-Los viajes por carretera son como la vida, ¿verdad? Tienes que seguir adelante pero de vez en cuando puedes hacer un alto en el camino para contemplar el paisaje. Y cruzas los dedos y esperas no tener que dar media vuelta.
-Tú y tus similes.
-Soy escritora. Tengo bula.
-A veces no puedes dar media vuelta. Hay cosas que no puedes hacer de nuevo; lugares a los que es imposible regresar: una vez que los has dejado, ya no puedes volver.
-¿Cómo Nueva Jersey?
-Como las primeras veces. La primera vez que viste el océano. La primera vez que fuiste al cine. El primer desengaño amoroso. El primer beso.
Se suele decir que cuando empezamos un viaje, ya sea real o metafórico, lo importante no es llegar al destino sino disfrutar del camino. Superar los baches que nos vayan surgiendo y aprender de ellos es la esencia de la vida y es la mejor manera de salir reforzado y encontrarse de verdad a uno mismo. Esto es lo que nos encontramos en Mujer entra por la izquierda, de Jessica Brockmole .
La novela nos narra una historia en dos tiempos con tres protagonistas femeninas. Por un lado, nos encontramos en Los Ángeles en 1952, con Louise Wild, una popular actriz de musicales de series B que no está contenta con el camino que ha tomado su carrera y quiere papeles más serios e importantes. Además, está atravesando una crisis en su matrimonio debido al comportamiento autodestructivo de su marido tras su regreso de la guerra de Corea, donde fue herido. Louise recibe sin esperarlo la noticia de que es la heredera de una reputada guionista, Florrie Daniels, a la que apenas ha visto en un par de ocasiones. Al ir a su domicilio descubre que ésta era íntima amiga de su madre y encuentra varios guiones de corte feminista entre los que destaca el viaje por carretera de dos amigas. Esto nos lleva directamente a nuestra segunda historia, la de Florrie y su amiga Ethel Wild, la madre de Louise. En 1926 ambas inician un viaje desde Nueva Jersey hasta el oeste del país con dos propósitos muy distintos: Ethel va en busca de su hija y de su marido, que la ha abandonado; mientras que Florrie va rumbo a Hollywood para abrirse un hueco como guionista en la meca del cine. No es una casualidad que a pesar de que ambos viajes discurran en sentido contrario y en periodos de tiempo distintos, sean tan similares en algunos puntos, especialmente en el del autodescubrimiento.
«Trata de dos amigas que atraviesan el país en coche», le he contado. Hay pinchazos, campamentos, días de lluvia, y alguna que otra botella de ginebra barata. Hay un amor constante e inconfesado, y una enfermedad que las persigue como un jinete sin cabeza. Pero las amigas son felices y, pase lo que pase, quieren disfrutar del tiempo en que estén juntas.
Para contarnos la historia de estas tres mujeres, Jessica Brockmole, va a utilizar distintos formatos. Mientras el viaje de la joven actriz es narrado en tercera persona, el de las dos amigas es narrado en primera persona a través de dos diarios con dos estilos muy bien delimitados. Gracias a esta técnica podremos conocer todos los detalles del viaje, desde la evolución del mismo con sus peripecias para encontrar campings donde pasar la noche y comida, hasta el cambio que sufre la amistad entre dos mujeres que se conocen desde siempre pero llevaban un tiempo sin verse. Además, la autora también incluye entre capítulos pequeños extractos del guión escrito por Florrie en el que narra a su manera el viaje y la relación entre ambas. Estos cambios de estilo son un grandísimo acierto que, además de dar dinamismo a la narración, aligeran la parte dramática y ayudan a profundizar mucho más en los personajes.
Al margen de la prosa y del formato elegido por la autora, Mujer entra por la izquierda, nos ofrece una variedad de temas muy atrayente. A la temática del road-trip, que ya de por sí es suficiente para despertar el interés de los lectores, y que en este caso nos recuerda claramente a la famosa película Thelma y Louise, hay que sumarle la recreación de dos épocas y dos ambientes muy diferentes: por un lado, el Hollywood de la “caza de brujas” protagonizado por el senador McCarthy, obsesionado con la persecución de todos aquellos sospechosos de ser comunistas o de colaborar con ellos. Y por el otro, el periodo de entreguerras con las consecuencias derivadas de la Primera Guerra Mundial y lo que supuso para las mujeres, que sin haberlo tenido permitido antes, se vieron en la obligación de salir de sus casas para trabajar en fábricas para ganarse la vida y para colaborar de este modo con la contienda en la que estaban luchando los hombres.
La novela también trata de la manera de enfrentarse a las enfermedades, del amor homosexual en tiempos en los que era un gran tabú, de la cara amarga de Hollywood, del feminismo en tiempos en los que no estaba de moda y de la amistad, sobre todo de esto último.
Por todo eso, Mujer entra por la izquierda, es una novela redonda, bien escrita y con unas protagonistas femeninas fuertes, carismáticas y llenas de matices con las que es fácil empatizar. Es una novela de viajes, histórica, que rezuma cine por todos sus poros y que nos habla de sentimientos y, sobre todo, de la vida. Es una novela con la que disfrutar de principio a fin. Una novela que te hará querer quedarte entre sus páginas y a la que, una vez acabada, querrás volver.
realmente muy buena la reseña, me ha encantado y me animare a buscar el libro para tenerlos, me he leído hace algunas horas un libro que me parecio muy refrescante en amazon seis cartas y cinco memorias surrealistas, ojala pudieras hacer una reseña de ello.