Mi compañero de piso es un vampiro

Reseña del libro “Mi compañero de piso es un vampiro”, de Jenna Levine

Mi compañero de piso es un vampiro

Cassie esta desesperada, se encuentra al borde del desahucio y sus opciones son limitadas. Ha decidido ser fiel a sí misma he intentar labrarse una carrera como artista, mientras tanto sobrevive compaginando trabajos a tiempo parcial por lo que su situación económica es más bien precaria. Buscando en portales de Internet da con un anuncio que ofrece una habitación en alquiler, el piso y su ubicación es fantástico la única pega es su precio y no porque sea desorbitado sino más bien todo lo contrario es ridículamente barato, lo cual con toda la lógica del mundo la lleva desconfiar, ya que, parece demasiado perfecto como para que no haya gato encerrado. Sin embargo, si no quiere dormir debajo de un puente Cassie se ve empujada a ponerse en contacto con el que será su nuevo compañero de piso, aunque las dudas la asaltan: ¿cómo será?, ¿estúpidamente rico para pedir un precio tan bajo?, ¿será un psicópata y Cassie acabara troceada en bolsas de basura?…las posibilidades son infinitas. Pero contra todo pronóstico el que le abre la puerta de la que será su nueva casa es un hombre realmente atractivo y vestido como si saliera de una de las novelas de Jane Austen, si Cassie decide aceptar la oferta que Frederick le propone deberá llegar a un sencillo acuerdo con él: no hacer ruido por las mañanas, puesto que sus quehaceres se desarrollan en horario nocturno, no acceder jamás a su dormitorio y por supuesto el cuarto trastero está absolutamente vetado…estas junto con otras pistas que Cassie se irá encontrando, le servirán como argumentos más que fundados para saber que Frederick J. Fitzwilliam dista mucho de ser un compañero de piso, digamos al uso…

No tengo ningún problema en reconocer que lo que me llevo a decantarme por esta novela fue su portada, es que no me digáis que no es realmente bonita, eso añadido al hecho de que estamos ante una comedia romántica sobrenatural hizo que la elección fuera realmente fácil. Mi compañero de piso es un vampiro es todo lo que promete, una lectura amena y rematadamente divertida. A pesar de que la trama y la premisa de la que parte la novela es sencilla, Jenna Levine sabe jugar con los personajes, el argumento y ese toque fantástico para que el resultado sea realmente encantador. A lo largo de las páginas de este libro no os encontraréis una evolución compleja de los personajes, ni tampoco giros argumentales intrincados pero sí os reiréis en más de una ocasión ante los anacronismos de Frederick, su forma de expresarse y de ver el mundo contemporáneo. Por su parte, Cassie es una chica con la que no nos va costar empatizar, con un futuro incierto, abrumada al ver a sus amigos triunfar en sus carreras mientras ella se siente estancada por perseguir su sueño, se cuestiona tras varios rechazos, lo que le genera una autoestima bastante baja, le cuesta mucho creer en ella misma y en sus posibilidades. He de deciros que quien realmente me conquisto, es un secundario que aparece muy poquito y al que la autora le podía haber dado más presencia, se trata de Reginald, el amigo vampiro de Frederick, mordaz, ácido, irreverente y muy divertido.

Jenna Levine realiza una crítica a la sociedad moderna a través de un vampiro que tiene que adaptarse a esta época. Habla de la necesidad de exposición en las Redes Sociales, del cariz impersonal que adquieren muchas de las cosas que hacemos o de la inmediatez y la rapidez con la que todo se precipita. Por medio de Cassie, la autora también pone de relieve la precariedad laboral, sobre todo en las carreras artísticas.

Mi compañero de piso es un vampiro es ante todo una obra muy, muy divertida, entretenida a más no poder y que os dejará el corazón calentito al llegar a la última página.

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