fácil hacerlo.
Es cierto eso de que en los libros de Marías (en todos los buenos libros de cualquier autor, en realidad) hay más preguntas que respuestas. Es algo que el propio autor ha dicho en alguna ocasión. En parte debe ser una condición inexcusable de la buena literatura (al menos a mi entender), pero no me cabe duda de que Marías busca intencionadamente ese efecto. Todas sus novelas tienen tramas más o menos intrascendentes (aunque no siempre sencillas) y, sin embargo, en todas se llega a los temas más trascendentes, siempre expuestos con una lucidez pasmosa. ¿No te has encontrado varias veces, leyendo a Marías, pensando por qué no se te habrá ocurrido a ti esa reflexión que acabas de leer? A mí sí.
Es interesante lo que comentas sobre la elección de una mujer como narradora, tratándose de un hombre el que escribe. Es uno de los puntos que más se han criticado a esta novela por parte de muchas mujeres (y algunos hombres) que argumentan que no sólo es imposible que un hombre escriba desde el punto de vista de una mujer, sino que Marías es el menos indicado para hacerlo. En realidad yo creo que no es ni lo uno ni lo otro, que todos los personajes de todas las obras de Marías son las distintas voces que emplea el autor para hablarnos de lo que realmente quiere hablar, de esos temas trascendentes que decíamos antes. No son personajes realistas, psicológicamente hablando: todos son Marías. De hecho tú también lo mencionas a colación de los nombres de los personajes.
En definitiva, me alegro doblemente que te haya gustado; porque creo que es un gran libro y porque es uno de mis autores favoritos. Espero que repitas y que lo comentemos.
Gracias por tu comentario.
Pues yo sinceramente, discrepo, el libro me ha resultado pesado y la historia lenta, han hecho falta 180 páginas para que empiece la parte interesante, muy obvia. Esperaba mucho más del libro, si no fuera porque me empeñé en acabarlo en la página 100 hubiera abandonado, por la de vueltas y vueltas que le da a lo mismo, sin avanzar en la historia.
Yo tengo que reconocer que siendo un gran admirador de Javier Marías no soy demasiado imparcial a la hora de valorar sus libros. Sí que es cierto que la historia no es el atractivo de Los enamoriamientos, como no lo es en casi ningún libro de Marías. Para mí lo atractivo es la forma de escribir y también sus disgresiones; la trama apenas es una excusa. De todas formas, lamento que no te haya gustado, Jandritu, y espero acertar con alguna otra recomendación. Un saludo y gracias por tu comentario.
No he leído nada de Javier Marías pero tras leer tu magnífica resenya creo que va siendo hora de adentrarme en la prosa de este autor. Has escrito una resenya muy útil tanto para los que conocen y gustan de este autor como para los que, como yo, aun desconocemos su prosa. Me animaré a leer algo suyo pronto porque estoy casi segura de que me gustará.
Muchas gracias por tu comentario, Roser. Si te animas a adentrarte en la obra de Marías, te recomiendo “Corazón tan blanco” o “Mañana en la batalla piensa en mí”, dos novelas extraordinarias que marcan la etapa de madurez del autor. Los cuentos son también una buena elección. Saludos.
Ando leyéndolo y es de ésos libros que una quiere leer poco a poco para que no se acabe,como un buen postre, saboreándolo.
Saboréalo bien, Maruxa, que a saber cuándo tendremos un nuevo Marías. Espero que te guste y que cuando lo termines pases por aquí para comentar. Muchas gracias por tu comentario.
No había leido a Marías, salvo los maravillosos artículos en El Pais Semanal, hasta este verano. Tenía desde hace tiempo la trilogía Tu Rostro Mañana, pero sin leer por motivos un tanto absurdos derivados de una absurda lealtad ( la novia de mi mejor amigo lo dejó y se fue con Javier hace muchos años). ¡Cuánto tiempo perdido, sin disfrutar de una de las más espléndidas prosas de este tiempo¡
Coincido plenamente en todo lo dicho: más preguntas que respuestas, lo de menos es la trama, prosa intensa, compleja y sencilla a un tiempo…..
Acabo de comprar tu recomendación, pero el veneno de Javie Marías me lo inoculó Tu rostro mañana. Hasta me ha hecho situaqr a María junto a mis predilectos, Murakami, Vila Matas, Delillo, Austes….
Lo empecé el luens y lo terminé anoche.
Me ha maravillado como lo anteriormetne leíod. El principio de este libro está al nivel de otros grandes inicios como 100 años de Soledad o algunos de los libros de Saramago o Sábato. Sólo el principio te arrebata y te lleva a la necesidad de seguir leyendo: La última vez que vi a Miguel Desvern o Deverne fue también la última que lo vio su mujer, Luisa, lo cual no dejó de ser extraño y quizá injusto, ya que ella era eso, su mujer, y yo era en cambio una desconocida…”
QUIEN PUEDE PARAR DE LEER DESPUES DE ESTO!!
Disculpa la tardanza en responder, Carlos Manuel; últimanente estoy algo desconectado.
Es cierto, los principios de los libros de Javier Marías enganchan. Sin trucos ni suspenses artificiales siempre consigue que no puedas despegarte de sus páginas. Si lees la primera frase de “Corazón tan blanco”, por ejemplo, no podrás cerrar el libro.
Me alegra que te haya gustado “Los enamoramientos”, es de esos libros que uno recomienda con seguridad.
Gracias por tus comentarios, y espero leerte más en este blog. Un saludo.
Me parece una novela soporífera. Es el tostón más impresionante que he leído en mucho tiempo. El autor es un pedante insufrible.Sus divagaciones son cansinas y repetitivas. lo peor de una novela es que aburra y esta me aburre muchísimo. Ni siquiera la podría calificar de novela, se debería llamar “divagacines de un pelmazo”.
Me alegra saber que no soy la única que opina esto mismo. Pensaba que, simplemente, el autor se me había atravesado.
Es una reseña tan apasionada que no le voy a poner peros (me los quedo para mí), pero la novela es tan vulgar, predecible y mediocre como todas las demás del autor (que no puede estar mááááássss sobrevalorado).