LUZAZUL, de Carmen Fernández Villalba
Recuerdo la primera vez que se me acercó un chaval (no confundir en ningún caso con un niño, que eso quedó ya muy atrás) para preguntarme la hora y me habló de usted. ¿Recuerdan esa sensación? Me dieron ganas de decirle: Perdona querido, pero yo aun soy capaz de dejar volar mi imaginación y emocionarme mientras leo Olvidado Rey Gudú de Ana María Matute, ¿y tú? Pero como todos, me tragué la respuesta, le dije la hora y seguí tirando “pa lante”.
Cuando llegó este libro a mis manos lo primero que llamó mi atención fue su cuidadísimo diseño, el azul, un azul tan luminoso que lo llena todo, y aun sin empezar a leerlo pensé que de haberse escrito y editado en EEUU, el libro, habría salido a la calle con un potente marketing, precedido de todo tipo de merchandising, para terminar con la consiguiente serie televisiva o película.
Un libro juvenil de ¿fantasía o ciencia ficción?
Mientras que la literatura de fantasía yo diría que es mucho más difícil de definir, pues aun eligiendo la mejor o varias de las mejores definiciones que podamos encontrar en los muchísimos libros y tratados que se han escrito sobre ella, siempre faltaría algo; así que, con el permiso de ustedes, y naturalmente con el de Tzvetan Todorov, al que si les interesa el tema les recomiendo leer, simplificaré al máximo.Para mi el mundo de la fantasía es aquel que me hace olvidar que estoy leyendo un libro, que me hace soñar y reconocer lugares y seres sin la necesidad de imágenes previas, es, junto con la poesía, la parte más artística y humana de la literatura.
Así que, dicho lo anterior, comprenderán que tenga miedo de enfrentarme a este libro que preveo estará más cercano a esa fantasía, que poco a poco va desapareciendo de nuestras estanterías y de nuestras vidas, que a la Ciencia-ficción. Y me da miedo porque hace tiempo que no me adentro en este tipo de literatura, probablemente no lo había hecho desde mis lecturas de Ana María Matute y Tolkien, y puede que, por tener un poco abandonado el género, quizá sea un mundo al que hoy me cueste acceder ya que mi maquinaria puede andar un poco oxidada.
Decido engasar un poco mis tuercas y ponerme a ello. Durante la lectura de las primeras páginas noto hasta el sonido de las piezas que conforman mi engranaje interno, crrrric, crrrrac, jegjdkk, pero poco a poco los sonidos van desapareciendo y aparece el silencio, y tras él, noto como va despertando mi imaginación, para terminar perdiéndome en un mundo ilógico, irreal, mágico; ya no sé que edad tengo, y la verdad es que tampoco me importa mucho.
Al tiempo que yo me reencuentro con el mundo de los sueños, nuestra protagonista, Iris, una jovencita “perfecta” que tiene una larga melena rojiza rematada por 333 cascabeles, será catalogada como defectuosa o “una perfecta inútil” cuando descubren, precisamente, que es capaz de soñar. Y es que en su planeta perfecto, que pertenece a la Galaxia Global, los sueños han sido ya erradicados. Motivo por el que la joven será deportada al Planeta Noveno donde se deposita toda la basura del universo.
Allí se encontrará con cinco jóvenes, todos distintos entre sí, y todos calificados como defectuosos y que componen “el Clan de los Niños Mutantes”: Pei, líder del grupo; Kerub, el alado; Lelo-Lela, bicéfalo; y Nawja, una mutante algo “celosilla” capaz de regenerarse a sí misma. En todos ellos hay un temor a lo distinto, a lo desconocido, pero son chavales dispuestos a entender y dar una oportunidad a los demás.
Me han encantado los Mimokakos, unos seres que aman tanto que matan por asfixia, y una reina que se dedica a escribir e ir contando cuentos a su pueblo, hasta la Bruja del agua, “La llorona” que la llaman los niños, incluso el terrible científico Ser Supremo que finalmente deberá aspirar a que la magia le regale lo que la ciencia le ha hurtado.
Ya ven, yo también, como cualquier joven al que va dirijida esta novela, he caído en el embrujo, Luzazul me ha cautivado con sus reinas, brujas, espejos mágicos, príncipes azules, y hasta un Libro de Cuentos, porque al final, la Fantasía, siempre es nuestra tabla de salvación.
He visto, al terminar la lectura, la preciosa ilustración de Roger Olmos en la parte interior de la portada, he querido entrar en la historia sin mirarla, sin leer la contraportada, sin saber que me encontraré; hoy he querido adentrarme así en esta historia para comprobar si esta mujer, Carmen Fernández Villalba, sería capaz de hacer volar mi imaginación.
Y ahora les puedo asegurar que tanto la autora como esta lectora, estaban en plena forma.
¿Y ustedes… Se atreven?
Susana Hernández
¡Uy!¡Uy! veo que has decidido irte a otro mundo mucho más creativo y donde aún puedes asombrarte. Yo tengo que reconocer que ando un poco oxidada, como dices. Desde la historia interminable, no he vuelto a coger nada de este género, y ¡claro! ¡así me va! jeje. Ya me intrigaste con Olvidado rey Gudú, y ahora con éste.
En fin, querida. Me los grabo en el cerebrito. No sé bien si podré cogerlos por ahora, aunque me gusta eso de calificarlos como de lecturas anti-oxidantes, porque eso me proporciona una buena excusa para abandonarme un poquito a la fantasía.
