Reseña del libro “No entres en el bosque”, de Stephanie Perkins
Hay libros que no son lo que esperamos. Eso no es bueno ni malo. Puede que esperemos que sean de una forma y realmente sean de otra. Y aunque de primeras nos choque porque lo que habíamos imaginado no se corresponde con la realidad, al final, si reflexionamos, entendemos el por qué.
Esto justamente me ha ocurrido con No entres en el bosque, de Stephanie Perkins. Con ese título y mi tendencia a adorar lo macabro, los bosques oscuros y sobrenaturales y con Halloween a la vuelta de la esquina, me emocioné. Sí, porque pensé que me iba a encontrar un bosque como el de El bosque de las cosas perdidas o Cruzando el bosque. Desafortunadamente, no ha sido así.
Sin embargo, aunque debo confesar que el libro no ha sido para mí, sí que tiene unas protagonistas reales y cercanas, y me ha hecho reflexionar sobre ciertos aspectos de la juventud, la amistad, la familia y la vida.
Nuestras chicas en este relato son Neena y Josie. Amigas del instituto. Inseparables. Pero obviamente, la universidad se acerca, Neena tiene unos planes de futuro interesantes y Josie, por el contrario, no. La vida de esta última seguirá siendo aburrida y anclada a su pueblo.
Así que Neena, consciente de esto, le propone a Josie una aventura. La última para ambas antes de que deban separarse y sus vidas cambien por completo: ir de acampada tres días al bosque. Emocionante, ¿verdad? Las chicas nunca han ido de acampada y, a pesar del miedo a los osos, sus ganas de vivir, de sentirse libres e independientes, son mayores.
Como veis, la historia promete que van a pasar cosas en esos tres días de acampada y yo esperaba algo en plan Jeepers Creepers o Sé lo que hicísteis el último verano. Y bueno, sí, la historia acaba convirtiéndose en algo similar a La matanza de Texas, pero eso no ocurre hasta la página 180 aproximadamente —el libro tiene poco más de 250 páginas—, por lo que este thriller llegó a desesperarme bastante.
Aun así, sí que quiero transmitiros lo que la historia de estas dos chicas me hizo sentir una vez comprendí que aquí la cosa no iba de thriller puro y duro, ni de fantasía oscura, ni de criaturas. Una vez tuve claro que la autora realmente quería acercarnos a esas dos jóvenes, a sus sentimientos y a sus miedos, me relajé y decidí no enfadarme con Stephanie Perkins por no darme una historia que yo misma había imaginado sin tener en cuenta otros factores.
Y es que lo que busca la autora es que conectemos con Neena y Josie, que nos metamos en su piel y retrocedamos en el tiempo a nuestra adolescencia, a esos momentos vividos con nuestro mejor amigo o amiga, a esa vida fácil y al mismo tiempo tan complicada e injusta.
A mí de hecho me ha trasladado de lleno a mis viajes con mi mejor amiga cuando teníamos poco más de veinte años. Esas aventuras en el extranjero, sin padres, sin reglas. Viajes en los que tienes que convivir con esa persona 24 horas. Viajes que harán que vuestra amistad se haga más fuerte o se termine para siempre.
Además, volviendo al libro, la autora también hace hincapié en los miedos de ambas chicas, que no solo se ciñen a los osos en esos parajes perdidos y fríos de Estados Unidos, sino que digamos existen otros miedos más profundos: miedo a la soledad, a no conseguir sus propósitos en la vida, o a no ser capaces de forjarse un futuro en condiciones.
En definitiva, No entres en el bosque es una lectura ágil y rápida que habla principalmente de la amistad, de sus más y sus menos. Es un thriller que os va a recordar tiempos de juventud a través de Josie y Neena, de sus enfados, de su ira y de su desesperación en esa aventura tan emocionante como es su primera acampada. Una aventura que sacará lo mejor y lo peor de ellas, que las empujará a tomar decisiones cruciales y, ante todo, las obligará a actuar rápido si quieren sobrevivir. Porque los osos, en esta historia, serán el menor de sus problemas.