Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson
A lo largo de mi vida leí la bibliografía completa de Gabriel García Márquez, ese genio colombiano que no deja de encandilarme con sus historias; quince libros de José Saramago, maestro de los maestros, reposan en una de las estanterías de mi piso a la espera de ser releídos; solo me falta la última novela de Mario Vargas Llosa para afirmar que las disfruté a todas. Camus, Wilde y Cervantes son culpables de mis madrugadas sin dormir, Flaubert, Shakespeare y Hemingway logran que viaje en el tiempo y en el espacio sin moverme del sofá. Y estos son solo algunos ejemplos de mi historial de lecturas.
Con semejante pasado resulta lógico que rechace las modas, los best sellers, las trilogías de vampiros, noches, lunas, magos, los libros de verano o la literatura barata. Por eso no quería saber nada de Stieg Larsson, ni aspiraba a formar parte de los fanáticos de la saga Millennium ni deseaba leer Los hombres que no amaban a las mujeres.
Pero menos mal que me quedé sin libros para leer, sin dinero para comprar nuevos y sin otra opción que elegir alguno de los que estaban en mi biblioteca, más ocupando lugar que otra cosa.
Entonces pasé mis dedos por los lomos de los libros abandonados y, entre tantos, me encontré con el nombre “Millennium 1” Recordé que había intentado leer el primer capítulo, con plena actitud negativa – “a ver por qué hablan tanto de esto”- y que lo abandoné enseguida, aburrido, confundido y orgulloso de haber confirmado mi teoría sobre los libros-moda.
¡Qué equivocado estaba!
No me pregunten por qué intenté leerlo por segunda vez. Fue una especie de impulso inexplicable, algo en mi interior que me llevó a darle una segunda oportunidad a un libro con nulas chances de ganarse un lugar en mi corazón. La cuestión es que en una semana devoré las 672 páginas y ya tengo en mis manos el segundo tomo de la saga para continuar disfrutando de las espectaculares aventuras que el desafortunado escritor sueco legó a la humanidad.
Los hombres que no amaban a las mujeres narra la historia de la desaparición de Harriet Vanger, hace 36 años, en una isla de Suecia. Su tío, un poderoso empresario retirado llamado Henrik Vanger, vive su vejez obsesionado por encontrar respuestas que le permitan estar en paz; es que, pese al poder económico del imperio Vanger y a las interminables investigaciones del pasado, nada más se supo acerca de su sobrina.
Allí aparece Mikael Blomkvist, periodista y encargado de la revista Millennium (dedicada a desenmascarar a políticos y financistas) para asumir el intento de reflotar la investigación, tarea prácticamente imposible, tantos años después; sin embargo, Blomkvist, un poco para alejarse del caos personal en el que se encuentra debido a una condena por difamación a un grupo industrial, decide aceptar el encargo sin tener la menor idea de donde se está metiendo; no sabe que vivirá (¿cómo lo explico sin contar lo importante?) noches de insomnio cargadas de café, cavilaciones interminables, encuentros amorosos al por mayor, amenazas de todo tipo y color, sentimientos encontrados y sobre todo un crecimiento fantástico como investigador, todo en medio de un puzle que el autor separa en cada una de sus piezas, que el lector crítico asegura que nunca podrá rearmar, pero que finalmente encajan a la perfección, formando así una obra maestra digna de ser releída.
Pero Mikael Blomkvist no estará solo, claro que no: contará con la ayuda de Lisbeth Salander, una joven que se convierte en el personaje más inolvidable de la novela y que se presenta ante el mundo con un pasado cargado de desdichas, un presente que la muestra totalmente antisocial y una imagen (piercings, tatuajes, extrema delgadez, entre gótica y punk) que sorprendería a los prejuiciosos, quienes no adivinarían en ella ni una de las maravillosas cualidades que posee.
