Lovecraft: un homenaje en 15 historietas, Revista Cthulhu de Diábolo Ediciones
Entre la multitud de novedades del panorama editorial, a veces sale casi sin quererlo, una pequeña joya. En este caso, la joya ha tenido forma de cómic. Reconozco que no conocía el trabajo de los chicos de Diábolo Ediciones, pero desde este momento, tienen en mí un lector más para su “Revista Cthulhu”. Además de la cuidada edición del volumen, debemos añadir que la temática es uno de los fetiches de los amantes del género de terror. El resultado de esta operación es una obra más que notable de algo sumamente difícil de adaptar al mundo de la viñeta como son los relatos de H.P. Lovecraft.
Cualquier lector de Lovecraft ha experimentado el desconcierto en que nos sume la lectura de su obra. Al cerrar sus libros el peso del universo cae sobre nosotros, nuestro terror, a diferencia del terror clásico, no está dentro de nosotros, o en nuestro entorno más cercano, sino que se encuentra en lo más recóndito de la galaxia. Parafraseando al autor norteamericano: “La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido”. Según Rafael Llopis, con Lovecraft se inicia el viraje del viejo cuento de terror hacia la moderna Ciencia-Ficción, y ha sido este alarde de originalidad junto con la facilidad para alumbrar terroríficos seres llenos de la más pura maldad, lo que hace que Howard Phillips Lovecraft sea nombrado por derecho propio el más importante escritor de cuentos de terror después de Edgar Allan Poe. Con esta carta de presentación, el haber superado con éxito la tarea de adaptación de los relatos, lleva una gran carga de mérito.
“Lovecraft: Un homenaje en 15 historietas” es de las mejores compilaciones colectivas que he leído últimamente. Lo bueno del volumen es que se trata de un puro homenaje a Lovecraft, y pretender esto, desde la perspectiva del cómic es tremendamente difícil. El libro arranca con un artículo de Manuel Mota titulado “Lovecraft en los cómics”. En este artículo, Mota repasa las más notables adaptaciones a la viñeta del autor norteamericano, quedando claro los numerosos intentos del gremio para dar forma a toda la colección de seres que pueblan el universo de Lovecraft.
No voy a detenerme en describir cada una de las quince historias que componen el volumen y que rinden homenaje a las deidades preternaturales y dioses primigenios e innombrables que habitan el mundo lovecraftiano. No lo haré por no quitarle a la obra su sentido sinfónico, en el que cada una de las quince piezas tiene su propio protagonismo. No obstante, tan solo quiero comentar que la historieta que abre el libro llamada “Lección de anatomía”, condensa en una sola página más riqueza conceptual y reflexión metafísica que el resto de historias que contiene el volumen. El libro se abre a lo grande. A nivel personal, tengo que reconocer que la última historia, “Las ratas del cementerio”, me ha dejado los pelos de punta. Pura angustia. El orden de las historias está muy bien elegido.
Dicho esto, es de ley repartir el protagonismo de los guionistas y dibujantes a partes iguales ya que, notándose una precisa documentación, todos ellos han compuesto un catálogo de personajes que, sin ser propio, sí es verosímil y realiza un buen homenaje póstumo a su autor.
Así que ya sabéis los seguidores de Lovecraft. Por el precio que tiene este volumen, no hay excusa para no hacerse con él. Y no tardéis en hacerlo no vaya a ser que esta noche Dagon se os aparezca frente al espejo, o nuestro querido Cthulhu os robe la poca cordura que os quede dentro de vuestras cabezas. ¡Klaatu Barada Nikto!