Medio Rey, de Joe Abercrombie
Han sido muchas las referencias a esta novela de Joe Abercrombie, las que me han empujado definitivamente a empezar con ella. No obstante, no me suele gustar leer nada de una trilogía hasta que se ha publicado en su totalidad. El motivo es sencillo: si me gusta, quiero seguir con la historia, y si no me gusta, no quiero caer en no darle la oportunidad al resto de entregas, por si mejora. Por fin se ha publicado la última entrega de la serie (que reseñaré completa, por supuesto), así que me he lanzado a este libro como si no hubiera un mañana. Para este libro, no tengo dudas: esta primera entrega de la trilogía del Mar Quebrado, es sencillamente magistral.
Actualmente Abercrombie es uno de los autores más populares del panorama literario de fantasía. Esta fama le viene dada por ser uno de los principales autores del género “grimdark”, debido a su dura saga de “La primera ley”. El “grimdark” (George R. R. Martin, Richard K. Morgan,…) es un género que hace referencia a un tipo de fantasía en la que los personajes tienen una calidad de vida “no muy alta” y una esperanza de vida más bien “cortita”, por así decirlo. Hay pocos héroes y los que hay, duran pocas páginas. Es un tipo de fantasía para adultos en la que la palabra “explícito” debería estar impresa en la portada al igual que en los discos de música.
Entramos en la historia de la mano (nunca mejor dicho) de Yarvi, el joven y tullido hijo menor del Rey de Gettlandia. Yarvi, tiene un muñón por mano, lo que le hace incapaz para el combate, y le expone a todo tipo de humillaciones por parte de la cohorte de guerreros que rodean su entorno. De hecho, es considerado como “medio hombre” por su propia familia, lo que le hace optar por seguir el camino de la clerecía. Sin embargo, la víspera de convertirse en clérigo, su padre y su hermano son asesinados, por lo que de manera inesperada, él es el nuevo rey de Gettlandia. Jurará venganza ante la tumba de su padre, aunque aprenderá que a veces, el camino para cumplir una promesa, está regada no sólo con la sangre de los enemigos, sino también con la de los amigos.
«Juré vengarme de los asesinos de mi padre. Seré medio hombre, pero pronuncié un juramento entero.»
«No tendrás dos manos para luchar, pero con una mano sobra para apuñalar a alguien por la espalda»
Aunque la sinopsis del libro va más allá, yo no voy a llegar tan lejos. Creo que lo mejor es que lo leáis y os metáis en el torbellino de giros argumentales que tiene esta novela. El protagonista, y quien lleva el peso de la historia, es Yarvi. Abercrombie consigue que empaticemos con él enseguida, pero no por el simple hecho de ser un minusválido al que le van sucediendo cosas, sino por la forma de encararlas. El humor ácido, las reflexiones filosóficas, políticas y sociales de todos los personajes le dan a la narración una frescura que aligera muchísimo la lectura. Con respecto a los secundarios, me quedo con “Nada”. Y hasta ahí puedo decir.
Capítulos cortos que aceleran el ritmo, influencias vikingas con las que se mantiene la atmósfera “grimdark”, una estructura simple y brillantes diálogos, son los ingredientes principales que hacen que eches en falta más páginas. Cientos de páginas. Es muy agradable la sensación de terminar un libro al que no le sobra ni le falta nada (aparte de páginas). No hay personajes de relleno, no hay historias secundarias ni superfluas y no hay inútiles locuciones en torno a sentimientos que no aportan nada a la trama. Joe Abercrombie nos hace caer en su trampa. El autor nos presenta un inicio suave y sencillo, pero enseguida nos damos cuenta de que es una estrategia para llevarnos a su territorio. A partir del primer giro del guión, el libro adopta un tono mucho más oscuro, donde la traición y la violencia están presentes en cada una de las páginas. Es cierto que esta obra está lejos del Abercrombie de “La Primera Ley”, que hace parecer a George R. R. Martin un escritor de dragones y unicornios pero, ¿De verdad estamos ante una obra juvenil? Cada cual que lo lea, que se limpie el barro, y que decida. Yo no lo tengo tan claro.
En conclusión, Medio Rey es el comienzo de infarto de una trilogía que promete, narrada con un ritmo altísimo para una obra de fantasía. Una obra con mucha acción, sin artificios y con un grupo de personajes que vive una aventura de superación y compañerismo, en la que luchan por sobrevivir al más puro estilo “Tolkieniano”. Medio Rey viene a justificar por qué la pluma de Abercrombie merece todas las alabanzas que le están cayendo. Yo, de momento, ya me he puesto con “Medio Mundo”.
Gorka Rojo (@gorka_rojo)
es muy bacano esta literatura nos enseña algo muy inportante