Es interesante subrayar un punto que detecté desde el comienzo: Stieg Larsson rompe con los modelos típicos de los personajes dedicados a la investigación; Mikael Blomkvist no posee ni pipa, ni boina, ni se viste con un sobretodo negro, además de no llevar lupa alguna o poseer un estado físico envidiable. Mikael Blomkvist se alimenta de comida rápida, hace las compras, fuma sin parar, pasa la aspiradora y se cansa al correr un par de metros, debido a su falta de ritmo. Lisbeth Salander, en tanto, no actúa casi nunca como el típico personaje femenino, sino que en muchos tramos de la novela toma las riendas de la investigación y hasta le enseña a Blomkvist el correcto camino a seguir; además es desordenada, nada aficionada a las tareas domésticas y siempre está pegada a su ordenador personal, al que quiere más que a nadie. A ambos los une un punto en común: el afán de justicia, que los llevará a poner en riesgo sus vidas con el fin de encontrar la verdad, pero que también los guiará por un camino de conocimiento mutuo que generará en el lector la ansiedad irreprimible de saber qué pasará entre ellos mucho más adelante, allá por las últimas páginas, esas que uno quiere que lleguen, aunque sin desear que el libro culmine.
El primer tomo de la saga Millennium transita por temas muy fuertes, que van desde el abuso sexual y la violación, pasando por los engaños financieros y la violencia, sin dejar de remarcar cuestiones como la ambición por el poder, los problemas psicológicos, el incesto y la tortura. Este libro nos presenta una crónica sobre los conflictos de la familia Vanger y, con una prosa sencilla y ágil, además de efectiva y muy adictiva, logra atrapar al lector a partir del segundo capítulo hasta el final, que nos deja con la sensación de querer más y más.
Sin dudas, esta saga es un proyecto pendiente. Muy buena reseña personal.
Un beso!
No se puede abordar un libro con perjuicios. Afortunadamente yo lo leí cuando nadie lo conocía y acababa de llegar a españa. Su portada me imantó. Estoy seguro que tras su éxito no lo hubiera leído, también me pasa lo que a tí, huyo de los libros de éxito expontáneos.
Comparto tu opinion, son enemiga de todo aquello que es famoso desproporcionado, pero afortunadamente me recomendaron el libro cuando en México nadie lo conocia, asi que lo lei sin ninguna esperanza de que fuera bueno o malo
Debo decir que por ahora llevo dos de los tres libros y que como tú los he devorado en poco tiempo a pesar de tener mas de 500 paginas cada uno
Excelente reseña y déjame felcitarte pues no se como le haces para enviarnos un post diario, a mi me es imposible actualizar mi blog con tal constancia
saludos desde México!!!
Leí este libro porque siempre me llama la atención estos libros que gustan tanto a tanta gente. Y la verdad es que me parece un mérito enorme. Y la verdad que me gustó mucho. Como dices, es una prosa muy adictiva, ágil, y Lisbeth Salander es uno de los mejores personajes que se han creado en los últimos años. Las siguientes novelas ya no lograron, a mi juicio, lo mismo.
Besotes!!!
Estoy contigo en todo lo dicho en la novela. Me alegro que le dieras una segunda oportunidad. Ya nos contarás que tal con el segundo libro, para mi el más flojo.
Y, mientras tu descubres a Larsson tras haber leído a Gabo, yo voy a hacer el viaje contrario. Después de disfrutar con la trilogía, me voy ahora a conocer a clásicos modernos, xD
Georgina, gracias por tu comentario; creo que vale la pena meterse en el mundo Millennium; el problema es salir jajaja! Saludos!
Perjuicios, gracias por leerme y comentar; qué suerte que pudiste leer el libro antes de su fama, sin dudas ayuda mucho; lo bueno es que este libro es bueno famoso o no, al empezar a leerlo uno ya se da cuenta con lo que nos encontraremos; saludos!
Leticia, gracias por leerme y comentar; qué bueno es que este libro lo pudiste leer antes de su fama; como decía antes, lo bueno es que un gran libro supera todo lo que se diga sobre él; te cuento que yo no posteo todos los días, somos varios los que trabajamos aquí; si te fijas debajod el título del libro, aparecen los nombres de los que escribimos; además está la lista en la sección “quienes somos” Saludos a México!!
Margarita, sin lugar a dudas Lisbeth es increible, inolvidable; en el segundo libro, para mí, es aun mejor; el tercero no lo leí todavía; pero sin dudas, Lisbeth se lleva el premio al mejor personaje! Saludos!
César, te cuento que ya leí el segundo libro, y coincido con vos; ya envié la reseña; en general coincido bastante con tus reseñas ya publicadas; el tercero no lo leí, ojalá me guste tanto como a tí; saludos y gracias por leerme y comentar!