“Los corazones están marcados para siempre por nuestra verdadera naturaleza.”
No me gustaría comenzar esta reseña sin admitiros que siempre me han encantado las historias de sirenas (y si hay piratas, como en esta, ¡aún mejor!). Me apasiona ese componente cruel que tienen estos seres mitológicos y, a la vez, sus similitudes con los seres humanos. Por eso, cuando descubrí este libro en Goodreads, junto con todas sus buenas críticas, sabía que tenía que ser mío lo antes posible. Y ha sido una lectura de verano perfecta.
Pero, ¿cuál es el punto desde el que parte Matar un reino? Lira es una sirena muy famosa y temida tanto en el mar como en La Tierra. Cada año, en su cumpleaños, debe entregar el corazón de un príncipe humano a su madre: la Reina del Mar. Sin embargo, un error hace que esta la transforme en una mujer de carne y hueso cuyo objetivo es entregarle el corazón del joven príncipe Elian antes del solsticio de invierno.
Y me diréis: ¿esta premisa no se parece demasiado a la de La Sirenita? En efecto, es un retelling de este cuento de Andersen, pero en mi opinión, tienen bastantes diferencias. Sobre todo en lo que se refiere a las canciones y a la bondad de las sirenas. En esta novela, una reinterpretación mucho más oscura que la historia original, la única meta de estas es asesinar a los humanos y coleccionar sus corazones como venganza ante un hecho que sucedió miles de años atrás. Es decir, sus vidas están diseñadas para castigar a los hombres y es esto mismo lo que conforma su personalidad.
En el caso de Lira, nuestra protagonista, es la sirena más mortífera y cruel de todas. Conocida como La perdición de los príncipes, es absolutamente letal y despiadada. Pero no todo es lo que parece y a lo largo de la novela veremos cómo empiezan a aparecer sus vulnerabilidades e inseguridades, mostrándonos su lado más humano. Esto me ha encantado porque su desarrollo como personaje es brutal y destaca mucho entre otros personajes, mucho más previsibles.
Y no solo la maravillosa construcción de personajes lo que me ha llamado la atención de esta historia. Su brillante ambientación nos evoca a lejanas tierras, en las que conseguir un tesoro y salvar a pueblos perdidos es nuestro gran objetivo en la aventura. Además, navegar por alta mar y enfrentarse a sirenas asesinas no se queda corto. Al leerlo, me ha recordado a las novelas de aventuras y piratas que solía leer de pequeña, incluso a la legendaria Piratas del Caribe.
Alexandra Christo también me ha enamorado con su narración, en primera persona por ambos protagonistas, Lira y Elian, gracias a la cual podemos descubrir los secretos que ocultan (sobre todo, el uno al otro) y lo que sienten en cada momento. A su vez, incluye frases como la que he compartido al principio de la reseña, que me han encantado, inspirado y me han hecho pensar si esta novela es realmente juvenil o algo más adulta de lo que nos creemos.
Y si a esto le sumamos una tierna historia de amor que se va fraguando a fuego lento y que resulta muy creíble, es un gran punto a favor. Debo admitir que me sorprendió porque pensaba que no la habría. Y es que es algo muy secundario en esta novela, en la que se juega más a la traición y la venganza que al amor. Por tanto, creo que la autora sabe jugar sus cartas muy bien y ofrecernos lo que necesitamos en el momento adecuado. Hasta los giros en la historia ocurren cuando menos lo esperamos, haciendo que no puedas despegar tus ojos de las páginas.
Ahora que he terminado de leer esta novela, tengo que deciros que todo el hype que la rodea está más que justificado. Si os gustan las historias de aventuras, con sirenas, piratas y tesoros que buscar, estáis ante la elección perfecta. Además, en Matar un reino también hay espacio para el amor, la amistad, la venganza, la tiranía y las luchas de poder. Y por esta y otras razones que os he comentado a lo largo de la reseña creo que es una novela muy completa que se lee en una sentada porque engancha desde su primer capítulo.
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