Reseña del libro “Mostras del Rock”, de Barbi Recanati y Power Paola
“El libro que tienes en tus manos es como la habitación de una adolescente, llena de póster de ídolas en la pared. Un compilado de vidas ejemplares, casi de vidas de santas diría yo, historias de mitos, de brujas, de diosas paganas” (p. 5).
Tantas genias y mujeres excelsas invisibilizadas en las artes y las ciencias me encoleriza. De esta rabia y del deseo, dice barbi Recanati, nace el impulso de escribir Mostras del Rock. Porque además de la gran Patti Smith y de Nina Simone, siempre, es decir, siempre siempre, ha habido mujeres componiendo, creando y siendo vanguardia. Aquí algunas de las menos reconocidas por el canon patriarcal, cuando deberían estar rezándolas.
Y es que este libro debería estar en todas las bibliotecas de los colegios para que las criaturas crecieran escuchando tanto a David Bowie o Nick Cave como a Memphis Minnie o a Suzy Quatro. Aparte de gozárselo con las ilustraciones de Paola Power, que representan los retratos de las Mostras del Rock o componen viñetas para contar algún pasaje de su vida. Aunque la información es poquita para que quepan más, solo con ver las fechas y la selección de temas musicales, vas a percibir claramente que te han robado la mitad de la historia, en este caso del rock. “Si yo sabía tanto de rock y tan poco de ellas, ¿realmente sabía algo de rock? Me robaron parte de mi ADN y juré vengarme” (contraportada).
Un total de 45 Mostras del Rock hasta los años 90, donde termina este libro, pero que como sugiere una Barbi Recanati caricaturizada al final, puedes seguir la pista desde la red. De hecho, ¿por qué no pruebas a copiar y pegar algunos nombres e ir escuchando su arte mientras que terminas de leer la recomendación? Sé que no es lo mejor para una reseña, pero es que hay que compensar tanto desprecio y nombrar, referenciar, nombrar y volver a nombrar: Mamie Smith, Bessie Smith, Memphis Minnie, Sister Rosetta Tharpe, Sister Ola Mae Terrell, Big Mama Thornton, Cordell Jackson, Janis Martin, Wanda Jackson, Barbara Lynn, Odetta, Genya Ravan, Suzy Quatro, Jackie Shane, Aretha Franklin, Wendy Carlos, Nina Simone, Buffy Sainte-Marie, Carole King, Laura Nyro, Joni Mitchell, Judy Collins y Linda Ronstadt, Cass Elliot, Janis Joplin y Grace Slick, Joan Baez, Ronnie Spector, Jayne County, Maureen Moe Tucker y Nico, Patti Smith, Debbie Harry, Shirley Manson, Lydia Lunch, Wendy o Williams, Poison Ivy, Siouxsie Sioux, Poly Styrene y Lora Logic, The Slits, Pauline Black, Alice Bag, Genesis P-orridge, Joan Jett, Kim Gordon, Kim Deal, Kathleen Hanna, Kristin Hersh.
Se quedan muchas, muchísimas en el tintero. Sin embargo, este catálogo arroja luz al camino para que sigas investigando los orígenes y descubras que antes de los éxitos comerciales que conoces estaban ellas, las creadoras, componiendo y sin encontrar una productora que las reconociera. Muchas, como en la ciencia o en la literatura, tuvieron que buscar un camino independiente, de fanzine, autogestión y estudios alternativos. “Porque las chicas morimos de libros y discos y fanzines que nos hablen a nosotras y nos incluyan y que podamos entender a nuestra manera. Porque estamos interesadas en crear formas de ser no patriarcales y de hacer música, amigas y escenas, basadas en comunicación + entendimiento, en lugar de competencia + categorizaciones de buena/mala banda. Porque debemos tomar el control de los medios de producción para crear nuestros propios reclamos” (p. 195).