Lucía desaparece sin dejar rastro. Hugo estaba con ella en una fiesta y ahora lo acusan de haber participado en su desaparición. Hugo no tiene ni idea de qué está ocurriendo y no sabe por qué está en una sala declarando como todos los tipos que ha visto en las series malas una y otra vez. Lo único que tiene claro es que, cueste lo que cueste, va a dar con Lucía. Porque para él lo es todo y porque no es posible que se haya esfumado de la noche a la mañana.
Esta es la premisa de Lucía, un thriller escrito por Óscar P. Clemente y editado por Titanium. La premisa me llamaba mucho la atención porque tiene todos los ingredientes que un libro necesita para que me hagan los ojos chiribitas: misterio, acción, malos malísimos y una verdad oculta que nadie se espera. Y no, no estaba equivocada. Este libro ha cumplido todas mis expectativas y le ha añadido unas cuantas de regalo, ya que hay varias cosas con las que me he encontrado que no esperaba hallar que me han hecho sacar una media sonrisa.
Óscar nos presenta una historia sencilla a priori. Una chica que desaparece y un chico que la busca. Lo que pasa es que la madeja es mucho más compleja de lo que podríamos pensar. Detrás de esa desaparición hay una trama oculta muy interesante que el lector tendrá que descubrir por sus propios medios y que, estoy segura, hará que no pare de leer. Al fin y al cabo, este es un libro que se devora casi de una sentada, y esto se consigue gracias a la agilidad de los acontecimientos, la abundancia de los diálogos y la carrerilla que va tomando la historia que parece ser cada vez más vertiginosa hasta que se llega al final.
Me parece un buen debut, la verdad. Porque sé que no lo he mencionado antes, pero esta es la primera novela de Óscar P. Clemente y tengo la sensación de que ha entrado en este mundo literario por la puerta grande. Ha cogido una idea ambiciosa, le ha dado forma y le ha quedado un resultado fantástico, ya que ha conseguido lo más importante en una obra como esta: mantener el ritmo, darle veracidad a los personajes y mantener en vilo al lector hasta el final.
Hay una cosa que quiero destacar especialmente y es que los protagonistas de esta historia son adolescentes. Esto al principio puede chocar un poco porque no es muy normal encontrar este tipo de tramas protagonizadas por gente joven. Óscar nos demuestra que en los bajos fondos también hay adolescentes, también hay personas jóvenes que han visto sus vidas truncadas —muchas veces por decisiones que no les conciernía a ellos—. Y menciono esto porque quizás esta es la época en la que las personas son más «apasionadas», es el momento en el que con más emoción viven todo. El autor ha sabido atrapar esta realidad y llevársela a su terreno para plasmarla en el papel y hacer que los sentimientos sean todavía más apreciables, por lo que no puedo hacer más que aclamar esta buena idea.
En definitiva, Lucía es un libro ágil, entretenido, rápido de leer y que atrapa desde el principio, tanto que incluso a veces parece que se está ante un guion de una película policiaca. Un gran acierto por parte de Óscar y una gran oportunidad para los lectores de pasar un buen rato sin poder parar de leer.