Me alegro de tu vuelta.
Unos besicos.
Hooooola Icíar!
Cuando he comprobado que aun soy capaz de abandonarme en este mundo de fantasía en el que no hay Autos, Sentencias, Providencias, ni una sencillita Diligencia, he pensado que aun hay esperanza para mí jajajaja!
Así que pienso, querida, que también estará bien para desintoxicarse de Indignaciones, Ivas y demás horrores “hacendísticos” (jejeje)
En serio, yo creo que los chavales (y nosotros también, claro)deben leer más literatura fantástica, y este es un libro que les atraerá seguro.
Otros muchos besicos para ti también!
¡Por supuesto que me atrevo!!! ¡Ya lo sabes!!!
Permíteme que te robe unas cuantas palabras “Para mi el mundo de la fantasía es aquel que me hace olvidar que estoy leyendo un libro, que me hace soñar y reconocer lugares y seres sin la necesidad de imágenes previas, es, junto con la poesía, la parte más artística y humana de la literatura” No se puede expresar mejor.
La literatura fantástica es mi favorita, casi una necesidad. Sin dejar de disfrutar por supuesto con otras lecturas. Mis “tuercas fantásticas” están perfectamente engrasadas. Además me encanta tener un tema común con mis hijos, a los cuales debí inocularles este “virus” durante el embarazo, ya que durante los dos elegí (debió ser un antojo) leerme “El Señor de los Anillos”. Sus primeras palabras creo que fueron “mi tesoroooo”. 😉
¡ERES UN “CRACK” DE LAS RESEÑAS!!!
Besos mil.
Si no leo tu reseña, creo que en este libro ni me hubiera fijado, y no porque el género fantástico no me guste. Es que ya miro de reojo todos los libros porque no sé cuando voy a leerme todo lo que quiero. Pero he leído tu reseña, y no puedo resistirme. Tendré que leerme este libro porque unas de las cosas que más me gusta de este tipo de novelas es lo que tú has definido tan bien: “soñar y reconocer lugares y seres sin la necesidad de imágenes previas”.
Besotes y felicidades por otra gran reseña!!!
Genial Ana! Pues … adelante!
No tardará mucho en tener la oportunidad de leerlo.
En cuanto a lo de permitirte robar te diré que lo tuyo no es robar, es regalar, jejeje. Se que vosotras (Aventarte) vivís del cuento (jejeje) quiero decir que estáis bien engrasadas, así que seguro que disfrutáis un montón con este laaaaaaaargo cuento.
La verdad es que lo empecé pensando que.. no se no se, y me sorprendí casi en la página 100 a las dos de la mañana, es probable que lo haya pillado en un momento en el que necesitaba Fantasía, pero también es posible que, de entre todo lo pendiente, lo tomase precisamente por intuir que esa era la medicina que necesitaba.
Gracias amiga… Y un besico!
Este, querida Margarita, sí es un libro que podrás disfrutar, si quieres, con tu criatura (es que no me acuerdo de si es niño o niña) y no porque sea un libro que le puedas leer, que tambén, sino porque se lo podrás contar tras su lectura, por capítulos, a tu manera.
Y gracias a tí por compartir tus gustos y experiencias lectoras!
Un besico!
Hola Susana, muchas gracias por tu magnífica reseña. Como autora no puedo sentirme más que honrada por haber contado con una lectora/crítica tan exigente como tú. Tiene mucho más mérito, porque como reconoces al inicio, es un género que no practicas, pero por tu reflexión nadie lo diría. Me encanta que cites a Tolkien y Ana María Matute, creadores de mundos fantásticos, de los que “Luzazul” es deudora, entre otras novelas.
Y, respondiendo a lo que planteas, lo que he pretendido -y espero que logrado- es hacer un híbrido de fantasía y ciencia ficción. O, en otras palabras, llevar a un universo paralelo, a una galaxia muy muy lejana, las reglas de la fantasía, de los cuentos de hadas. Puede que no haya inventado la sopa de ajo, ahí está George Lucas y tantos otros para demostrarlo, pero en nuestro país no creo que hayan precedentes en literatura juvenil.
Un inciso: literatura juvenil, para mí, es aquella que también pueden leer los jóvenes, como dijo C.S. Lewis. En ese sentido, “Luzazul” es apta para jóvenes de todas las edades. Espero que con tu ayuda, Susana, podamos generar entusiasmo por esta novela que viene avalada por el premio que le otorgaron 235 jóvenes de toda España, el Jóvenes Lectores de La Galera 2010.
Muchas gracias de nuevo. Felicidades por el blog.
Saludos a todos, Carmen.
Querida Carmen!
En primer lugar darte las gracias por pasarte por nuestro blog, y naturalmente por tus palabras.
Fue bonito leer tu libro, y reencontrarme con la FANTASÍA, que para mi gusto le gana la batalla, en tu libro, a la Ciencia ficción (pero es una apreciación personal) y por eso me ha gustado mucho. Pocos autores hoy se atreven.
Tal como le he dicho a Margarita, es un libro que hasta puede ser leído a niños pequeños, y claro… leído por todo tipo de jóvenes desde 12 a 120 años jejejeje.
En cuanto a los dos autores que ambas citamos … son grandes, muy grandes para la literatura universal.
Mucha suerte con este libro que, además, puede ser, por su formato, un bonito regalo.
Un fuerte abrazo!