Si algo no es este libro es convencional. No sé si catalogarlo en la categoría de terror, ciencia ficción, drama o una mezcla de todo lo anterior. Y eso está bien. Que te sorprendan siempre está bien. Es más; es deseable (la mayoría de las veces) y este libro pertenece a esa mayoría.
Nos encontramos ante una novela que comienza con unas páginas del hermano del autor, Alistair, en las que explica la difícil relación que tenía con aquel y cómo –a pesar de la polémica que siempre provocaba su figura, y la que se ha generado alrededor de su muerte y las circunstancias de esta– ha podido publicar el libro que estaba escribiendo su hermano mediante las notas encontradas en el ordenador, mensajes de Whatsapp, emails, papeles en el bolsillo… de su hermano muerto. Un libro que sigue después narrado como si se tratara del diario de alguien, Jack Sparks, que lo escribe como un borrador con vistas a ser publicado y convertirse en otro fenómeno mundial editorial gracias a la fama que ha cosechado con sus libros anteriores (El viaje en un palo saltarín de Jack Sparks, El viaje entre pandilleros de Jack Sparks y El viaje a las drogas de Jack Sparks). Tan borrador es, que de vez en cuando vemos llamadas a su editora, Eleanor, del tipo “ya sé que no te gusta que mencione tal o cual cosa, pero la menciono y quiero que no lo elimines” que se han querido dejar tal cual Jack las escribió.
Razones por las que la gente afirma haber presenciado fenómenos sobrenaturales:
1) Están intentado engañar a otros
2) Han sido engañados por otros
Lo que voy a intentar hacer, tanto hoy en esta iglesia como a lo largo de este libro, es encajar todo lo que vea en una de las dos explicaciones de la lista. Si encuentro algo que no encaje en ninguna, me pensaré la posibilidad de añadir una tercer al listado.
¿Y de qué va el libro? Bien, tenemos una pista si sabemos que el difunto Jack quería titularlo El viaje a lo sobrenatural de Jack Sparks. La intención del autor es demostrar la inexistencia de todo lo inexplicable, dando la oportunidad a los fanáticos de lo paranormal de que le convenzan sin conseguirlo para poder ser, otra vez, el gallo más listillo y chulito del corral.
Antes de entrevistarse con una “maga de combate” Jack asiste a un exorcismo en Italia. Por supuesto, Jack no se va a creer ni una mierda de lo que ve y busca los trucos, espejos y toda la parafernalia oculta que exigen los trucos de magia y los fraudes protagonizados por curas exorcistas. En el fondo, Jack somos un poco todos nosotros, o al menos el todos los que nos consideramos racionales, y no se traga estas cosas. Durante el numerito Jack no es muy respetuoso que digamos, y llega incluso a reírse. Y ese, ESE, será el momento en el que Jack comience a vivir un infierno en la Tierra. Además, Jack es esclavo de las redes sociales. Vive por y para ellas, se apoya en sus miles y miles de fans aunque los desprecia y solo les presta atención cuando le son útiles, y en esta aventura, para bien o para mal, van a serle muy necesarios.
Creo que fuera de las películas de “terror”, en las que más que terror lo que te dan son sustos acompañados y potenciados por una banda sonora peculiar y creciente en volumen en los momentos estratégicos, es bastante más difícil asustar en un libro. Pero tengo que reconocer que en este Los últimos días de Jack Sparks sí que he tenido momentos de acojone. No tanto como para irme por la patabajo, pero sí que he llegado a tener el corazón en un puño y a medida que iba avanzando hacia el final el puño estrujaba más y más.
El libro se lee que da gusto. Una prosa fácil, directa y un estilo fresco y canalla como el personaje, cuya actitud descreída y su cinismo me ha recordado a Constantine, con la diferencia de que este último sí cree, por la cuenta que le trae, en todo el tema esotérico y demoniaco. Un personaje que es grosero, egoísta, endiosado, arrogante, que desborda chulería por los cuatro costados y que no debería caer simpático pero por algún motivo conseguimos conectar con él. También es decidido y “echao p’alante”, y es dueño de un magnetismo y una personalidad arrolladora que te hace tomar partido por él y querer saber qué cojones le está pasando y por qué le suceden las cosas inexplicables que le suceden.
Los últimos días de Jack Sparks es un libro que divierte y te asombra porque aparte de ir por un camino que crees que es el que debería seguir, sigue otro totalmente inesperado (a pesar de que ves que algo no te cuadra pero no te paras a pensar porque quieres seguir escuchando lo que Jack tiene que contarte) que te hace desembocar en un final para nada previsible. Un final que no ves llegar, que no desentona, que se ajusta como un guante a pesar de abrir otros interrogantes. Un final que, también es cierto que no es la primera vez que se ha usado, pero que le da un broche de lujo que hace que el libro quede de puta madre y que invita a una segunda lectura.
Destaco también que de vez en cuando cambia el narrador y podemos ver los puntos de vista de algún otro personaje ampliando, corroborando o desmintiendo lo que Jack nos ha dicho en algún momento y en los que no suele salir bien parado.
¿Y sabéis? La sinopsis me convenció y me atrajo. Quería leerlo a toda costa. Pero lo que me impulsó, lo que me hizo desearlo con todas mis fuerzas fue la recomendación de M. R. Carey.
Lo dicho: una novela muy divertida, con momentos para el gore, el humor y, sobre todo, el terror sin aviso previo, que es el terror en su mejor forma de degustación.